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viernes, 30 de julio de 2010

Los colores olvidados y otros relatos ilustrados Silvia G. Guirado

Ilustrado por:
David García Forés
Desiree Arancibia
Marta García

¿Qué haríais si desaparecieran todos los colores del mundo?

A mi compañera Cristina siempre le regalo libros. Se puede decir que se ha convertido casi en una tradición. El último año salí en busca de uno que pudiera gustarle. Pero no quería un libro cualquiera. No. Quería un libro original. Uno del que la gente no estuviese hablando desde hacía meses. Quería sorprenderla con algo nuevo. Y gracias a Los colores olvidados lo conseguí.

Llegué a la librería con la intención de tardar un buen rato hasta que diera con lo que iba buscando, pero cual fue mi sorpresa cuando antes siquiera de entrar en la tienda encontré el escaparate vestido con este libro de cuentos. Me gustó mucho la portada, y yo soy una persona que se guía mucho por las portadas de los libros. Subí a buscarlo y me lo llevé sin pensarlo demasiado. Cuando estaba bajando las escaleras mecánicas para llegar a las cajas noté que un chico se me quedaba mirando mientras yo abría al azar las páginas. Le miré. Me volvió a mirar y me preguntó dónde había cogido el libro. Llevaba un buen rato buscándolo y no lo había encontrado aún. Le expliqué dónde podía encontrarlo y le advertí de que tuviera cuidado de no confundirse con el idioma porque habían puesto los que están en castellano mezclados con los que están en catalán. ¡A punto estuve de llevarme yo el que no entendía!

Unos meses después, en la feria del libro de Madrid, me encontré con Silvia y David firmando ejemplares del libro y volví a no pensármelo dos veces. Lo compré, esta vez para mí, y me lo firmaron en el momento. Ahora tengo el libro como un pequeño tesoro junto a La mecánica del corazón, firmado el mismo día por su autor en la caseta de la feria donde firmaban ellos. Desde ese día he tenido pequeñas charlas sobre libros con Silvia, bien a través del blog, bien a través de facebook. No voy a negar que me hace mucha ilusión verla por mi blog de vez en cuando.

El libro comienza con la historia de Carmesina, una niña preciosa que posee en sus ojos azules el único toque de color que existe en su mundo gris. Durante varias hojas trata de hacer ver a la gente que la rodea que un mundo más optimista es posible, que las cosas no tienen que ser o grises o nada, sino que pueden tener tantos colores que no sean capaces de escoger uno solo.

Es una lectura fácil y fresca que va acompañada de ilustraciones, lo que hace más especial y original el libro.

De los relatos me ha gustado que todos tienen su moraleja; te dan en qué pensar una vez los has terminado y no te dejan indiferente. Se podría decir que se le ha dado una vuelta a los clásicos de toda la vida y aportan un punto de vista tanto diferente como necesario. Por ejemplo en Una historia de princesas se habla abiertamente de la orientación sexual de una de las princesas, algo que jamás de los jamases había visto yo en cualquier otro cuento para niños. Yo no tengo hijos, pero si alguna vez los tengo, seré más partidaria de enseñarle este libro que cualquier otro cuento en el que la princesa tenga que ser salvada por el prícipe azul.

De las ilustraciones me ha gustado que aportan un valor añadido a la historia. Ya no sólo conoces la historia de Carmesina, sino que además la estás viendo. Te solidarizas más con ella al ponerle cara. Me ha gustado también los pequeños homenajes que se ha hecho en algunas ilustraciones. He visto tres, pero estoy segura que habrá más que se me escapan. En Serafín, el desafinado han dibujado al pajarito que acompaña siempre a Snoopy y que no sé cómo se llama; en No creo en la mala suerte han dibujado el famoso gato que se vende en todas las tiendas de todo a cien y que han protagonizado varios spots de una marca de cerveza. Me encanta este gato aunque no me gustaría tener uno en casa; por último, en la última página de La alianza tengo la sensación de ver la cara de un perrito monísimo con un montón de plumas en la cabeza. Casi como si fuera de verdad. También, en esa misma ilustración hay lo que parece un mando de consola debajo de la cabeza de vaca, aunque quizás ya sea cosa mía que quiero buscarle los tres pies al gato.

Antes de terminar el post, que ya me está quedando larguísimo, quería destacar las ilustraciones de Amour Fou. He de confesar que cuando las vi por primera vez pensé que eran muy serias y, por lo tanto, aburridas. Sin embargo una vez que te fijas bien en ellas descubres cosas que no habías descubierto en el primer golpe de vista. Me parecen realmente preciosas.

Así sucedió una noche, en que Mila superó sus temores sobre las aguas de río. Ya no había excusa ni motivo para seguir con aquel sinsentido lleno de razones y emociones. Como despedida, se regalaron una noche de loca pasión y de quererse mutuos. Luego cada uno siguió con su vida. Él buscando y ella entre aplausos. Y a cada semana que pasaba, él añorando los martes y ella recordando las noches.
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Y Serafín empezó a pensar en el jilguero maestro que le había descubierto su don para imitar, y en sus viajes, y en sus vuelos por el mundo, y se acordó de los loros verdes del Amazonas, de los jilgueros canarios, de los pájaros carpinteros tiroleses, de los subepalos australianos, y de todos los que le habían enseñado. Era cierto que sólo viviendo aquello podía haber descubierto quién era.

En resumen, el libro me ha gustado mucho. Cumple con su cometido de entretener, de ser original y de hacer pensar al lector, y no sé vosotros, pero yo creo que según están las cosas, no está mal.

En relación a la pregunta que pongo al comienzo del post me gustaría decir que yo haría como Carmesina y trataría de buscarlos, pero realmente no estoy del todo segura.

Hace muchos años el naranja era mi color, todo el mundo me identificaba con este color y a mí me gustaba que así fuera. Es un color alegre y por eso me gustaba relacionarme con él. Sin embargo de unos años para acá la cosa ha cambiado. Ya no soy seguidora del naranja igual que antes y ahora que lo pienso es algo que me asusta. ¿Ya no soy alegre como era? ¿He cambiado tanto como para no identificarme nada con el naranja? No lo sé. Lo que sí sé es que voy a tratar de cambiarlo de nuevo.

No acostumbro hacer esto, pero voy a dejar una pregunta abierta para que me dejéis vuestros comentarios. ¿Qué significan los colores para vosotros? ¿De qué manera os influyen? ¿Os identificáis con alguno en especial?

lunes, 26 de julio de 2010

El proyecto Williamson John Grisham

Es posible que la idea de crear este blog de libros naciera precisamente con este libro y es por eso que me gustaría dedicarle un post completo. Se lo merece.

Hace un par de años escribí este mismo post que vais a leer a continuación en mi otro blog. Sin yo saberlo había escrito la primera entrada de Once_upon_a_time sólo que en el lugar equivocado, es decir, en Pasaba por aquí. Ahora por fin, tendrá un sitio donde le corresponde.

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Hace dos o tres días volvía del trabajo en el autobús leyendo El Proyecto Williamson. Como siempre subí en la primera parada y no había nadie más a mi lado. Una o dos paradas después entraron unos señores con sus respectivas. Supe que iban juntos porque uno le hizo un gesto al otro para que se sentara enfrente de él. Por lo demás no lo habría sabido nunca porque no llegaron a cruzar una sola palabra. Poco antes de mi parada el hombre que iba a mi lado se me acercó en el asiento y me dijo —que aproveche—. Yo le miré de pronto sin saber si me hablaba a mí o no. Él me sonrió y me dijo —hija, que afición—. Ya supe que se refería a mí y a mi libro. Le dije que estaba en un punto muy interesante y él me dijo —Enhorabuena por tu afición—. No sé muy bien por qué. Tampoco le di más vueltas. Volví a la lectura y me olvidé del señor. Poco después me di cuenta de que el hombre tenía parte de razón. El libro me ha enganchado de tal manera que, no sólo ese día, sino cada vez que lo abría, me quedaba embobada leyendo.

Creo que acabo de terminar el libro que más me ha impactado de todos los que he leído en mi vida.

Puede que porque contara una historia real. Puede que fuera por el tema que trataba. El caso es que hay pocos libros que me hagan llorar en algún punto de la lectura y éste me ha tenido todo el tiempo con el corazón en un puño.

¿Habéis leído alguna vez a John Grisham? En 2005 cayó en mis manos El Jurado. Lo leí y me gustó mucho a pesar de no entender gran parte de la jerga que se utiliza en el libro. El autor es abogado y es normal que utilice vocabulario jurídico. Ejerció durante años hasta que le dio por escribir novelas. Desde entonces le ha ido tan bien que no ha vuelto a ejercer (hasta donde yo sé). Tres años después leí El Cliente y me ocurrió más de lo mismo. Mucha intriga. Demasiados personajes. Bastante jerga. Y todo para realizar un libro que también me gustó muchísimo. El Proyecto Williamson cayó en mis manos hace unos días por pura casualidad. Lo había visto hacía unas semanas en una tienda. No me llamó especialmente la atención, pero un día en la biblioteca, a cinco minutos del cierre, me decidí a sacar un libro porque no me apetecía leer ninguno de los que tenía en casa sin leer. Me dirigí a un pasillo al azar y aparecí delante de la estantería de John Grisham. Como hacía poco que había leído El Cliente me paré para ver si había alguno que me entrase por los ojos. Y ahí estaba él. El Proyecto Williamson. Lo cogí, leí otra vez el resumen del final y me fui a casa con el libro debajo del brazo.

No voy a contar demasiado del libro. Basta con leer la sinopsis para saber no sólo de qué va, sino también cómo acaba. Dos personas, Ron Williamson y Dennis Fritz, fueron acusadas injustamente de asesinato y juzgadas en 1988. El primero fue condenado a muerte. El segundo a cadena perpetua. El primero, protagonista del libro por así decir, estaba completamente desequilibrado mentalmente, pero era muy inteligente. El segundo también era inteligente, pero se mantenía en sus cabales como podía.

Un día antes de que se iniciara el juicio contra Ron Williamson el juez Jones quiso saber si entendía la importancia de las acusaciones y se mantuvo la siguiente conversación:

—Quiero ver cómo se encuentra para su comparecencia de mañana y asegurarme de que no provocará ninguna alteración del orden. ¿Comprende mi preocupación?
—Mientras no empiecen a decirme que he matado a alguien…
—¿Acaso cree eso?
—Pues sí lo creo. Y no me parece nada bien.
El juez Jones sabía que Ron había sido un destacado deportista y decidió utilizar la analogía de una contienda deportiva:
—Un juicio es como un partido de fútbol. Cada bando tiene la oportunidad de atacar y defender, y nadie puede oponerse a que cada bando tenga sus oportunidades. Son las reglas del juego. Un juicio es igual.
—Sí —repuso Ron—, pero yo soy el balón que recibe los puntapiés.

A lo mejor después de leer el libro tiene mucho más significado que sin leerlo, pero las respuestas de Ron me encantaron. Sobre todo tratándose, como se trataba, de un enfermo mental.

miércoles, 21 de julio de 2010

Nunca olvides que te quiero Delphine Bertholon

Delphine ha escrito una pequeña joya que no me cansaré de recomendar nunca.

Hace unos años empecé a escribir una “novela”. La idea era presentarla a un concurso una vez finalizada pero por supuesto nunca llegó a ver la luz. A decir verdad, nunca llegué a terminarla. Empecé a escribir con ganas, como siempre que empiezo a escribir una historia nueva, pero una vez que tomó forma lo fui abandonando hasta que al final cayó completamente en el olvido. Al final ni historia, ni concurso, ni .

Posiblemente os estaréis preguntando a qué viene que cuente esto ahora si ya hace tanto tiempo que cayó en el olvido de una manera tan rotunda y estrepitosa, y no es por otra cosa que la trama era la misma que la de Nunca olvides que te quiero: un secuestro.

Me ha venido a la cabeza y me han dado ganas de continuar lo que empecé hace tantos años. ¿Quién sabe?, igual retomo la idea de seguir con la historia.

La historia está contada por tres personas: una niña secuestrada, su madre y su profesor de tenis.

Entre los tres nos cuentan, siempre en primera persona, cómo vive cada uno el secuestro. Madi, a través de sus cuadernos a modo de diario; su madre, a través de las cartas que le escribe a su hija a pesar de que sabe que nunca se las llegará a enseñar; y Stan, profesor de tenis y amor platónico a modo de historia.

Madi es una niña de 10 años que desaparece un día después del colegio. Su historia la conocemos a través de 3 cuadernos en el que, a modo de diario, cuenta al lector tanto lo que le ocurre con su secuestrador como lo que va pasando por su cabeza. A base de empatizar con R. (el hombre que la raptó) consigue ciertas recompensas tales como salir de la "habitación" en la que vive, ver la tele de vez en cuando o ropa nueva de su gusto.

He de reconocer que me chocó muchísimo que le pusieran el nombre de Madi a la niña protagonista. Quizás pensaron que al ponerle ese nombre la historia podía parecer más real, no sé. Sea como fuere, me llamó mucho la atención cuando después de varias hojas salió el nombre de Madi.

Nunca olvides que te quiero es la frase con la que la madre de Madi termina todas y cada una de las cartas que escribe a su hija mientras ella está secuestrada. Me parece una frase realmente adecuada para cerrar una carta como las que escribe a lo largo de todo el libro. De hecho me parece una frase adecuada para casi cualquier tipo de carta personal. Yo nunca me he visto en una situación como ésta en la que alguien a quien quiero desaparece, pero entiendo perfectamente lo que la madre de Madi siente cada vez que coge un papel y un boli y se pone a escribir. Yo también lo he hecho cuando me he encontrado de bajón por algo. Normalmente siempre relacionado con el mal de amores. Pero es cierto, he sentido la misma liberación que ella mientras escribía. Cuando me he sentido mal, cuando he pensado que nada tenía sentido y cuando he sentido el corazón hacerse cada vez más pequeño hasta casi desaparecer, escribir me ha "devuelto a la vida". Ver las cosas escritas me hace verlas de otra manera. Igual que a la madre de Madi.

Por último está Stan, el profesor de Madi diez años mayor que ella. Tiene el presentimiento de que ella está viva, que se encuentra escondida en algún lugar. Es de las pocas personas que sigue pensando que la niña está con vida aún. Durante el tiempo que Madi está desaparecida él tiene una relación con una chica que le deja con el corazón destrozado. Nunca ha sentido tanto amor por alguien y no entiende que la otra parte no sienta lo mismo.

Cultivo a pesar de todo la esperanza de llegar a ser un mecanismo favorable en la formación de las generaciones futuras y, a pesar de mis numerosas desilusiones, cada alumno que consigue gracias a mí amar los libros constituye mi pequeña victoria personal. Digamos que en la gran inutilidad del mundo me siento útil. Sin embargo alguien está avivando para mi futuro próximo algunas modificaciones, por las buenas o por las malas. Una mujer joven me robó la vida; una niña parece querer devolvérmela.

Nunca olvides que te quiero es una de las mejores novelas que he leído últimamente. Te deja con ganas de más incluso antes de terminarla. No quieres que acabe pero tampoco quieres dejar de leer en ningún momento.

miércoles, 14 de julio de 2010

Sabor a Chocolate José Carlos Carmona

Hoy me ha pasado algo curioso, y es que he terminado dos libros que tenía empezados. Por lo general no acostumrbo a leer libros a pares, pero llevo unas semanas haciéndolo y no me está yendo mal del todo. Con todo esto lo que quiero dar a entender es que voy a escribir dos post el mismo día. Creo que es la primera vez que se da este hecho.
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Hace unas semanas tuve que cambiar mi autobús de siempre para llegar al hospital donde estaba mi abuelo ingresado. El primer día que lo cogí conocí a Jesús, el conductor del autobus, y empezamos a hablar de libros. En concreto del segundo de la saga Millenium que era el que yo estaba leyendo en ese momento. Al día siguiente volvimos a encontrarnos y fuimos todo el camino hablando de libros otra vez. El tercer día nada más verme me dejó un libro que a él le había gustado mucho y que pensó que me podía gustar. La verdad es que el libro es muy cortito y se lee con mucha faclidad. Lo había visto alguna vez en librerías y en internet, pero no tenía ni idea de qué iba. El libro en cuestión se llama Sabor a chocolate, y ésta que os he contado es la pequeña historia de cómo llegó a mis manos.

A pesar de ser un libro optimista puesto que a pesar de los golpes que van sufriendo los personajes siempre terminan saliendo adelante y viendo el lado positivo de las cosas, me parece un libro muy triste y a la vez dulce.

Adrian es un chico que no puede evitar enamorarse de Alma, quien sin embargo no le presta la menor atención. Pasa el tiempo y Adrian decide montar una tienda de chocolates para endulzar la vida de Alma. Poco a poco empiezan a pasar tiempo juntos y parece que el amor puede surgir en cualquier momento entre los dos. Sin embargo ella decide casarse con un capitán de la aviación norteamericana y viaja a EEUU con su marido. Allí pasará una gran parte de su vida con su hermano, su cuñada y su sobrina. Su marido muere a los pocos años de la boda.

Mientras tanto Adrian decide casarse con una muchacha que ha emigrado de su país y comienzan una vida juntos. Ella toca el violín en la orquesta del padre de Alma y por las mañanas despacha en la tienda de choclolates; sin embargo no es feliz del todo porque no consigue quedarse embarazada y decide acabar con su vida.

A estas alturas Alma echa tanto de menos su tierra natal que decide volver para reencontrarse con su "amado" Adrian y terminan casándose.

Sin embargo a pesar de que para mí el verdadero protagonista es Adrian, que fue capaz de levantar una fábrica de chocolate sólo para cortejar a una mujer y endulzarle la vida, Eleanor, sobrina de Alma y más tarde también de Adrian, será al final el personaje que tiene más peso en la historia. Al menos para mí.

Como he dicho antes es un libro bonito, triste y dulce que merece la pena ser leído tanto a pequeños mordiscos como devorado a grandes bocados.

Era el año 1927 y Adrian Troadec tenía 23 años. Fue entonces cuando por primera vez en su vida probó el sabor del chocolate.
...
... Adrian Troadec comprendió que Alma Trapolyi corría después de los conciertos porque necesitaba tomar algo dulce tras el esfuerzo físico y la tensión desplegada durante ellos.
Adrian Troadec lo supo entonces: la conquistaría con dulces chocolates.

Millenium 3 - La reina en el palacio de las corrientes Stieg Larsson

Mientras leía La reina en el palacio de las corrientes pensaba que es curioso cómo son de dependientes unos personajes de sus creadores. En este caso con la muerte de Stieg Larsson podría decirse que también han muerto Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. Nunca sabremos qué pasará entre ellos después de unos años; ni qué será de la relación de Erika y Mikael; ni si Millenium seguirá siendo una gran revista durante mucho tiempo. Simplemente, ya no existen más. Están muertos.

Para mí sólo queda un cabo suelto al final de la trilogía, y es el no saber qué ocurre con la hermana gemela de Lisbeth, la cual todo sea dicho de paso, no aparece ni una sola vez en el libro excepto cuando la mencionan otras personas. Podría ser el punto de partida para una cuarta entrega.

Lisbeth Salander

La primera parte del libro Lisbeth se encuentra ingresada en un hospital después de haber recibido varios tiros al final de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Durante un tiempo está luchando entre la vida y la muerte, pero como todos sabemos Lisbeth es la protagonista y nadie duda de que se pondrá bien a lo largo del libro. A pesar de estar aislada consigue hacerse con un ordenador para ponerse en contacto con el mundo exterior y planear desde dentro la estrategia a seguir durante el juicio.

Mikael Blomkvist

Hace tiempo que cree que Lisbeth ha sido una victima de una conspiración y lucha con todos los medios a su alcance para demostrarlo y devolverle su libertad. Y todo a pesar de no contar con demasiado apoyo por parte de la propia Lisbeth. Decide escribir un libro en el que se explica toda la conspiración y donde se descubre los nombres de todas las personas implicadas. Su idea: publicar al tiempo que tiene lugar el juicio contra Lisbeth Salander.

Alexander Zalachenko

Se encuentra ingresado en el mismo hospital que Lisbeth. A pesar de encontrarse herido y dolorido sigue con la idea fija de matar a su hija y olvidarse de ella de una vez por todas. Sin embargo su encargo de asesinarla no le traerá nada más que desgracias. El grupo secreto del gobierno que se ocupa de Zalachenko decide, cansado como está de protegerle siempre que comete algún delito, acabar con él en lugar de con su hija y terminan matándole de un tiro en el propio hospital.

Erika Berger

Ha dejado la redacción de Millenium para empezar un nuevo proyecto en un importante grupo editorial. Sin embargo, no parece ser bien recibida por todos sus compañeros y comienza a recibir emails amenazándola e insultándola. Por otro lado su relación amorosa con Mikael empieza a tambalerase cuando él empieza una relación con Monika Figuerola, una policía que sigue el caso de Lisbeth Salander y la conspiración.

- ¿Qué tal? -preguntó Erika cuando colgó.
- Creo que soy feliz -dijo.
Ella se rió.
- La sección va a arrasar. Están como locos en todas las redacciones. ¿Quieres ir a Aktuellt a las nueve para hacer una entrevista?
- No.
- Me lo imaginaba.
- Vamos a tener que hablar de esto durante meses. No hay prisas.
Ella asintió.
- ¿Qué vas a hacer esta noche?
- No lo sé.
Mikael se mordió el labio inferior.
- Erika... Yo...
- Figuerola -dijo Erika Berger, y sonrió.
Él asintió.
- ¿Va en serio?
- No lo sé.
- Ella está enamoradísima de ti.
- Creo que yo también estoy enamorado de ella -dijo él.
- Me mantendré alejada hasta que lo tengas claro.
Él hizo un gesto afirmativo.
- Bueno, a lo mejor -aclaró ella.

En el libro aparecen muchos otros personajes importantes, pero es imposibles hablar de todos y cada uno de ellos.

A pesar de que Lisbeth es un persona muy peculiar en su forma de ser, consigue despertar simpatías entre mucha gente; unos han tenido trato directo con ella y otros simplemente creen que se la ha tratado de manera injusta toda su vida. Todos ellos se juntan para tratar de descubrir la verdad y ayudarla a hacer su vida de nuevo.

El libro me ha gustado, pero quizás esperaba algo distinto. Me han gustado mucho las historias, tanto la del primer libro como la de los dos últimos, pero creo que no habría aguantado hasta ocho o nueve libros. Por lo menos no en este momento. Las intrigas me gustan, pero en este caso el final era bastante predecible. Por último destacar que la traducción me ha gustado bastante, pero no entiendo que hayan dejado partes en inglés sin traducir. Me imagino que las partes que están en inglés en el libro, también estaban en inglés en la versión original (escrita en sueco), pero no les costaba nada poner un asterisco. Yo personalmente no tengo problema con el inglés y he entendido todo lo que ponía, pero también hay que tener en cuenta que hay muchas personas que no saben una palabra de inglés y que se están perdiendo pequeñas frases o palabras que pueden ser interesantes para el desarrollo de la conversación.