Delphine ha escrito una pequeña joya que no me cansaré de recomendar nunca.
Hace unos años empecé a escribir una “novela”. La idea era presentarla a un concurso una vez finalizada pero por supuesto nunca llegó a ver la luz. A decir verdad, nunca llegué a terminarla. Empecé a escribir con ganas, como siempre que empiezo a escribir una historia nueva, pero una vez que tomó forma lo fui abandonando hasta que al final cayó completamente en el olvido. Al final ni historia, ni concurso, ni ná.
Posiblemente os estaréis preguntando a qué viene que cuente esto ahora si ya hace tanto tiempo que cayó en el olvido de una manera tan rotunda y estrepitosa, y no es por otra cosa que la trama era la misma que la de Nunca olvides que te quiero: un secuestro.
Me ha venido a la cabeza y me han dado ganas de continuar lo que empecé hace tantos años. ¿Quién sabe?, igual retomo la idea de seguir con la historia.
La historia está contada por tres personas: una niña secuestrada, su madre y su profesor de tenis.
Entre los tres nos cuentan, siempre en primera persona, cómo vive cada uno el secuestro. Madi, a través de sus cuadernos a modo de diario; su madre, a través de las cartas que le escribe a su hija a pesar de que sabe que nunca se las llegará a enseñar; y Stan, profesor de tenis y amor platónico a modo de historia.
Madi es una niña de 10 años que desaparece un día después del colegio. Su historia la conocemos a través de 3 cuadernos en el que, a modo de diario, cuenta al lector tanto lo que le ocurre con su secuestrador como lo que va pasando por su cabeza. A base de empatizar con R. (el hombre que la raptó) consigue ciertas recompensas tales como salir de la "habitación" en la que vive, ver la tele de vez en cuando o ropa nueva de su gusto.
He de reconocer que me chocó muchísimo que le pusieran el nombre de Madi a la niña protagonista. Quizás pensaron que al ponerle ese nombre la historia podía parecer más real, no sé. Sea como fuere, me llamó mucho la atención cuando después de varias hojas salió el nombre de Madi.
Nunca olvides que te quiero es la frase con la que la madre de Madi termina todas y cada una de las cartas que escribe a su hija mientras ella está secuestrada. Me parece una frase realmente adecuada para cerrar una carta como las que escribe a lo largo de todo el libro. De hecho me parece una frase adecuada para casi cualquier tipo de carta personal. Yo nunca me he visto en una situación como ésta en la que alguien a quien quiero desaparece, pero entiendo perfectamente lo que la madre de Madi siente cada vez que coge un papel y un boli y se pone a escribir. Yo también lo he hecho cuando me he encontrado de bajón por algo. Normalmente siempre relacionado con el mal de amores. Pero es cierto, he sentido la misma liberación que ella mientras escribía. Cuando me he sentido mal, cuando he pensado que nada tenía sentido y cuando he sentido el corazón hacerse cada vez más pequeño hasta casi desaparecer, escribir me ha "devuelto a la vida". Ver las cosas escritas me hace verlas de otra manera. Igual que a la madre de Madi.
Por último está Stan, el profesor de Madi diez años mayor que ella. Tiene el presentimiento de que ella está viva, que se encuentra escondida en algún lugar. Es de las pocas personas que sigue pensando que la niña está con vida aún. Durante el tiempo que Madi está desaparecida él tiene una relación con una chica que le deja con el corazón destrozado. Nunca ha sentido tanto amor por alguien y no entiende que la otra parte no sienta lo mismo.
Cultivo a pesar de todo la esperanza de llegar a ser un mecanismo favorable en la formación de las generaciones futuras y, a pesar de mis numerosas desilusiones, cada alumno que consigue gracias a mí amar los libros constituye mi pequeña victoria personal. Digamos que en la gran inutilidad del mundo me siento útil. Sin embargo alguien está avivando para mi futuro próximo algunas modificaciones, por las buenas o por las malas. Una mujer joven me robó la vida; una niña parece querer devolvérmela.
Nunca olvides que te quiero es una de las mejores novelas que he leído últimamente. Te deja con ganas de más incluso antes de terminarla. No quieres que acabe pero tampoco quieres dejar de leer en ningún momento.
Hace unos años empecé a escribir una “novela”. La idea era presentarla a un concurso una vez finalizada pero por supuesto nunca llegó a ver la luz. A decir verdad, nunca llegué a terminarla. Empecé a escribir con ganas, como siempre que empiezo a escribir una historia nueva, pero una vez que tomó forma lo fui abandonando hasta que al final cayó completamente en el olvido. Al final ni historia, ni concurso, ni ná.
Posiblemente os estaréis preguntando a qué viene que cuente esto ahora si ya hace tanto tiempo que cayó en el olvido de una manera tan rotunda y estrepitosa, y no es por otra cosa que la trama era la misma que la de Nunca olvides que te quiero: un secuestro.
Me ha venido a la cabeza y me han dado ganas de continuar lo que empecé hace tantos años. ¿Quién sabe?, igual retomo la idea de seguir con la historia.
La historia está contada por tres personas: una niña secuestrada, su madre y su profesor de tenis.
Entre los tres nos cuentan, siempre en primera persona, cómo vive cada uno el secuestro. Madi, a través de sus cuadernos a modo de diario; su madre, a través de las cartas que le escribe a su hija a pesar de que sabe que nunca se las llegará a enseñar; y Stan, profesor de tenis y amor platónico a modo de historia.
Madi es una niña de 10 años que desaparece un día después del colegio. Su historia la conocemos a través de 3 cuadernos en el que, a modo de diario, cuenta al lector tanto lo que le ocurre con su secuestrador como lo que va pasando por su cabeza. A base de empatizar con R. (el hombre que la raptó) consigue ciertas recompensas tales como salir de la "habitación" en la que vive, ver la tele de vez en cuando o ropa nueva de su gusto.
He de reconocer que me chocó muchísimo que le pusieran el nombre de Madi a la niña protagonista. Quizás pensaron que al ponerle ese nombre la historia podía parecer más real, no sé. Sea como fuere, me llamó mucho la atención cuando después de varias hojas salió el nombre de Madi.
Nunca olvides que te quiero es la frase con la que la madre de Madi termina todas y cada una de las cartas que escribe a su hija mientras ella está secuestrada. Me parece una frase realmente adecuada para cerrar una carta como las que escribe a lo largo de todo el libro. De hecho me parece una frase adecuada para casi cualquier tipo de carta personal. Yo nunca me he visto en una situación como ésta en la que alguien a quien quiero desaparece, pero entiendo perfectamente lo que la madre de Madi siente cada vez que coge un papel y un boli y se pone a escribir. Yo también lo he hecho cuando me he encontrado de bajón por algo. Normalmente siempre relacionado con el mal de amores. Pero es cierto, he sentido la misma liberación que ella mientras escribía. Cuando me he sentido mal, cuando he pensado que nada tenía sentido y cuando he sentido el corazón hacerse cada vez más pequeño hasta casi desaparecer, escribir me ha "devuelto a la vida". Ver las cosas escritas me hace verlas de otra manera. Igual que a la madre de Madi.
Por último está Stan, el profesor de Madi diez años mayor que ella. Tiene el presentimiento de que ella está viva, que se encuentra escondida en algún lugar. Es de las pocas personas que sigue pensando que la niña está con vida aún. Durante el tiempo que Madi está desaparecida él tiene una relación con una chica que le deja con el corazón destrozado. Nunca ha sentido tanto amor por alguien y no entiende que la otra parte no sienta lo mismo.
Cultivo a pesar de todo la esperanza de llegar a ser un mecanismo favorable en la formación de las generaciones futuras y, a pesar de mis numerosas desilusiones, cada alumno que consigue gracias a mí amar los libros constituye mi pequeña victoria personal. Digamos que en la gran inutilidad del mundo me siento útil. Sin embargo alguien está avivando para mi futuro próximo algunas modificaciones, por las buenas o por las malas. Una mujer joven me robó la vida; una niña parece querer devolvérmela.
Nunca olvides que te quiero es una de las mejores novelas que he leído últimamente. Te deja con ganas de más incluso antes de terminarla. No quieres que acabe pero tampoco quieres dejar de leer en ningún momento.
9 comentarios:
Hay un dicho entre los escritores que dice que hay que "leer mucho, escribir bastante y publicar poco". Parece que vas por el buen camino...
Jajajaja, no lo había oído, pero creo que tiene mucha razón. De todos modos de escribir a publicar va un laaaaaargo trecho. Ya te contaré si finalmente me animo :-p
Ah! y otra cosa. Gracias por comentar en los premios 20blogs! :-)
Hola Fani,
Me alegro que te haya gustado tanto la novela. Ya intuía que sería así. Para mí, es una gran historia contada a tres voces, muy distintas entre ellas, pero que al mismo tiempo, cada una despierta una parte del propio lector. Como ya te comenté, me gusta especialmente el personaje de la niña. Puede que sea algo irreal por las reflexiones que se plantea a tan tierna edad -algo parecido a la niña de "La elegancia del erizo"-, pero, al fin y al cabo, es ficción y creo que es un personaje encantador, con una fuerza y una personalidad increíble. Ya me gustaría a mí escribir personajes así.
Por otra parte, te animo a que recuperes esa historia que tienes a medias. Creo que a todos los que nos gusta escribir, siempre tenemos una novela a medias. Ojalá fueramos capaces de quitarnos la pereza, los miedos y dedicarle tiempo a ello.
¡Cuidate y felices lecturas!
A mí también me gustó mucho esta novela (aunque he leído reseñas que la ponen fatal), pero ya sabemos que cada cual tiene sus gustos. Yo me sentí más identificada con la madre, quizá porque también lo soy y con el personaje que más me costó simpatizar fue con el chico. Creo que es una historia más que recomendable y teniendo en cuenta el tema que trata no se hace dramática ni lacrimógena.
Un saludo
Silvia, la verdad es que durante las primeras páginas del libro me acordé de ti porque me dijiste que te había gustado mucho y ¡¡a mí no me enganchaba!! :-p Después de unas páginas ya no pude dejarlo.
Bookworm, a mí me gustó mucho la niña. Es el personaje que más me ha gustado leer, pero me he sentido más identificada con la madre por el hecho de que se desahoga escribiendo igual que hago yo.
Gracias a las dos por vuestros comentarios. ¡Feliz verano!
Amiable post and this post helped me alot in my college assignement. Say thank you you for your information.
Hola a todos!!
Acabo de leer esta novela, y estaba buscando alguna referencia y he encontrado este blog que me ha encantado.
Opino igual, me ha gustado mucho, no sólo por la inocencia y la ternura con la que la niña cuenta la historia sino porque un tema escabroso como el secuestro, no se hace ni macabro, ni sensacionalista, sino con mucha sensibilidad. Genial!!!
Un saludo
Gracias por tu comentario Cárol. Me hace mucha ilusión que llegue gente nueva al blog y si ya encima deciden quedarse... ¡para qué queremos más!
A mí me gustó mucho mucho este libro y ya lo he recomendado muchas veces.
Me pasaré por tu blog. Entré ayer corriendo pero no me dio tiempo a ver nada, eso sí, vi una entrada del Camino de Santiago y con eso ya me has conquistado ;-)
Un beso! y hasta pronto!
No tengo palabras para describir lo que significa este libro para mi y me emociona aún más saber que hay personas al igual que yo que se enamoraron de está novela yo me enganche con stan y la forma en que se enamora de una chica que no le da nada a cambio y quién no ha sufrido por amor! Amo este libro y lo leo y lo releo . Saludos!
Publicar un comentario