El otro día cuando entré en mi habitación algo llamó mi atención en la estantería en la que tengo los libros. En una esquina había, como queriendo esconderse, cuatro libros que no habían estado ahí por la mañana. Eran cuatros libros rojos de El barco de vapor que casi no recordaba haber visto por casa. Le pregunté a mi madre y me dijo que los había encontrado en un armario y que le parecía que en mi habitación podían estar bien. Los dejé ahí pensando que no los leería nunca, pero unos días después me encontré con que no quería leer ninguno de los libros que tenía por casa porque qeuría algo más navideño. Cogí El ponche de los deseos y leí lo que necesitaba leer: Belcebú Sarcasmo y Tirania Vampir preparan un ponche genialcoholorosatanarquiarqueologicavernoso para celebrar el Año Nuevo (lo que necesitaba leer era que era un libro que narra el cambio de un año a otro, no la palabreja impronunciable). Así las cosas me animé a leerlo.
Los protagonistas para mí no son los personajes mencionados en el párrafo anterior y que pasan la tarde completa de San Silvestre (esto es el 31 de diciembre) preparando el ponche, sino sus mascotas: el gato Maurizio di Mauro (o Félix) que se pasa el día medio dormido y soñando con ser cantante, y el cuervo Jacobo Osadías, mujeriego donde los haya y con reumaticismo para más inri.
El libro cuenta las últimas siete horas del día de San Silvestre, que es más del tiempo que se necesita para preparar el famoso, y ya citado, ponche. Belcebú y Tirania son un mago y una bruja que utilizan sus poderes para hacer el mal y necesitan la bebida para realizar el mayor número de maldades posible antes de medianoche. Maurizio y Jacobo sin embargo son agentes infiltrados enviados por el Consejo Supremo que tienen que tratar de evitarlo a toda costa. Al principio no se caen bien, pero pronto descubren que si no se ayudan el uno al otro lo más fácil es que los dos acaben muertos, así que deciden colaborar el uno con el otro.
Como Belcebú y Tirania tienen que preparar la receta y no quieren testigos meten a los dos animales en la habitación del gato (están en su casa). Desde ahí idean un plan y escapan para buscar ayuda.
Mientras tanto la bruja y el mago, que son tía y sobrino, comienzan con la elaboración del ponche. En este punto he de decir que me ha llamado mucho la atención una de las partes. Se suponía que en un momento dado para continuar con la receta tenían que cambiar de dimensión:
La tía Titi no habría sabido cómo seguir adelante en este punto; pero Belcebú Sarcasmo conocía un método para saltar de una dimensión a otra.
Cogió una jeringuilla y un pequeño y extraño frasco en el que se movía constantemente un líquido incoloro
Luciferino
Salto
Dimensional
rezaba la inscripción
No sé vosotros, pero de la manera que está puesto en el libro (igual que lo he copiado yo en el blog), lo primero que se ve en la inscripción del frasco son las iniciales. Me parece realmente curioso que coincidan tanto con la droga los efectos del líquido incoloro que describen en el libro. No me parece bien que se haya dejado de esta manera.
A parte de este detalle, el libro me ha aburrido en sus primera páginas, pero me ha enganchado en las últimas. Me ha encantado la relación de los dos animales y la amistad que se va forjando en las pocas horas en que se desarrolla la historia. Por eso para mí son los protagonistas: porque son los buenos, y porque se apoyan el uno al otro ante cualquier problema y a pesar de que son completamente distintos.
En la última parte hace una aparición estelar San Silvestre, que para algo es su día, y les ayuda a conseguir que el ponche no funcione como quieren la bruja y el mago que funcione.
-Nunca termina uno de aprender -dijo San Silvestre-. Aquí se ve cuánto puede equivocarse incluso uno de nosotros. He sido injusto con vosotros, mis pequeños amigos, y os pido perdón.
-No vale la pena hablar de ello, Mpnsignore -respondió Félix con un elegante movimiento de pata-. Una cosa así puede pasar en las mejores familias.
Y Jacobo añadió:
-Está perdonado, Reverendo. No se preocupe de eso. Yo estoy acostumbrado a que me traten mal.
San Silvestre sonrió satisfecho. Pero inmediatamente volvió a ponerse serio.
-¿Y qué hacemos ahora? -preguntó un poco desvalido-. Lo que habéis contado parece realmente horrible.
13 comentarios:
hola!!! hace unos dias que le doy vueltas a este libro pero nada que lo leo... ya lei la historia interminable que es de este mismo autor y me gusto mucho.. y tal como lo dices espero que este libro no me desepcione...
un beso...
Hola Yeral Princess! A mí me ha resultado un libro entretenido. Espero que te guste si te pones con él al final.
Por cierto que he intentado agregarte a mi lista de blogs y no consigo que salga bien. Por ahora he puesto el enlace aunque no salgan las actualizaciones. Miraré cómo puedo arreglarlo :-)
Un beso!
Lo primero. ¡¡feliz año!! Me leí este libro hace muuuchos años, pero no recordaba casi nada de la trama, lo he revivido con tu post.
uy... me propuse no hace mucho que de estos me tengo que releer muchos, por nostalgia aunque sea jejeje
tengo unos cuantos del Barco de Vapor en casa de cuando era peque, tienen mil años =)
Feliz año Emperatriz!! Yo lo tenía por casa pero no recuerdo haberlo leído (por aquel entonces no era yo muy lectora debe ser) :-)
Ya, mola leer los libros de cuando eras pequeña, Shorby. Yo busqué por mi casa mi libro preferido de cuando era peque y no conseguí encontrarlo. Creo que lo regalé en una colecta de libros :-(
Besos
No conocía yo este libro de Michael Ende. Realmente sólo conozco dos y ambos me encantan: Momo y La historia interminable. Momo lo leería yo con unos catorce años y me cautivó tanto que tal como lo terminaba lo volvía a empezar otra vez. Así hasta seis veces. Realmente fue Momo el que me hizo descubrir en ese momento el mundo mágico de los libros.
Así que me apunto éste, a ver que tal.
¡Hola! ¡Un libro del barco de vapor! Me pregunto si aun seguirán editando, imagino que no, pero... ¡que recuerdos!
Pues me has dejado con la intriga de si he leído este libro o no. Me suena muchísimo todo pero si lo leí debió de ser hace mucho porque no lo recuerdo con claridad.
En fin feliz año de paso. Un saludo.
Claro que siguen editando!!! =)
Por lo menos hasta hace poco...hay muchísimos descatalogados, eso sí, pero que yo sepa siguen editándolos
Yo la verdad es que no lo sé, pero si Shorby sice que sí me lo creo ;-)
Os parecerá una tontería, pero me hace mucha ilusión que se creen conversaciones dentro de los comentarios. Me encanta!!!
Gracias a los tres por vuestros comentarios.
Jose, si te refieres a si El Barco de Vapor sigue editando, la respuesta es sí. Que le estoy yo haciendo una colección chulísima a mi hija de estos libros. Porque todo sea dicho de paso, son libros muy baratitos. Uno de los personajes así antiguillos que aún resisten es Fray Perico. ¡Ay, qué tiempos!
Pues ahora que lo dices Margari, el otro día vi un libro de Fray Perico... Qué recuerdos!!
¡Y no nos olvidemos del pirata garrapata! Yo creo que perdí los libros del barco de vapor en alguna que otra mudanza. Aunque ahora que lo pienso creo que regalé alguno hace años. Bueno es saber que siguen ahí. ¡Gracias!
Lo leí hace muchíiiiisimos años. Ya ni me acuerdo.
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