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sábado, 22 de octubre de 2016

Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York Gail Parent

¿Conocéis a Sheila Levine? ¿No? Yo hasta hace unos meses tampoco, pero empecé a verla por las redes sociales cuando Libros del Asteroide lo rescató, y no me pude resistir.

El libro me gustó (lo leí hace unos meses pero quedó sin reseñar) aunque las opiniones de la crítica me resultaron un poco exageradas. Me ha resultado divertida, pero no hilarante, por ejemplo, que es como te la promocionan.

De toda la historia me quedo con un pensamiento: ¡Qué duro resultaba ser mujer soltera a finales del siglo pasado! Y es que Sheila nos cuenta, en algo parecido a una carta-novela de suicidio, lo que es ser una chica judía en los años 70. Lo importante para su familia es que encuentre un marido, ese es su fin en la vida. Le permiten ir a la universidad, pero lo ven más como un hobby que la mantenga entretenida que una manera de buscarse el futuro. Ella, sin embargo, quiere disfrutar de su vida, soltera o con pareja, y no verse obligada a buscar un hombre que la mantenga. Pero como las cosas no son como Sheila quiere, sino como sus padres dicen, ella vive agobiada pensando que tiene que casarse con alguien que no le gusta. Y no será porque no lo intenta, ¿eh? pero ya sabemos que en las cosas del amor, cuanta menos presión exista, mejor para que fluya.

Sheila se echa un novio "formal" pero sigue buscando una opción mejor. Es un buen chico judío, al que sus padres adoran, pero no está enamorada. En el tiempo que dura su noviazgo ella asiste a fiestas, se independiza con una amiga, viaja y trata de divertirse como cualquier otra chica de su edad, sin embargo no termina de ser feliz...

La historia está contada con cierto humor, pero debajo de todo esto hay un toque de tristeza y de resignación que hace que sintamos pena del personaje. No olvidemos que todo el libro es una nota de suicidio, a pesar de que nos haga gracia en algún momento.

El libro, como decía al principio, me gustó, pero también es verdad que esperaba algo más. Ya sabemos todos que el humor es algo muy personal y cuando alguien me dice que una novela es súper divertida me echo a temblar. En este caso me ha resultado entretenida, no una comedia propiamente dicha, pero en general me quedo con la sensación de haber leído un buen libro con una buena crítica en el interior. Una crítica a los problemas que tienen las mujeres sólo por ser mujeres, que era quizás más llamativa en el tiempo que se escribió, pero de la que también podemos sacar provecho en los tiempos que corren.

Me voy a suicidar. ¿QUIEN QUIERE VIVIR EN UN MUNDO EN EL QUE UN HOMBRE MIENTE SOBRE LAS CALORÍAS?
Sí, voy a ponerle fin a mi vida. Encontrarán mi cuerpo desplomado sobre esta nota de suicidio en mi pequeño y carísimo apartamento de una habitación.

3 comentarios:

Margari dijo...

No me voy a lanzar a por el libro, pero si me lo encuentro, no le voy a decir que no.
Besotes!!!

Mónica-serendipia dijo...

Pues hace tiempo que tengo este título en mi lista de libros que deseo leer, pero tenía ganas de leer alguna reseña en algún blog de confianza. Me ha encantado encontrarla aquí y que pongas templanza en las críticas. Me apetece leerlo, creo que lo voy a disfrutar. Bss

Tizire dijo...

Lo leí hace un par de meses y me gustó: no es que sea el libro más divertido del mundo, pero Sheila y sus vivencias te sacan la sonrisa. A ver cuando me pongo con la reseña, que se me va a olvidar la trama! 1beso!