Hace varios años encontré por casualidad un libro en la biblioteca que llamó mi atención. Lo cogí, lo leí, lo devolví, vi que tenía segunda parte y la leí también. El libro es El príncipe Siddharta y cuenta la historia de un chico llamado Siddharta (obviamente) y de cómo llega a convertirse en Buda. Uno de los personajes de estos dos libros es Narayani, la amante de Siddharta. Me gustó tanto su personaje que decidí “adoptar” su nombre para mí misma. Desde aquel día que devolví el libro a la biblioteca he utilizado el nombre de Narayani para cientos de cosas, entre ellas para dar nombre a mis dos blogs.
Hace poco más de un año conocí a una chica que leyó mi blog y se quedó con la historia de Narayani. Ella sabe que me gustó el libro y la historia que cuenta y que, además, me encanta leer. Ella se llama Brenda y me regaló el libro Siddharta de Hermann Hesse en mi último cumpleaños. La verdad es que el libro me ha gustado, pero más que eso, lo que me gustó fue el detalle de que me comprara algo que para mí es tan personal y, además, acertara. Hay pocos libros y pocos personajes que me hayan cautivado tanto. De hecho creo que son únicamente cuatro (cinco si contamos con un personaje de un libro infantil que me leí cuando era pequeña) los personajes que me han impactado y que de alguna manera me han influido en mi vida. Uno de los personajes fue, como ya he dicho, Narayani del libro El príncipe Siddharta y Bren dio en el clavo al hacerme el regalo.
Siddharta, como cualquier otra persona, busca la felicidad en la vida. Sin embargo no le resulta fácil encontrarla en el lugar en el que vive, por lo que decide pedir permiso a su padre para abandonar su pueblo y buscar la felicidad en otros lugares. No lo consigue a pesar de que cree que está siguiendo el camino correcto, por lo que después de un tiempo decide abandonar ese camino para unirse a otro distinto. Pasa por diferentes caminos hasta dar con el definitivo. El que le hace encontrar la paz y la felicidad.
Hace poco más de un año conocí a una chica que leyó mi blog y se quedó con la historia de Narayani. Ella sabe que me gustó el libro y la historia que cuenta y que, además, me encanta leer. Ella se llama Brenda y me regaló el libro Siddharta de Hermann Hesse en mi último cumpleaños. La verdad es que el libro me ha gustado, pero más que eso, lo que me gustó fue el detalle de que me comprara algo que para mí es tan personal y, además, acertara. Hay pocos libros y pocos personajes que me hayan cautivado tanto. De hecho creo que son únicamente cuatro (cinco si contamos con un personaje de un libro infantil que me leí cuando era pequeña) los personajes que me han impactado y que de alguna manera me han influido en mi vida. Uno de los personajes fue, como ya he dicho, Narayani del libro El príncipe Siddharta y Bren dio en el clavo al hacerme el regalo.
Siddharta, como cualquier otra persona, busca la felicidad en la vida. Sin embargo no le resulta fácil encontrarla en el lugar en el que vive, por lo que decide pedir permiso a su padre para abandonar su pueblo y buscar la felicidad en otros lugares. No lo consigue a pesar de que cree que está siguiendo el camino correcto, por lo que después de un tiempo decide abandonar ese camino para unirse a otro distinto. Pasa por diferentes caminos hasta dar con el definitivo. El que le hace encontrar la paz y la felicidad.
Es un libro que me ha dado que pensar, y no porque me sienta identificada con su doctrina, sino porque se ve muy claro que busca algo a lo largo de toda su vida y trata por todos los medios de conseguir encontrarlo, a pesar de desviarse de su camino en varias ocasiones. Varias veces cree encontrar lo que anda buscando y cuando se da cuenta de que se ha desviado del camino y que sigue igual que al principio, vuelve a ponerse en marcha por el mismo camino hasta que finalmente lo termina encontrando.
Algo a destacar que no me ha gustado demasiado del personaje principal es que siempre se ha creido (o yo lo interpreto así al menos) mejor o al menos diferente del resto de personas. Habla de los humanos como si él no perteneciera a esta raza y fuera ya un ser superior. Un dios al que hay que seguir. Al final del libro se da cuenta, sin embargo, de que no es tan diferente de ellos como él pensaba.
Para mí hay tres personajes a parte de Siddharta a destacar en este libro: uno es Govinda, su amigo de la infancia con el que se encuentra por casualidad varias veces a lo largo de su vida, otro es Kamala, una cortesana que le enseña el arte del amor y el placer humano y el último es Vasudeva, el barquero que le ayuda a encontrar lo que busca durante todo el libro. Sin embargo si tuviera que quedarme solo con uno sería con Kamala ya que he disfrutado mucho con las conversaciones entre los dos personajes.
-¿No te basta Siddharta como ahora está, con aceite en el cabello, pero sin vestidos, ni calzado, ni dinero?
Kamala replicó riendo:
-No, querido, no me basta. Ha de tener vestidos elegantes, zapatos bonitos, mucho dinero en la bolsa, y regalos para Kamala. Ahora ya lo sabes samana del bosque. Espero que no lo olvides.
-Claro que no lo olvidaré -exclamó Siddharta-. ¿Cómo podría olvidar palabras salidas de semenjante boca? Tu boca es como un higo recién abierto, Kamala. La mía también es roja y fresca, y hará juego con la tuya, ya verás. Pero dime hermosa Kamala, ¿no le temes al samana del bosque que ha venido para que le enseñes el amor?
-¿Por qué habría de temerle a un samana, un necio samana del bosque que sólo ha vivido entre chacales y no tiene la menor idea de lo que es una mujer?
-¡Oh! El samana es fuerte y nada lo amedrenta. Podría forzarte, hermosa muchacha. Podría raptarte o hacerte daño.
- No, samana, no es eso lo que temo. ¿Acaso un samana o un brahmán han temido alguna vez que alguien pudiera asaltarlos y robarles su erudición, su piedad o sus pensamientos más profundos? No, pues forman parte de sí mismo y él da sólo lo que quiere dar y a quien le place dárselo. Lo mismo ocurre con Kamala y los placeres del amor. Bella y encarnada es la boca de Kamala; pero intenta besarla contra su voluntad y no obtendrás de esa boca, que tantas delicias sabe prodigar, ni una sola gota de dulzura. Tienes facilidad para aprender, Siddharta, pues aprende también esto: el amor se puede mendigar, comprar, recibir como regalo o recoger en la calle, ¡pero robarlo es imposible! Has elegido un camino equivocado. No, sería lamentable que un joven tan hermoso como tú empezara tan mal.
4 comentarios:
Herman Hesse es uno de mis escritores preferidos desde hace mucho tiempo.
No recuerdo el personaje de Narayini, si que me acordaba de los otros 3 que nombras al final, tendré que volver a releerlo que hace muchos años.
Narayani perdon :)
Hola Coltra, antes de nada no leas el libro de Herman Hersse buscando a Narayani porque no la encontrarás. Lo saqué de un libro que hablaba del príncipe Siddharta, pero no era éste :-p
De este autor no he leído más, pero si tienes algún libro que me puedas recomendar soy toda oídos.
Gracias por comentar!!
Por eso no me acordaba :), de Hermann Hesse realmente me gustan todos sus libros, seguramente su obra más completa sea "El juego de los abalorios", pero el resto también estan muy bien, mis preferidos quizas sean el anterior, "Peter Camenzind" (fue el primero que lei de él) y "Narciso y Golgdmundo" (ambientado en la edad media)aunque su obra más conocida es la de "El lobo estepario"
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