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miércoles, 21 de septiembre de 2016

El chico que nunca existió Sjón

Es la primera vez, que yo recuerde, que leo a un autor islandés. Este libro es uno de los que se ha cruzado conmigo en el trabajo y que me llevé a casa porque la curiosidad me pudo. Es muy cortito y se lee muy rápido. Trata, además, un tema interesante como es la homosexualidad a principios del siglo XX.
 
El libro empieza fuerte, con un chico, el protagonista, practicando sexo oral a un hombre. Tengo que reconocer que me chocó leer ya en la primera página una escena de sexo explícito. No os penséis con esto que acabo de decir que abusa el autor de estas escenas porque no es así. Que las hay es cierto, pero aparecen cuando tienen que aparecer y siempre contado con naturalidad y evitando caer en la ordinariez. El chico se prostituye a otros hombres con toda la discreción posible en un momento en el que la homosexualidad es un tema tabú y prohibido.
 
La aparición de una epidemia provoca que la gente se encierre en sus casas, bien porque se han contagiado y están enfermos o bien porque no quieren contagiarse. Nuestro protagonista colabora durante ese período con el doctor y con una chica que conduce el coche del médico. Esta chica, además de en este momento, aparece a lo largo de la novela en varias ocasiones rondando siempre la mente del chico, lo que me ha hecho dudar sobre sus gustos. Queda muy claro que los hombres le  ponen pero habla de ella como si de una diosa se tratara.

Por último me gustaría mencionar el cine ya que el chico es gran aficionado a las películas. Hay dos salas de cine en Reikiavik y va a las dos siempre que puede. Se mencionan muy a menudo en la novela.
 
El chico que nunca existió es un libro diferente a lo que estoy acostumbrada a leer. Hubo un momento, al poco de comenzar la lectura, que pensé que no me iba a gustar demasiado. También pensé que tal vez no estaba captando toda la esencia de la historia. No sé cómo explicarlo bien pero me resulta un libro sencillo y complicado a la vez. Ahora, dos días después de haberlo leído, pienso en él como un buen libro, uno que me ha gustado y en el que me he descubierto pensando varias veces. Eso tiene que significar algo, ¿no os parece?

Junto a la coincidencia del petardeo del motor y los movimientos de la cabeza y la mano, el chico también empieza a ocuparse de sí mismo. Y aunque esta noche tenía intención de no tocarse, no puede evitarlo...

7 comentarios:

Meg dijo...

Sí, claro que significa algo. En cierto modo si que te ha dejado huella. Tomo nota. Un besote!

Margari dijo...

Sí está ahí en tu cabeza aún es que te ha calado. Pero en esta ocasión no termina de llamarme. Y ahora que lo pienso... Creo que tampoco he leído a ningún autor islandés.
Besotes!!!

Lesincele dijo...

Qué libro tan curioso! si es bueno qué aún pienses en el libro!! yo de momento no creo que me anime!
Un beso!

Shorby dijo...

Lo tengo apuntado desde que lo comentaste en Facebook, y ahora más!
Creo que me gustaría, parece ser una lectura diferente =)

Besotes

Tizire dijo...

No lo conocía... Hace poco leí un libro ambientado en Islandia, así que no me importaría volver por allá. 1beso!

Marisa G. dijo...

Pues se entiende que te haya calado. El título me ha parecido fascinante. No me importaría leerlo. Besos

rossy dijo...

Yo creo que sí, que si un libro te hace pensar ya es algo. Y no todos lo consiguen, ¿verdad?

Me anoto el título.

bsos!