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martes, 27 de septiembre de 2016

La frase del martes - 169


Muchas personas gastan su bienestar para ganar riqueza, y luego gastan su riqueza para ganar bienestar.

-A.J. Reb Materi

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El chico que nunca existió Sjón

Es la primera vez, que yo recuerde, que leo a un autor islandés. Este libro es uno de los que se ha cruzado conmigo en el trabajo y que me llevé a casa porque la curiosidad me pudo. Es muy cortito y se lee muy rápido. Trata, además, un tema interesante como es la homosexualidad a principios del siglo XX.
 
El libro empieza fuerte, con un chico, el protagonista, practicando sexo oral a un hombre. Tengo que reconocer que me chocó leer ya en la primera página una escena de sexo explícito. No os penséis con esto que acabo de decir que abusa el autor de estas escenas porque no es así. Que las hay es cierto, pero aparecen cuando tienen que aparecer y siempre contado con naturalidad y evitando caer en la ordinariez. El chico se prostituye a otros hombres con toda la discreción posible en un momento en el que la homosexualidad es un tema tabú y prohibido.
 
La aparición de una epidemia provoca que la gente se encierre en sus casas, bien porque se han contagiado y están enfermos o bien porque no quieren contagiarse. Nuestro protagonista colabora durante ese período con el doctor y con una chica que conduce el coche del médico. Esta chica, además de en este momento, aparece a lo largo de la novela en varias ocasiones rondando siempre la mente del chico, lo que me ha hecho dudar sobre sus gustos. Queda muy claro que los hombres le  ponen pero habla de ella como si de una diosa se tratara.

Por último me gustaría mencionar el cine ya que el chico es gran aficionado a las películas. Hay dos salas de cine en Reikiavik y va a las dos siempre que puede. Se mencionan muy a menudo en la novela.
 
El chico que nunca existió es un libro diferente a lo que estoy acostumbrada a leer. Hubo un momento, al poco de comenzar la lectura, que pensé que no me iba a gustar demasiado. También pensé que tal vez no estaba captando toda la esencia de la historia. No sé cómo explicarlo bien pero me resulta un libro sencillo y complicado a la vez. Ahora, dos días después de haberlo leído, pienso en él como un buen libro, uno que me ha gustado y en el que me he descubierto pensando varias veces. Eso tiene que significar algo, ¿no os parece?

Junto a la coincidencia del petardeo del motor y los movimientos de la cabeza y la mano, el chico también empieza a ocuparse de sí mismo. Y aunque esta noche tenía intención de no tocarse, no puede evitarlo...

martes, 20 de septiembre de 2016

La frase del martes - 168


No corras, no te preocupes. Estás aquí sólo de visita. Merece la pena que te detengas a oler las flores.

-Walter Hagen

domingo, 18 de septiembre de 2016

Y entonces, tú Nieves García Bautista

El amor huele a café fue el primer libro que leí de Nieves García Bautista y me dejó tan buen sabor de boca que no lo dudé cuando vi este libro en Amazon.

Los protagonistas son Estela y David, un matrimonio joven que ha perdido la chispa que una vez los unió. Ella pide el divorcio y él está de acuerdo pero, ¿quién abandonará la casa? Ninguno está dispuesto a dar su brazo a torcer así que los dos tienen que convivir mientras se siguen tirando los trastos a la cabeza. Ella se queda en el dormitorio y él se instala en el salón. Parece que los dos quieren pasar página y comienzan otras "relaciones"; sin embargo ambos se siguen buscando, aunque sólo sea para insultar al otro. Se necesitan. En un momento dado, cuando ya llevamos unos capítulos leídos, parece que David va sentando cabeza mientras que Estela se va perdiendo en una espiral de vicios, pero después vemos que los dos están igual de perdidos.

Hace mucho que los sábados dejaron de serlo, ya ni siquiera se esfuerzan por simular un cansancio, un dolor de cabeza o un malestar en la espalda. Él se dirige al salón y enciende el televisor; [...] Ella enfila hacia el dormitorio.

Poco a poco vamos conociendo a los dos personajes en profundidad. Cómo se conocieron, qué les atormenta, qué les hace ser como son y todo ello lo consigue la autora viajando al pasado, rebuscando en sus fantasmas.

No he leído nada de Alice Munro, pero en el libro se menciona un relato suyo con tanta pasión que me han entrado ganas de conocer algo de la autora. Para mí la conversación en la que aparece es una de las partes más bonitas de "Y entonces, tú".

Y hablando de conversaciones tengo que decir que me gusta mucho la facilidad que Nieves tiene a la hora de escribirlas. Creo que es algo muy difícil de escribir y ella lo hace con mucha naturalidad. Hace la lectura muy fluida y siempre te deja con ganas de más.

Me resultó curioso cuando comencé la lectura porque me esperaba algo un poco más ligero, en plan novela romántica, pero me equivoqué de pleno. Nos encontramos ante un drama, como lo es cualquier separación, que se te clava muy hondo. Toca muchos temas, que no voy a mencionar por no destripar mucho la trama, que nos muestran lo mal que puede acabar una persona si no tiene las suficientes motivaciones o una mano amiga que le ayude a mantenerse a flote.

"Y entonces, tú" me ha gustado mucho, muchísimo. Me he metido por completo en la historia de Estela y David. He sufrido con ellos y me he alegrado con ellos cuando algo bueno les pasaba.

El final del libro es el único "pero" que le pongo ya que aparece un giro inesperado que en mi opinión no altera el desenlace final y que, para mí, no era necesario. El epílogo, por su parte, me ha sobrado. Ha sido como el que hizo Rowling en el último libro de Harry Potter, que no lo he vuelto a leer ni lo haré en el futuro. Tampoco lo dejo cuando veo la película. En cualquier caso, la historia de David y Estela merece mucho la pena y esta parte no le resta fuerza. Es un libro muy recomendable.

Y vosotros, ¿conocéis ya a la autora? ¿Habéis leído alguno de sus libros?

martes, 13 de septiembre de 2016

La frase del martes - 167


El dolor es temporal, la gloria es para siempre.

-Mat Hoffman

Me gustó tanto esta frase que me compré una camiseta con ella impresa nada más terminar el Camino de Santiago. ¿No os resulta muy inspiradora?