La posada de los objetos perdidos - Hozumi

Me costó bastante entrar en el mundo de los manga, pero creo que ahora estoy en un punto en el que me costaría salir. Este último año no ha sido fácil para nadie y a mí me ha dado por refugiarme en historias fáciles y, más o menos, sencillas. He intentado huir de los dramas y de las novelas densas y creo que ese es uno de los motivos por los que me he aficionado a este tipo de cómics. Aunque, ahora que lo pienso, no solo he leído mangas este año, también otro tipo de cómics. 

No va a ser una reseña fácil de escribir porque no quiero destripar nada a nadie, pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible para convenceros de que le deis una oportunidad porque de verdad creo que se la merece. 

La posada de los objetos perdidos es un manga con solo tres tomos y la verdad es que dentro tiene una historia preciosa. En la posada hay varios trabajadores, además de la dueña, una chica que más parece una niña que una mujer joven. Es una persona seria y misteriosa, muy misteriosa, y es quien ayuda a la gente a encontrar lo que  ha perdido. La posada es un lugar de paso para los huéspedes, ya que van a buscar algo que han perdido y, en cuanto lo encuentran, se marchan por donde han venido.

Tal vez, debido al nombre que tiene la posada, os estaréis preguntando si lo que la gente pierde son cosas materiales o si, por el contrario, son cosas intangibles. Pues bien, la respuesta es que son ambas cosas. Unas personas recuperan un objeto, pero que va más allá del objeto en sí, y otras habían perdido algo que no es material. En cualquier caso, es muy raro que alguien no encuentre en la posada lo que anda buscando. 

Dentro de la posada se vive un ambiente de paz y de sosiego y tienen una vida tranquila. Fuera suele estar Matsuura, un chico que lleva hasta la posada a las personas que han perdido algo. Es algo así como el enlace entre las personas que están buscando y el interior de la posada donde les ayudan a encontrar lo que sea que estén buscando. Este punto es importante y por eso lo destaco, y es que Matsuura no tiene permitida la entrada en el recinto de la posada. La relación de la dueña, de quién no conocemos el nombre, con este chico, no es demasiado buena. A ella parece molestarle la presencia de él y a él parecen divertirle las reacciones de ella. Sin embargo, como suele pasar siempre, las cosas no son siempre como parecen y tanto dentro de uno como de la otra hay más de lo que se intuye. 

Me han gustado todos los tomos, aunque tal vez el tercero el que más, ya que es donde se entiende toda la historia. En el primero tuve la sensación de que todo era muy repetitivo, pero no os preocupéis si os pasa lo mismo porque todo tiene un porqué y todo encaja perfectamente. Se lee muy rápido, las ilustraciones son muy claras (y muy bonitas también) y las los textos claros y concisos. Sinceramente, lo recomiendo tanto a los que soléis leer manga como a los que no; creo que es una buena historia para empezar.