Poco o nada sé de la vida de Alejandro Magno aparte de que existió. Así que entre eso y que alguien que ahora no consigo recordar me lo recomendó, he decidido leer la trilogía ALÉXANDROS de Valerio Massimo Manfredi.
El hijo del sueño es el primer libro de esta trilogía; le siguen Las arenas de Amón y El confín del mundo; por supuesto es del primero del que voy a hablar hoy.
En septiembre leí El ejército perdido también de Manfredi. Cuando lo hube leído busqué información del libro en internet y vi que el autor tenía mejores críticas con la trilogía de la que estoy hablando hoy que del libro que acababa de leer entonces; sin embargo El ejército perdido me gustó mucho y las críticas que leí en otros blogs (blogs de gente muy informada sobre la Anábasis de Jenofonte) eran buenas. Al ser estas opiniones buenas, y además mejores las de Aléxandros, decidí que tarde o temprano me haría con los libros que hablan de la historia de Alejandro Magno. Una tarde que salí al centro para hacer unas compras me encontré en una tienda con la trilogía en versión de bolsillo y me la llevé entera a casa.
Después de leer El hijo del sueño he de decir que a mí me gustó más El ejército perdido, aunque también es verdad que ALÉXANDROS es una única novela dividida en tres tomos y que por ahora sólo he leído un tercio del total. Cuando haya leído el final de El confín del mundo me podré formar una opinión más completa del libro y decidir cuál de los dos me ha gustado más.
Comparado con un Dios por belleza, inteligencia y forma física, Alejandro crece con la responsabilidad de ser el heredero al trono de Macedonia. Formado por su maestro Aristóteles durante años, se convierte en un joven de gran valía en los distintos terrenos: el personal, el amoroso, el guerrero y el intelectual. Es fiel a sus amigos, a su familia y a sus creencias y firme en sus decisiones desde que es pequeño. Una vez muerto el rey Lisipo, padre de Alejandro, éste se debe hacer cargo de la corona de Macedonia y decide continuar la misión que su padre dejó inconclusa antes de ser asesinado: liberar a las ciudades griegas que hay en Asia. Para llevar a cabo este cometido primero tiene que conseguir que Grecia esté de su parte antes de marchar a la guerra contra los persas y así no dejar atrás ningún cabo suelto en Macedonia antes de partir.
El hijo del sueño es el primer libro de esta trilogía; le siguen Las arenas de Amón y El confín del mundo; por supuesto es del primero del que voy a hablar hoy.
En septiembre leí El ejército perdido también de Manfredi. Cuando lo hube leído busqué información del libro en internet y vi que el autor tenía mejores críticas con la trilogía de la que estoy hablando hoy que del libro que acababa de leer entonces; sin embargo El ejército perdido me gustó mucho y las críticas que leí en otros blogs (blogs de gente muy informada sobre la Anábasis de Jenofonte) eran buenas. Al ser estas opiniones buenas, y además mejores las de Aléxandros, decidí que tarde o temprano me haría con los libros que hablan de la historia de Alejandro Magno. Una tarde que salí al centro para hacer unas compras me encontré en una tienda con la trilogía en versión de bolsillo y me la llevé entera a casa.
Después de leer El hijo del sueño he de decir que a mí me gustó más El ejército perdido, aunque también es verdad que ALÉXANDROS es una única novela dividida en tres tomos y que por ahora sólo he leído un tercio del total. Cuando haya leído el final de El confín del mundo me podré formar una opinión más completa del libro y decidir cuál de los dos me ha gustado más.
Comparado con un Dios por belleza, inteligencia y forma física, Alejandro crece con la responsabilidad de ser el heredero al trono de Macedonia. Formado por su maestro Aristóteles durante años, se convierte en un joven de gran valía en los distintos terrenos: el personal, el amoroso, el guerrero y el intelectual. Es fiel a sus amigos, a su familia y a sus creencias y firme en sus decisiones desde que es pequeño. Una vez muerto el rey Lisipo, padre de Alejandro, éste se debe hacer cargo de la corona de Macedonia y decide continuar la misión que su padre dejó inconclusa antes de ser asesinado: liberar a las ciudades griegas que hay en Asia. Para llevar a cabo este cometido primero tiene que conseguir que Grecia esté de su parte antes de marchar a la guerra contra los persas y así no dejar atrás ningún cabo suelto en Macedonia antes de partir.
La historia de El hijo del sueño termina justo en el punto más emocionante de la novela, ya que se deja a toda la expedición macedonia a bordo de las naves con Alejandro a punto de pisar Asia.
Filipo le miraba asombrado, como incapaz de darse cuenta aún de lo que había pasado. Luego le besó en la cabeza y afirmó:
- Hijo mío, búscate otro reino: Macedonia no es lo suficientemente grande para ti.
4 comentarios:
Yo de Alejandro Magno he visto aquella película soporífera que protaogonizó Colin Farrell (no sé si se escribe así).
Pero esta trilogía ya la había visto en otros blogs, y mira que me ha llamado la atención, así que supongo que a partir de ahora se dedicará a perseguirme blogueramente hasta que la lea jajaja.
En serio; la novela histórica me gusta, porque siempre se aprende algo (que deberías saber ya...) y además te entretienes. Me lo apunto!
Si te gusta la novela histórica seguro que te gusta la trilogía...
Ya nos contarás qué te ha parecido si fnalmente te animas a leerla :-)
Yo no soy mucho de novela histórica, pero Alejandro Magno es uno de los grandes de la historia, si está bien escrito como dices, entonces tiene su posibilidad :D
Muy buena opinión por cierto ;)
mucho ánimo con la lectura de la trilogía, no te defraudará!
Sebastian
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