Hace unos meses me decidí a leer un cómic manga que Shorby había
recomendado en su blog. Era la primera vez que me acercaba a este tipo de cómic
y la experiencia me gustó bastante. Es cierto que hubo momentos en los que me
perdía un poco con los personajes, tanto por los nombres (a veces aparece el
nombre de pila y otras el apellido y hasta que me di cuenta pensé que me estaba
volviendo loca) como por las caras, que al ser orientales a veces me parecen todos
iguales. En resumen, hizo falta de todas mis neuronas para poner orden en la
historia.
El otro día Shorby volvió a recomendar un cómic manga en su blog y yo, que ya había dejado pasar mucho tiempo desde el anterior, fui a buscarlo a la biblioteca sin pensarlo dos veces. No lo tenían, pero aproveché que estaba allí para llevarme otro a casa que me pareció que tenía buena pinta (entiéndase por esto que me gustó el título) y que sólo tenía dos tomos (esa es otra cosa, muchos de estos cómics son colecciones largas)
En La chica a la orilla del mar nos encontramos con dos personajes
principales: Isobe y Sato que descubrirán quiénes son y qué quieren al tiempo
que expresan y disfrutan la sexualidad. Isobe
parece que siempre ha sentido algo por Sato pero ella le hace de menos. Le tiene
como amigo en la sombra, como si se avergonzara de él. Cuando Isoba le propone
tener una relación puramente física ella acepta por despecho a otro chico pero
no porque sienta algo por él. Empezarán así una relación en la que irán
probando distintas cosas y en la que poco a poco se van involucrando más sin
darse cuenta. Además vemos la evolución de ambos personajes con el paso del
tiempo y cómo van madurando cada uno de manera independiente. Ambos tienen fantasmas contra los que luchar pero ninguno los comenta con el otro lo que para mí pone una nota triste en la historia. Están muy cerca físicamente pero realmente están muy lejos el uno del otro. Es una historia de sexo, sí, pero también de
amistad, de crecimiento personal y de amor.
Un día encuentran una tarjeta de memoria con fotos de una
chica desconocida en la orilla del mar. Isobe le pone mucho interés a las fotos
y Sato parece sentir celos de tanta atención. De ahí viene el nombre del libro.
Es un cómic de dos tomos que yo leí del tirón en una sola
noche. Es de lectura ágil, casi diría que adictiva (quitando los momentos en
que no diferenciaba a los personajes en las ilustraciones) Tiene escenas muy explícitas de sexo, pero no
son la mayoría. Las ilustraciones me han gustado mucho, sobre todo los primeros
planos de los personajes. Los diálogos son fluidos y con expresiones
coloquiales que facilitan la lectura.
Me ha gustado mucho este manga y me he quedado otra vez con
ganas de leer algo más en el futuro. Por ahora no me atrevo a comprar libros manga
porque no sé si me durará la afición pero en la biblioteca hay bastantes para
empezar a picotear.
3 comentarios:
Entre los muchos libros manga hay alguno que destaca, que nos llama la atención... Éste es uno de ellos. Me lo apunto...
Saluditos, Trinita
Aquí me pilláis, no suelo leer mangas, es una de mis asignaturas pendientes pero me gustará seguir vuestras recomendaciones para empezar por alguna parte :)
Besos
Vaya tela con el segundo tomo! xDDD
Me gustó mucho, es una editorial que me encanta (me está arruinando), está apostando por historias diferentes y, lo mejor, cortitas =)
Besotes
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