Por fin puedo traeros la reseña del libro que PriceMinister me ha enviado. Como me imagino que ya sabéis, recibieron un montón de solicitudes para participar en esta iniciativa y por eso se retrasó mucho el envío de algunos libros. Yo reseño fuera de plazo porque recibí el libro bastante tarde.
James Sveck es un adolescente bastante peculiar. No digo raro porque todos sabemos que los adolescentes son (hemos sido) raros en algún sentido, pero sí diferente. No le gusta ni hablar, ni estar con la gente y mucho menos cuando son de su edad. Prefiere rodearse de libros a relacionarse con otras personas y eso es algo que preocupa, y mucho, a sus padres. Estos están divorciados desde hace muchos años, su madre ha vuelto a casarse dos veces pero ninguna le ha ido bien y su padre ha preferido quedarse soltero. No tienen mucho trato entre ellos pero les une la preocupación que sienten por James. Al final deciden enviarle a una psiquiatra para que hable con él. A parte de sus padres y la doctora las únicas personas con las que habla James es con su hermana mayor, con la que tiene la típica relación hermano-hermana de amor-odio, y con su abuela y con John, un hombre que trabaja en la galería de arte de su madre.
El gran sueño de James es comprarse una casa de campo e irse allí él solo a leer sus libros, y el de sus padres es que vaya a la universidad de Brown, donde ya le han aceptado, y a donde él no quiere ir.
La historia me ha gustado aunque el final me parece tan tan rápido que me he quedado con la cosa de si habrá segunda parte (ya sé que no, pero es la sensación que me ha quedado) No sé, me parece que al final quedan muchas cosas por contar. Demasiadas bajo mi punto de vista, pero bueno, por lo demás me ha gustado mucho. El libro se lee muy fácil. Está narrado en primera persona de forma ágil y con comentarios mordaces e irónicos en algunos casos.
La mayoría de mesas era para cuatro o seis comensales, pero en la plataforma más elevada había mesas para dos y sabía que si yo me sentaba en una de ellas, nadie se sentaría conmigo y acerté: nadie lo hizo.
Hace tiempo, -esto aunque penséis que no viene al caso, sí que viene-, yo llevaba un diario en el que iba escribiendo mi vida, pero con la llegada de mis blogs lo fui dejando abandonado poco a poco. Me di cuenta de que lo que a mí me gustaba del diario era escribir. Poner por escrito lo que me pasaba y lo que sentía. Con el paso de los años, sin embargo, me he dado cuenta de que no era exactamente eso lo que pasaba y al final he terminado haciendo de mis blogs, mi diario. El caso es que no puedo hablar de este libro y no decir que he entendido a James en todo lo que nos ha contado en Algún día este dolor te será útil porque se parece demasiado a mí. No llego a los extremos de no querer relacionarme con la gente, no. Me encanta quedar con gente, eso sí, siempre y cuando sea mi gente. Quedar con personas que no conozco me da mucha pereza y si puedo evitarlo lo evito. Soy de las que tiene pocos, pero buenos amigos. Y me gusta que sea así. Saber que hay pocas personas en mi agenda del móvil, pero también saber que si les necesito no tengo más que marcar su número. En definitiva soy una persona solitaria. Lo sé, y aunque me gusta ser así, -yo lo he elegido-, también hay veces que, inevitablemente, me siento sola e incomprendida, igual que James.
Entiendo a James mejor de lo que había esperado, pero también entiendo la preocupación de sus padres porque la he visto en mis padres y en mis hermanas en alguna ocasión, así que con cada palabra que he leído no he tenido por más que ir recapacitando sobre la vida. O mejor dicho ir recapacitando sobre mi vida.
No sé vosotros qué pensáis, pero para mí que un libro consiga hacer algo así es algo muy raro. Hay libros que emocionan, hay libros que divierten, pero dar con un libro que te haga replantearte las cosas es muy difícil de encontrar. Y yo en Algún día este dolor te será útil, lo he encontrado.
James me parece un chico especial, diferente al resto de adolescentes que, sencillamente, me ha encantado conocer. No sé si este libro será elegido el libro del año por
PriceMinister o no, pero lo que sí sé es que a mí me ha parecido un gran libro.
Traducción de Jordi Fibla.