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martes, 13 de febrero de 2018

El albergue de las mujeres tristes - Marcerla Serrano

Pasé un año y medio viviendo en Santiago de Chile y en ese tiempo traté de conocer más cosas sobre la cultura del país y su forma de vida. Este libro fue de los últimos que compré antes de volver. Fue imposible no sentirme tentada cuando lo descubrí en una librería de Providencia y por eso, junto a otros libros de autores chilenos, se vino conmigo a España.
Llegué a Madrid sabiendo que una parte de mí siempre estaría allí: perdida entre volcanes; y lagos; y edificios. Cada parte de Chile que conocí me marcó a su manera: Santiago era mi casa, el lugar al que siempre volvía. El norte fue un lugar de comienzos y de ilusiones. Y el sur… ¡ay, el sur! No tengo palabras para describir lo que sentí  cada vez que viajé allí: es indescriptible. Y justo allí, a la isla de Chiloé, en el sur de Chile, es a donde Marcela Serrano nos lleva en esta novela.
Floreana es la protagonista de esta historia: una mujer que está pasando por un mal momento personal y que necesita una cura para el alma. Algo que la ayude a comenzar de nuevo. Desde el principio sabemos que hay varias cosas que la atormentan, pero no sabemos exactamente qué. Poco a poco, gracias a las conversaciones que tiene con el doctor, y a lo que nos cuenta su hermana, iremos conociendo todas sus penas.
El albergue está en Chiloé, y está compuesto por varias cabañas, cada una con cuatro dormitorios, dos baños, una salita y una cocina. En cada habitación entra un único huésped pero siempre hay posibilidad de estar con más gente si se necesita compañía. No olvidemos que se trata de mujeres tristes, por lo que es importante que se sientan arropadas unas por otras.
Otro elemento importante del albergue es Elena, la directora, ya que es un ejemplo a seguir por todas las mujeres. Tiene fuerza, seguridad en sí misma y parece estar de vuelta de todo. Floreana se hará buena amiga suya, y también de otras mujeres del albergue, sobre todo de las que comparten cabaña con ella. Hay muchas confidencias, muchas charlas interesantes sobre lo poca cosa que se sienten, o se han sentido, al lado de los hombres, y cómo todo eso les ha afectado; y es que, casi todas las mujeres que están allí, están por algo relacionado con un hombre.
Estamos en los años 90 del siglo pasado y las mujeres empiezan a conocer sus opciones, son ellas las que deciden sobre su cuerpo, sobre sus relaciones, sobre sus vidas en general y eso asusta a los hombres. Sobre esto se habla mucho en la novela. Personalmente hay ideas con las que comulgo más que con otras, pero es lo bueno que tiene la historia, que conocemos tanto el punto de vista femenino como el masculino.
El libro está compuesto por tres partes: en la primera conocemos a Floreana a su llegada a albergue y se nos presenta a las mujeres que van a convivir con ella; en la segunda parte una de las hermanas de Floreana nos detalla los motivos que la han llevado al albergue; y en la tercera parte Floreana intenta redescubrirse, resurgir de sus cenizas, que al fin y al cabo es la finalidad de la estancia en el albergue.
"El albergue de las mujeres tristes" me ha gustado mucho, pero también os digo que es un libro para leer poco a poco y saborear las palabras; nos invita a meditar sobre muchas cosas. En la segunda parte hubo algunas narraciones que se me hicieron un poco cuesta arriba, en parte porque no había diálogos, y en parte por la propia narración, que es demasiado ensortijada para mi gusto. Eso sí, la tercera y última parte la leí de un tirón durante una noche de insomnio.
En definitiva, es una lectura para tomarla con calma, pero muy interesante. El título me encantó cuando lo vi por primera vez y dentro de sus páginas he encontrado, más o menos, lo que iba buscando cuando lo compré. En cuanto a Chiloé, siento decir que no llegué a conocerlo, pero sí que pude ver otros lugares similares por el sur de Chile y entiendo que las mujeres del albergue hayan encontrado allí su paz de espíritu.
"-Es que las mujeres, Floreana -dice Elena mientras caminan hacia el pueblo-, ya no quieren ser madres de sus hombres... y tampoco quieren ser sus hijas.
-¿Y qué quieren ser?
-Pares. Aspiran a construir relaciones de igualdad que sean compatibles con el afecto.
-No me parece una aspiración descabellada...
-Tampoco a mí. Pero existe una mitad de la humanidad que lo pone en duda....

-¡Y una mitad más bien poderosa!
-Es raro esto que nos pasa... Hemos crecido, hemos logrado salir hacia el mundo, pero estamos más solas que nunca.
-¿Por qué?
-Porque se nos ha alejado el amor.
¿Lo sientes así, tan rotundo?
-No es que lo sienta; lo sé. Lo veo todos los días. Creo que la desconfianza y la incomprensión entre hombres y mujeres va agigantándose. Los viejos códigos del amor ya no sirven, y los hombres no han dado, o nosotras mismas no hemos dado, con los nuevos..."


Os dejo la reseña de otra novela de la misma autora:


http://narayani-eraseunavez.blogspot.com.es/2013/07/nosotras-que-nos-queremos-tanto-marcela.html

4 comentarios:

Margari dijo...

Ya sabes que lo tengo en la estantería esperando. Tomo nota de esa parte más pesadilla, pero desde luego lo tengo que leer, sí o sí.
Besotes!!!

Shorby dijo...

Me has dado ganas de viajar a Chile XD
Me gusta lo que cuentas del libro, tomo nota.

Besotes

Rocío CazaEstrellas dijo...

Pues me lo llevo sin dudar. No me sonaba hasta que he visto la portada de Alfaguara y lo he reconocido. Un besote!!

Rachelín The Cure dijo...

¡Hola!
No conocía esta novela, pero me ha encantado lo que has comentado sobre que podamos leer los distintos puntos de vista, tanto de mujeres como de hombres, además de la ambientación. Me encantaría descubrir Chile, sin duda.
Fue una última gran adquisición antes de volver a Madrid.
¡Un saludo!