Hacía mucho que tenía este libro esperando en mi lector y no recordaba de qué iba. Seguramente lo compré por impulso porque lo había visto mucho por la blogosfera y estaba de oferta. Creo que, si me hubiera parado un momento a leer la sinopsis y, sobre todo, la advertencia al lector, lo más probable es que no lo hubiera comprado.
AVISO PARA LECTORES: Esta novela puede afectar seriamente su percepción pesimista de la realidad. Provoca carcajadas y ganas de más. Sus personajes son como los hijos: cuanto más tropiezan, más se les quiere.
Este aviso es el que me tendría que haber echado para atrás, y es que cuando un libro promete carcajadas y risas a más no poder, a mí me suelen aburrir bastante. En este caso no ha sido así, no me he aburrido, pero tampoco me he reído. Me parece un libro que entretiene, que está bien como lectura ligera, pero no una obra de humor.
Atticus Craftsman desaparece sin dejar rastro. La última vez que su padre habla con él está en Madrid por motivos de trabajo y por eso es a Madrid a donde el padre se dirige para poner la denuncia. El inspector Manchego será quien se haga cargo de la chapucera investigación.
Manchego comienza a investigar en Librarte, la revista literaria que Atticus venía a cerrar, y en la que trabajan cinco mujeres, cada una muy diferente a las otras. La revista es para ellas su vida y su sustento, por eso no pueden permitir que la cierren e idean un plan para librarse del joven (musculoso, educado, guapo y rico) inglés.
En este punto de la novela me di cuenta de que la historia podría no ser lo que esperaba, porque el plan que idean no me parece en absoluto factible. Si un hombre de negocios viene a cerrar una revista -su revista-, una chica guapa y con carácter no le va a hacer cambiar de idea en una conversación de cinco minutos, que es lo que pasa en el libro. A partir de ese momento la cosa se desmadra creando situaciones surrealistas y, se supone, divertidas. Atticus llega a la casa granaina de esta chica guapa que trabaja en la revista. Allí conocerá a toda su familia y se convertirá casi en un gitano más del Albaicín. Mientras tanto, en Madrid, empiezan a entender por qué la revista no daba beneficios nunca y tratan de solucionar sus problemas como pueden entre las cuatro mujeres que quedan allí.
El personaje de Manchego no me ha gustado demasiado porque lo pintan como un inspector inútil, de la vieja escuela, y sin ideas para solucionar una desaparición. Demasiados clichés, tal vez...
Es cierto que algunas cosas me han sacado una sonrisa, normalmente gracias a Atticus, pero el grado de diversión no ha pasado de las sonrisas. La historia es poco creíble y el final muy muy predecible. En cualquier caso la historia cumple su función de entretener, que en realidad, es lo que andaba buscando. No me he aburrido y me ha resultado una lectura ágil, en la que siempre están pasando cosas.
La recomiendo si os gusta el género romántico o para leer entre novelas más densas.
5 comentarios:
La empecé a leer hace algunos años y recuerdo que la dejé sin haber llegado ni a la mitad porque me aburría mucho. Pensaba que solo me pasaba a mí, había leído tan buenas reseñas de esta novela... Un beso.
No creo que termine animándome esta vez. No me termina de convencer.
Besotes!!!
Me acuerdo que leí reseñas en su día, pero no me animé entonces y no creo que lo haga ahora, esta vez no. Un besote!
Mónica, yo no diría tanto como que me he aburrido, pero tampoco me parece un novelón...
Rocío, Margari, si yo leyera ahora la sinopsis seguramente no lo compraría tampoco. Leí reseñas hace tiempo y cuando lo compré fue por un impulso...
Besos!
Este sí que lo he leído, es cierto que esa frase no ayuda precisamente, es más, produce el efecto contrario. Yo lo disfruté, como bien dices, como lectura ligera y me parecieron simpáticas las situaciones rocambolescas y el choque de algunos personajes. Para pasar un buen rato, sin pedir peras al olmo :)
Besos
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