No os voy a engañar: Pablo Neruda no me cae bien. Tuve ocasión de conocer un poco de su vida cuando viví en Chile y me resultó un ser pedante y prepotente. Visité sus tres casas: una en Santiago, otra en Valparaíso y otra en Isla Negra y ahí me explicaron quién era, qué hizo y cómo vivió. De las tres casas la de Isla Negra es testigo mudo de la historia que traigo hoy.
Elisa se muda a la casa de Pablo Neruda siendo adolescente porque su madre va a trabajar allí; ella le ayudará en algunas tareas cuando no tenga que ir al colegio. Poco a poco irá cogiendo confianza tanto con él como con Delia, su esposa, a quien coge muchísimo cariño y con la que termina teniendo una muy buena relación.
Sin embargo la vida no es fácil para Elisa. Son muchos cambios en una época tan compleja como es la adolescencia. Comienza a fijarse en los chicos al tiempo que va aprendiendo cosas de la vida, sobre todo gracias a Delia. Y se aleja de su madre. Y eso duele leerlo. Esa parte me ha gustado mucho. Ver cómo se aleja, sabiendo ella que se está alejando y no poner remedio aunque sabe que en algún momento se arrepentirá de ello.
También durante ese tiempo descubre su cuerpo. Tiene curiosidad y eso le lleva a investigar. Le gusta lo que siente y disfruta haciéndolo.
Y está Pablo, que tiene una mujer pero tontea con otra, y eso Elisa no lo entiende. No quiere saber y no quiere tener nada que ver con Matilde, su amante.
Después de sufrir un duro golpe se marcha a vivir a París y allí vive su vida de una manera diferente a como la estaba viviendo en Isla Negra. No mejor o peor. Sólo diferente.
El libro me ha gustado mucho. Se lee en dos ratos porque es muy cortito y muy adictivo. Los capítulos son muy cortos también y ayudan a agilizar la historia. La parte que ella está en Chile es más larga. Nos cuenta todo con más detalle. Sin embargo la parte de París me ha dado la sensación de que está contada con más prisa. Yendo al grano y sin andarse mucho por las ramas. Sus páginas desprenden sensualidad, sinceridad, curiosidad al tiempo que nos cuentan la historia de la casa de Isla Negra.
Entiendo que la mujer de Isla Negra es ella misma, Elisa, pero creo que también podría tratarse de Matilde o de Delia. En cualquier caso el libro se disfruta igual sea una u otra.
Este libro llegó a mis manos casi por casualidad y a punto estuve de dejarlo pasar, pero como hablaba de Chile no pude dejarlo pasar. Me alegro de haberle dado una oportunidad.
El hombre alzó la cabeza como si se acordara de algo.
-Elisa- dijo.
Mamá asintió. Entonces él vino hasta donde yo esperaba.
-Hola, Elisa. Soy Pablo -me dio un beso y su barba me raspó la cara. Señaló del otro lado de la casa-. Por allí hay algo que te puede gustar.
Para terminar la entrada de hoy os dejo unas fotos que hice en la casa de Isla Negra de Pablo Neruda. No está permitido hacer fotos en el interior pero sí en el exterior.
Tumba de Pablo Neruda y Matilde Urrutia
La casa vista desde la playa
3 comentarios:
Lo tengo apuntado porque también he estado en Isla Negra. A mí Neruda me cae fatal por ser tan mujeriego.
saludos
Tampoco me cae muy bien Nerua, y mira que me gusta escribiendo. Este libro me conquistó también. Me alegra ver que te ha gustado.
Besotes!!!
A mí me gustaría leerlo, en general tiene buenas críticas =)
Besotes
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