Kamikaze Iván Escobar

¡Qué sorpresa me llevé cuando vi que había ganado el libro que Xavier sorteaba en su blog hace unas semanas! El libro era Kamikaze y como tenía pinta de ser un libro perfecto para leer en verano lo puse el siguiente en la lista y he de decir que no me arrepiento de haberlo colado por delante de otros. Realmente lo he disfrutado. Era justo su momento para ser leído.

Slatan es un terrorista suicida. Va a inmolarse en un avión que lleva rumbo a Nueva York para situar Karadjistan, su patria, en el mapa. Que el mundo entero se entere de quién es el terrorista y por qué hace lo que hace. Sin embargo él no contaba con que una tormenta de nieve le retuviera durante 3 días en un hotel, aislado de todo el mundo y teniendo que compartir habitación con Eugene, uno de los pasajeros del vuelo que todo lo que tiene de grande lo tiene de buena persona. Sí, quizás es un poco pesado, pero buena persona al fin y al cabo. De esas personas que siempre ven el vaso medio lleno -¡Qué digo medio lleno!? ¡¡Lleno a rebosar!!- Vamos, que el hombre tiene buen fondo.

La historia se desarrolla en tres días, el tiempo justo para que Slatan empatice con sus compañeros de vuelo y dude si hacer explotar o no la bomba. El tema de la historia es bastante delicado pero lo cuenta de tal manera que la lectura se hace amena y no parece un tema tan crudo como es el terrorismo en realidad. Las situaciones que vive el protagonista junto con un grupo de pasajeros me han sacado una sonrisa en más de una ocasión e incluso alguna que otra risa, y al mismo tiempo, otras me han emocionado hasta el punto de derramar unas lagrimitas. Es un libro muy completo, te hace recapacitar sobre ciertas cosas, en especial sobre el valor a la vida (esa es la moraleja que saco yo) Por muy mal que uno esté siempre hay que ver el lado positivo, y si no lo tiene buscarlo por otro lado. Además hay que pensar que otras personas pueden estar peor que tú y sin embargo están tirando para adelante. Ya sólo por ellas, por esas personas que están luchando porque su vida no sea una mierda, hay que hacer el esfuerzo. Y sí, ya sé que hablar es muy fácil. A mí me encanta hablar y luego soy la primera que no predica con lo que dice, pero me gusta dar imagen de positivismo. Pues bien un poco de todo esto nos lo encontramos en Kamikaze.

Una cosa que me chocó mucho fue que, al hacer mención a los atentados de Madrid y Londres (sólo los menciona de pasada), dijese que el de Madrid fue en el metro y el de Londres en autobuses cuando en Madrid fue en el cercanías y en Londres en el metro (bueno, vale, en un autobús también, pero la mayoria de de bombas explotaron en el metro). Me chocó mucho y leerlo me hizo parar la lectura y releerlo. Me resultó muy extraño, no sé por qué.

Sé que no es la mejor reseña que he hecho de un libro, pero no voy a contar más para no destripar nada de la historia. Quedaros sólo con que es un libro que recomiendo. Se lee muy fácil, entretiene, emociona y divierte. Las situaciones son surrealistas muchas veces y eso le da un toque cómico que hace de Slatan un terrorista un poco chapucero. El único "pero" que le encuentro al libro es el final, que para mi gusto queda muy abierto, y... hasta aquí puedo contar. 

El libro me ha sorprendido muy gratamente. Me ha encantado la historia. 

-Seguro que no se han estropeado, no te preocupes.

El terrorista asiente de forma maquinal. Una cuna decorada con motivos infantiles alberga un chaleco de explosivos que servirá para matarlos a todos. Slatan no ha estado tan aturdido en toda su vida.

He de decir que aunque el libro me ha gustado mucho, escribir las etiquetas de la reseña me ha resultado deprimente.