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martes, 31 de mayo de 2011

Pastillas contra el dolor ajeno

Todas las entradas que hago en este blog están relacionadas con la lectura de un modo u otro. Ésta, sin embargo, he querido hacerla de algo completamente diferente. De hecho, la he escrito (y la he publicado) en mi otro blog, pero como éste es el que tiene las visitas me he tomado la libertad de publicarlo también para que el mensaje pueda llegar a más personas.

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PASTILLAS CONTRA EL DOLOR AJENO - MSF

Una de las cosas que quise ser de pequeña era médico. Tener el poder de curar a una persona o de salvar una vida. Lo pensaba y casi me podía ver dentro de un quirófano con un pijama y un gorro verde y un bisturí en la mano. En mi adolescencia ya sabía que no sería médico, pero aún así no podía evitar verme de nuevo pensando en qué sería salvar vidas cuando veía la serie Urgencias. Salvar vidas realmente molaba.

Este fin de semana he estado en San Sebastian en el festival del Sol de publicidad viendo la entrega de premios y esta campaña fue la gran ganadora. Se trata de una campaña que Médicos Sin Fronteras (MSF) ha llevado a cabo con gran éxito y de la que no os voy a contar nada más. Eso sí, os voy a dejar con el vídeo que pusieron en la entrega de premios. Nada que yo pueda contar podría superar el contenido del vídeo. Os pido un poco de paciencia porque es un vídeo de 5:01, aunque a mí, sinceramente, se me hizo corto.



No os digo más que la gente del Kursaal terminó en pie aplaudiendo. A mí me pareció muy emocionante.

Yo no soy médico, como todo el mundo sabe ya a estas alturas, pero sí me veo capacitada (y obligada) a recetar a todo el mundo estas Pastillas contra el dolor ajeno. Es 1 de los 10 medicamentos más vendidos en España, así que supongo que muy malo no será...

La campaña es de Germinal Comunicación, una agencia pequeña pero que gracias a esta campaña ha llegado a lo más alto. Desde aquí me sumo a todas las felicitaciones que estará recibiendo estos días.

Felicidades y, por supuesto, ¡¡gracias por concienciarnos!!

jueves, 26 de mayo de 2011

Feria del libro de Madrid 2011

El año pasado subí esta noticia en Globedia sobre la feria del libro y he pensado que en el blog quedaría perfectamente bien también, así que ¡ahí va! Toda la información necesaria para esta feria de Madrid.

Todos los años por esta época los amantes de la literatura tenemos una cita obligada en la feria del libro de Madrid. Tiene lugar en el parque del retiro, donde a parte de las casetas podremos encontrar sombras para tumbarnos a leer, terrazas para tomar algo fresco o simplemente pasear.

Desde hace unos años no dejo pasar la oportunidad de acercarme y comprar los libros con un 10% de descuento (es el único momento, a parte del día del libro, que se puede comprar libros con este descuento. El resto del año el descuento máximo autorizado por ley es del 5%) por lo que normalmente salgo de allí con las manos llenas de bolsas. Por lo general voy siempre en fin de semana por lo que coincido con más gente que en una manifestación. Es por esto (y porque algunas veces puedo ser bastante indecisa) que llevo una lista de libros pensada de antemano para poder comprar directamente lo que me interesa. Este año por ahora sólo llevo uno en mente, pero seguro que cotilleando por las casetas encuentro algo más.

Lo que tienen de bueno los fines de semana, a parte del ambiente si te gusta el agobio de gente, es que tienes un autor en cada caseta para que te dedique su obra. Yo soy bastante perezosa para esas cosas, aunque el último año lo hice y acabé muy satisfecha con mis elecciones. Siempre llevan a los mejores así que muchas veces no sabes ni a dónde dirigirte. Están los que están de actualidad por alguna novela recién publicada o los que ya de por sí tienen un nombre y van a firmar ejemplares de su obra completa. Si realmente sois fans de algún escritor tarde o temprano le tendréis a mano en la Feria del Libro de Madrid.

Yo este año me he encaprichado del nuevo libro de Isabel Allende, que ya está a la venta. Estará firmando el día 11 de junio de 11:00 a 14:00 (no me quiero imaginar las colas) y yo casi seguro estaré por allí. El título de la novela es El cuaderno de Maya y tiene muy buena pinta.

CONSEJOS PRÁCTICOS

Por último me gustaría aconsejar a todo el que vaya a ir que se lleve botellita de agua o algún tipo de refresco para hidratarse (sobre todo si se va con niños), un calzado cómodo y cerrado para evitar que se meta arena en los pies, un gorro o sombrero para evitar insolaciones y mucha paciencia (sobre todo los fines de semana)

Ló único que cambiaría de la Feria es el horario, ya que en un par de ocasiones he pasado a medio día y está cerrado. Entiendo que son las horas de más calor pero conozco mucha gente que tiene la hora de la comida libre y cuando ha llegado allí estaba cerrado.

Del 27 de mayo al 12 de junio
Lunes a Viernes de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:30
sábados, domingos y festivos de 10:30 a 14:30 y de 17:00 a 21:30

miércoles, 11 de mayo de 2011

El bolígrafo de gel verde Eloy Moreno

Cuando era pequeña vi Armas de mujer y quise ser igual que Melani. Una ejecutiva con traje, despacho en un edificio altisimo y maletín. Caminar con prisa por la calle como si fuera a algún lugar importante con los tacones pisando fuerte en la acera.

Hace un par de meses estando mi hermana pequeña y yo en la cocina le dije:

-A mí lo que realmente me gustaría hacer es irme a vivir a un pueblo costero, pequeño, así del tipo del de doctor Mateo. Hacer lo mismo que ha hecho él, dejar su vida en una gran ciudad y empezar de cero.

Ana, que así se llama mi hermana se quedó callada un rato, después continuamos con la conversación hasta que de pronto me dijo:

-Es que me has dejado de piedra. No tenía ni idea de que quisieras eso en tu vida.

Y era verdad. Ella no lo sabía. Ni si quiera yo lo sabía. Lo venía pensando desde hacía mucho tiempo pero nunca lo había dicho en voz alta y no sabéis cómo cambia la cosa al hacerlo público...

El bolígrafo de gel verde está narrado en primera persona por un hombre que hace tiempo ha perdido la ilusión por su vida. Despertar cada mañana, asearse, desayunar, arreglar al niño, ir a trabajar, volver a casa, cenar con su mujer y volver a dormir se ha convertido en pura rutina y, por ende, en un suplicio para él. Se da cuenta de que no es ésa la vida que él quiere y en unas pocas semanas comienza a trazar un plan para cambiarla.

Su vida transcurre casi todas las horas del día entre las cuatro paredes de la oficina en la que trabaja, así que es allí donde comienza a dar rienda suelta a sus pensamientos.

Un día un bolígrafo de gel negro le desaparece de su sitio y por más que lo busca no logra encontrarlo. Sabe que alguien se lo ha cogido, pero no sabe quién, así que se propone encontrar a la persona que roba bolis y se compra un bolígrafo que nadie más pueda tener. Uno con un color que no use absolutamente nadie. Se compra un bolígrafo de gel verde.

Una vez que le desaparece no ceja en su empeño para encontrar al ladrón, y puesto que su vida ya no es vida desde hace tiempo, decide hacer horas extras en la oficina para quedarse solo y buscar por la planta su boli.

No hace falta avanzar mucho en la historia para darte cuenta de que el protagonista es un hombre triste, casi deprimido, que no sabe cómo hacer bien las cosas. Ni siquiera es capaz de intentarlas. Desde el principio, donde te cuenta su infancia, se ve que mira al pasado con nostalgia, con una infinita tristeza por lo que pudo haber sido y no fue.

Ya de adulto conoció a Rebe, la chica de sus sueños, y se casó con ella. Sin embargo ahora las cosas entre ellos no son como deberían haber sido. Son casi como dos extraños viviendo en una misma casa y eso es, precisamente, lo que él quiere cambiar.

De la mitad al final del libro nos encontramos con un hombre más valiente pero igual (o más) triste que al principio. Dispuesto a afrontar sus miedos, quizás porque es lo que quiere hacer, quizás porque no tiene más remedio. El caso es que poco a poco va consiguiendo avanzar en su camino. Aquí los amantes del senderismo como yo disfrutaréis mucho y posiblemente entendáis cosas que no todo el mundo entienda. La sensación de llegar a lo alto de una montaña. Llegar al refugio. Conocer la camaradería...

Normalmente me quedo con una sola frase o párrafo del libro. Esta vez pondré varios que me han encantado y además en color verde. Esta vez me olvidaré del azul...

Vi, aquel día que ya era noche, uno de los paisajes más insolentes, más presumidos y más hermosos que he visto en mi vida. El refugio nacía en medio de un lago. Una pequeña península en cuyo centro, con prepotencia, se erigía una gran casa de dos plantas.
.....

Finalmente con paso lento, arrastrando los pies, sin mirar abajo, subiendo escalones de más de medio metro: uno, dos, tres, cuatro... cinco... seis... y el último... conseguí llegar a la cima.
Algo en mi vida había cambiado.
La vida y yo nos miramos frente a frente. Sonreí desde allí arriba a Pippi.
....

Me desplomé en la silla negra ergonómica de cinco patas con ruedas.
Con chaqueta, corbata y camisa, apoyé mi cabeza sobre la mesa.
Y allí cerré los ojos para permitirme treinta segundos de soledad, de pensamientos sin sentido, en el interior de una vida que tampoco lo tenía.

Esta novela marcará sin duda un antes y un después en mi vida. No, no es que me vaya a ir a vivir al lado de la casa del doctor Mateo, o por lo menos no de manera inmediata, pero sí me ha hecho reflexionar sobre ciertas cosas de mi vida. Es sin duda un libro muy recomendable. Es cierto que al principio no me enganchó demasiado, pero también lo es que no sé decir en qué momento exacto ya no pude soltarlo. Me ha gustado todo: los personajes, la forma de escribir de Eloy (sencilla y clara) y la manera de cerrar cada una de las historias que comenta a lo largo del libro.

Ahora soy una ejecutiva que de vez en cuando lleva traje y que pisa las aceras con los pies doloridos por los tacones (cuando los uso) Ya no quiero ser Melani en Armas de mujer. Me duelen los pies. Quiero andar descalza por el cesped o por un suelo de piedra. Meterlos en un arroyo de agua helada cuando yo quiera. Eso es lo que quiero ahora.

Después de haber leído el libro me hace mucha más ilusión tenerlo firmado...

domingo, 8 de mayo de 2011

White Creek Manor. El secreto de los Hawkins A. Victoria Vázquez

Antes de nada quiero pedir perdón por tardar tanto en publicar en el blog pero he tenido una semana (y un fin de semana) de locos y no he encontrado el tiempo necesario para escribir esta reseña, a la que además tengo muchas ganas y a la que no sé por dónde empezar a "meter mano"...

Conocí de la existencia de White Creek Manor hace varios meses a través del blog de la autora y poco a poco me empezó a entrar el gusanillo por leerlo.

Victoria publicó la novela en su blog antes de hacerlo en papel; obviamente ahora no se puede leer allí la novela, pero sí se puede encontrar mucha información relacionada con ella.

Desde el principio tuve claro que iba a comprar el libro, pero cuando vi -o mejor dicho, escuché- a Victoria en la presentación no me quedó ninguna duda. Me encantó la manera que tenía de hablar de la historia (si queréis ver la presentación podéis hacerlo aquí. Si no queréis ver todos los vídeos os recomiendo la parte en la que habla ella.)

White Creek Manor comienza con una pequeña nota de un editor de Londres en la que cuenta que su héroe de infancia era Edward Hirst, un pintor y un aventurero que además fue el mejor amigo de su abuelo. Una página y media después toma el relevo el propio Edward Hirst, que a través de su diario, nos cuenta el último y más misterioso viaje que lleva a cabo.

Todo comienza cuando recibe una carta de su muy buen amigo Osbrook invitándole a hacerle una visita. Éste, después de haber viajado por todo el mundo y de haber vivido tantas aventuras que seguramente no puede recordar todas, parece que ha establecido su residencia de manera permanente en Luisiana. Trabaja para Albert Hawkins en una plantación y tanto Albert como su hermana están deseando conocer a su compañero de aventuras.

Hirst no se lo piensa dos veces y, huyendo de un matrimonio de conveniencia con el que no está de acuerdo, decide poner tierra (y mar) de por medio de inmediato. De esta manera y después de sólo unos días comienza un viaje en el que coincide con varias y dispares personas que de un modo u otro le hacen el viaje hasta White Creek Manor más ameno. Entre estas personas se encuentran las señoritas Wilcox, Ellen y Margaret, que son tía y sobrina. Ambas entablan una buena relación con él que termina derivando en amistad.

Una vez en su destino se instala en la casa de los Hawkins como su invitado donde pasa los primeros días haciendo bocetos de los peligrosos pantanos que rodean la mansión y paseando con sus anfitriones por los alrededores.

Con el paso de los días Hirst y Mary Beth Hawkins se van enamorando y finalmente deciden que quieren casarse. Sin embargo Albert Hawkins se opone a ese amor y le echa de White Creek. Hirst se instala en una habitación en la ciudad y espera allí a recibir tanto sus cosas como noticias de su amada, pues sale tan rápido de la casa que no tiene tiempo de coger nada.

Unos días antes de que Hirst sea expulsado de la mansión se empiezan a suceder extrañas y macabras muertes en el camino de los pantanos (hay un par de hechos relatados con mucho realismo). Todo apunta a que los caimanes están atacando a los viajeros del camino, pero Hirst intuye una serie de asesinatos y comienza a investigar por su cuenta. Al principio se encuentra solo en la investigación pero después de unos días comenzará a contar con la ayuda del periodista Kerwick, del doctor Taylor, de su amigo Osbrook y del jefe de policía Anderson. Los cinco forman un grupo que a mí, personalmente, me ha gustado mucho. Su manera de trabajar juntos y de creer los unos en los otros a pesar de que casi no conocen a Hirst es una de las cosas que más me han gustado.

A partir de aquí si queréis saber más tendréis que leer el libro. Siempre tengo miedo de contar demasiado y quizás por eso mismo me quede corta en las reseñas (porque de verdad, de verdad, que se podría decir aún mucho de esta novela), pero creo que con esto que os he contado os podéis hacer una idea.

Como ya sabéis éste es un libro al que tenía muchas ganas y no me ha defraudado en ningún momento. Me parece muy ameno, muy fácil de leer -al ser un diario parece que se lee de otra manera- y por lo general al final de cada capitulo te quedas con ganas de un poquito más. Quizás habría alargado un poco más el final porque me parece que todo sucede demasiado rápido.

Una de las reseñas que he leído del libro decía que le sobraban las 100 hojas que hablan del viaje de Hirst hasta que llega a White Creek Manor porque no es de gran importancia para el desarrollo de la trama. Después de leer el libro he de decir que quizás la reseña tenga razón en que se alarga un poco con información que no es relevante, pero en ningún momento se me ha hecho larga o pesada, de hecho esa primera parte me gustó mucho, así que para mí no sobra absolutamente nada.

En resumen, no puedo sino recomendar esta novela a todo el mundo. Una obra donde disfrutaréis de una prosa magnífica a la par que sufriréis y os volveréis locos pensando en el sanguinario asesino del pantano.

En el libro aparecen algunos bocetos de los personajes principales que la propia Victoria ha dibujado. Os dejo dos para que los veáis, uno de Ellen Wilcox y otro de Mary Beth Hawkins, que son los que más me han gustado.



















Por último os dejo con un fragmento del libro que me encantó cuando lo leí. En él queda patente lo enamorado que Hirst está de Mary Beth Hawkins.

Por fin, a media mañana, hemos escuchado la puerta del dormitorio de la señorita Hawkins y ambos hemos salido al pie de la escalera para recibirla.

En lo alto de la misma, con una mano apoyada en la barandilla, la joven Mary Beth, la imagen misma de la belleza, nos observaba con una sonrisa.

La he contemplado conteniendo la respiración.

Su vestido de seda y gasa de un blanco radiante estaba salpicado de pequeñas flores bordadas en verde y carmesí...

...Su esbelto talle se veía realzado por un ancho cinturón cuajado de perlas y esmeraldas y el tul de la falda estaba recogido en la cadera con un pequeño broche, cayendo luego en delicados y ordenados pliegues hasta el suelo...

...Por fin, y tras un breve lapso en el que el tiempo ha parecido detenerse para mí, he logrado reaccionar y, tras alabar su elegancia, le he ofrecido mi brazo para conducirla hasta el salón.