Decir que este libro me ha gustado es quedarse muy, muy corto. La casualidad ha querido que lo haya leído justo ahora, a siete días del 40 aniversario del golpe de estado militar que metió a Chile en una época de miseria, tristeza y horror, y os puedo asegurar que no me ha dejado indiferente.
La casa de los espíritus cuenta la historia de la fam
ilia Trueba durante cuatro generaciones. Esteban Trueba para mí es sin duda el protagonista del libro. He leído bastante sobre este libro los últimos días y me sorprende que mucha gente vea a Clara, la esposa de Esteban, como la protagonista. Es cierto que ella es la que lleva los espíritus a la casa, pero por lo demás el personaje del marido es, para mí, el más importante. Siempre está presente de un modo u otro.
Esteban Trueba vive enamorado de Rosa, sin embargo no consigue hacer realidad su sueño de casarse con ella porque una terrible equivocación acaba con su vida de manera prematura. Para tratar de olvidarse de ella se marcha a las Tres Marías, una propiedad que su familia tiene y que está abandonada, y que tras mucho esfuerzo y trabajo la pone en marcha de nuevo. Años más tarde vuelve a la capital por un asunto familiar, pero también para ir a buscar a la hermana de Rosa, Clara, y proponerle matrimonio. Así comienza la historia de la casa de los espíritus, que no es otra que la casa que Esteban Trueba manda construir para que a su esposa no le falte de nada. Tiene todos los lujos que necesitan y muchos más. Clara, que desde pequeña tiene ciertos poderes extraños como mover objetos o ver lo que ocurrirá en el futuro, comienza a hacer sesiones de espiritismo llenando la casa de espíritus.
Esteban es un hombre muy de derechas con un temperamento muy fuerte. Piensa que el patrón tiene que estar por encima de todos y de todo y que nadie le puede toser y es precisamente esta forma de pensar la que tantas discusiones provocará en su familia.
Clara y él tienen una hija y ésta a su vez tiene otra hija, ambas enamoradas de hombres de ideologías contrarias a las de Esteban.
A lo largo de la novela se va viendo cómo el pueblo poco a poco va despertando, cómo van quedándose con la idea de rebeldía y cómo van cambiando las cosas con el transcurrir de los años en lo que a política se refiere. Gracias a personajes secundarios como los hijos de Clara y Esteban o los amantes de su hija y su nieta, nos vamos dando cuenta de cómo cambia la situación política, económica y social de Chile hasta llegar al Golpe de Estado del 73.
Las últimas 100 páginas las he devorado. No he tenido otra opción y aunque la hubiese tenido no habría podido dejar de leer porque es en estas últimas 100 páginas donde somos testigos del Golpe de Estado, del suicidio de Salvador Allende, del posterior horror que sembró las calles de Santiago y del resto de ciudades de Chile, y no he podido evitar que se me pusiera un nudo en la garganta que casi no me dejaba pasar el aire, y es que este libro no creo que lo haya podido digerir bien quien sufrió todo esto hace 40 años. La mayor parte del libro te cuenta la evolución de un país, pero la última parte describe perfectamente lo que ocurrió. Podría haber contado mucho más, por supuesto, pero ya habría sido caer en el morbo y no creo que eso fuese lo que buscaba Isabel Allende cuando lo escribió. Isabel Allende, que por cierto está emparentada con el Presidente Allende y que publicó el libro en plena dictadura.
En el libro se hace referencia a Pablo Neruda, siempre refiriéndose a él como el Poeta, y a Salvador Allende, nombrándole el Candidato primero y el Presidente después. En ningún momento se dan sus nombres pero se sabe que son ellos. Estoy segura de que hay otros muchos personajes que yo no conozco y que también están representados en la historia de La casa de los espíritus, pero no he podido identificarlos.
El libro me ha llevado varias semanas leerlo pero no porque no me haya gustado, sino porque cada vez encuentro menos ratos para leer. Lo he ido leyendo de a poquitos hasta que he llegado a la última parte donde directamente no he podido soltarlo. Me ha impresionado. No sé qué más puedo decir porque cuando lees sobre ciertas cosas que has podido ver en persona realmente te quedas sin palabras. Recuerdo que hace unos meses visité una antigua clínica que no era otra cosa que una clínica donde "cuidaban" a los presos torturados para que se recuperasen pronto y poder torturarles de nuevo. Esa visita a la casa museo me impactó sobre manera y hoy, al leer sobre eso en el libro, me ha dejado otra vez sin saber qué decir. Sí me gustaría aclarar que aunque a mí me haya impactado tanto el final del libro, las escenas no son demasiado terribles ni duras teniendo en cuenta cómo podrían haber sido. Está escrito con bastante tacto.
El personaje de Esteban Trueba me ha encantado. Un hombre huraño y malvado al que sin embargo se le llega a coger cariño. También su nieta Alba me ha gustado. Ella es la protagonista precisamente de la última parte del libro y es la única capaz de ablandar al viejo Trueba. Una relación preciosa la suya.
De Isabel Allende había leído algunos libros antes de éste pero de los últimos que ha escrito y he de decir que en mi opinión La casa de los espíritus es de lejos el mejor. Me ha encantado su forma de escribir, la ironía, el humor ácido que tiene sobre todo al principio del libro. Con este libro he reído en varias ocasiones y también me ha emocionado.
Al tratarse de una saga familiar pasan muchas cosas y muy rápido y me ha pasado que al mirar el libro cerrado he tenido la sensación de que he leído mucho más de lo que realmente hay entre las tapas.
En resumen, un libro muy recomendable que me ha dejado impresionada y que ayudará a que no se olvide fácilmente lo que ocurrió aquí, en Chile, durante muchos años.
Faltan pocos días para el aniversario del Golpe de Estado y si algo me ha quedado claro en estos meses que llevo en Chile es que los chilenos ni olvidan ni perdonan. Siguen buscando a sus desaparecidos y siguen pidiendo justicia para sus muertos. Desde luego este libro ayuda mucho a no olvidar lo que ocurrió. Lo del perdón ya va dentro de cada uno y me da que es más complicado...