Hace ya un par de meses que leí este libro y, no sé porqué, quedó sin reseña en el blog. Se me olvidó por completo así que aquí estoy hoy para ponerle remedio.
Antes de nada quiero decir, porque sé que esta cuestión aparecerá en los comentarios, que para mí siempre ha sido, y será, Anne, pero en la traducción que Toromítico ha hecho le ha puesto el nombre de Ana así que voy a mantener este nombre en la reseña también ya que es el que he leído en el libro todo el tiempo (y leeré en los siguientes libros)
Este es el segundo libro de la saga de Ana Shirley. Sí, ya sabéis, aquella chica pelirroja y soñadora que llegó un día a Tejas Verdes, en Avonlea, para cambiar la vida tanto de sus padres adoptivos como del resto de habitantes del pueblo.
En esta ocasión vemos a una Ana más madura y responsable aunque, por supuesto, eso no quiere decir que no aparezca de vez en cuando la niña infantil que tiene gran facilidad para meterse en líos.
Ana no mencionó la mala suerte que había caído sobre su nariz cuando le contó aquella noche a Marilla la historia de aquel día. Pero cogió la botella de loción para las pecas y la vació por la ventana.
-Nunca más voy a probar tratamientos de belleza -dijo, firmemente resuelta-. Puede que funcionen para la gente cuidadosa y prudente; pero para alguien tan desesperadamente propensa a cometer errores como yo, es tentar al destino.
Las vacaciones de verano llegan a su fin y Ana comienza su trabajo de maestra en la escuela de Avonlea. La mayoría de sus alumnos la adora pero siempre hay alguno que le hace la vida imposible (como en la vida real) Vamos viendo como poco a poco va superando sus miedos iniciales en la escuela mientras su vida fuera transcurre entre la casa y sus amigos. Su amiga del alma, Diana, y su antes enemigo, Gilbert, son los más importantes para mí pero tiene muchos más y con todo el desparpajo que tiene no le cuesta nada hacer nuevos amigos a los que ir a visitar.
Mención aparte se merece Marilla, a la que nunca llama mamá pero que hace las funciones de madre a la perfección. Ambas se compenetran y se complementan. Me encanta y me enternece mucho esta relación. Se tratan de igual a igual, con mucho respeto y con un amor y cariño infinitos.
En resumen, Ana, la de Avonlea, cuenta la vida de Ana Shirley en el pueblo en el que ha vivido los últimos años. Como siempre recomiendo esta lectura a todo el mundo. Ana es uno de los personajes más especiales, si no el que más, que he conocido y me encantaría que todo el mundo pudiera conocerla.
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En el Camino de Santiago pasé por muchos bosques y uno de ellos me hizo pensar inmediatamente en ella. Según lo vi pensé, "aquí es donde yo me imagino a Anne Shirley, perdida en sus ensoñaciones" y fue al ir a subir la foto a mi página de facebook del blog cuando me di cuenta de que no había hecho la reseña aún. No me importa haberme olvidado porque me ha hecho recordar partes del libro mientras escribía la reseña meses después y he vuelto a disfrutar de ella. Os dejo la foto por si tenéis curiosidad...
5 comentarios:
Aún tengo pendiente el primer libro en la estantería...
Besotes!!!
He leído toda la saga en la adolescencia y soy una gran fan. Me alegro que vaya ganando adept@s en España.
besos
Me llama mucho la saga pero no me animo por ahora por la cantidad de sagas que tengo sin terminar.
Un beso!
Tengo el primero pendiente todavía!
Besotes
Ooooh, yo estoy como Shorby, aún con el primero pendiente, pero me gustaría descubrirlos.
Besos
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