Félix es un niño que es llevado a un orfanato por sus padres. Sí, por sus padres. Le dicen que tiene que fingir ser huérfano y que pronto irán a buscarle. Sin embargo su amor por los libros le hace escapar del orfanato cuando ve como unos nazis queman los libros (judíos, por supuesto) que había en el orfanato y emprende una búsqueda que le llevará mucho más lejos de lo que a él realmente le habría gustado llegar.Una vez nos enseña lo fácil que podría ser la vida si la mirásemos desde los ojos inocentes e ingenuos -a veces demasiado ingenuo quizá- de un niño pequeño. Ojala todo fuera tan tan fácil.
Con respecto a la frase que suelo poner, he decidido poner únicamente la que aparece en la portada del libro, ya que no quiero desvelar ningún punto que pueda resultar importante en un libro tan sumamente corto.
Todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ.



No hay comentarios:
Publicar un comentario