Cada vez que voy a una feria del libro suelo darme el capricho de comprar un libro por impulso. El que traigo hoy fue uno de los que compré así, sin conocerlo de antemano, solo porque me llamó la atención la portada y me gustó lo que vi en la sinopsis.
Amanda es una niña con mucha imaginación y, como no le sobran los amigos, decide inventarse uno que esté con ella siempre que lo necesite: uno llamado Rudger. Juntos viven todo tipo de aventuras, las que Amanda va imaginando, y nunca nunca se aburren. La madre de Amanda le acepta tal y como es e, incluso, le pone comida y le saluda por las mañanas cuando se levanta.
Sin embargo, no todo es bonito en este mundo mitad ficción mitad realidad, y es que hay un hombre que se alimenta de los amigos imaginarios de los demás. Un hombre que tiene a su propia amiga imaginaria, por cierto. Un día, mientras Amanda y Rudger juegan en la calle, aparecen este señor y su amiga y, al salir huyendo de él, un coche atropella a Amanda. Rudger no se da cuenta de cómo ocurre, pero de un momento a otro está completamente solo, él, que existe solo porque Amanda le imaginó, que no es nadie sin ella, no solo es que la haya perdido de vista, es que no sabe por dónde empezar a buscarla.
Durante varios capítulos acompañamos a Rudger en la búsqueda de Amanda y en la huida del hombre que come imaginarios, pero por suerte no irá solo, ya que encontrará a otros amigos por el camino para hacérselo más llevadero. Eso sí, amigos imaginarios...
La historia me ha gustado mucho y me ha parecido una idea muy bonita la de homenajear a esos amigos imaginarios que muchos niños -y no tan niños- tienen. La relación entre la niña y su amigo imaginario, e incluso de la madre con Rudger, me ha gustado mucho. En el primer caso se trata de una amistad incondicional, están el uno para el otro siempre y prácticamente es perfecta. En el segundo caso, en el de la madre, me parece muy tierno que trate al amigo de su hija como si fuera un amigo real, como si se creyera que existe solo porque su hija se lo ha dicho.
Lo que me ha chocado un poco es que hay algunas partes que me han resultado un poco oscuras para los niños. Tal vez tenía en mente que el libro estaba dirigido a una edad diferente a la que realmente está, pero el caso es que me imaginaba a mis sobrinos leyendo esta historia y creo que algunas partes les habrían dado canguele...
En cualquier caso es una bonita historia de amistad, que merece la pena ser leída. El libro, además, cuenta con ilustraciones, unas veces en color, otras en blanco y negro y otras una mezcla de ambas cosas, que ayudan a que podamos ver un poco más claramente a los personajes (sobre todo a Rudger, que seguro que hay gente que no es capaz de verlo de otra manera...)
8 comentarios:
Qué curioso este libro! NO me sonaba de nada. Hoy no paro de descubrir nuevas lecturas.
Besotes!!!
Tiene muy buena pinta, espero conseguirlo. Besos
Oooohhh! Me encanta esta autora!
Besotes
Lo tengo pendiente, pero según lo que he concluido por personas que lo han leído es que gusta más a adultos que leen juvenil que a los propios niños. Creo que según la madurez del niño podría estar bien leerlo a partir de los 9-10 años. Tus sobris son más peques, no? Besos, Fani
Sí, a mí sinceramente me pareció que algunas partes no eran fáciles de seguir para niños muy pequeños (tal vez yo estaba despistada en algún punto y por eso pienso así, no lo descarto) En cualquier caso, yo creo que 9-10 años está bien.
Mis sobris son más peques: 4-7 años, pero les uso de referencia siempre ;)
¡Besos, Silvia!
me parece un libro muy interesante para mí hija. Me lo anoto.
Lo conocía pero por la portada de haberlo visto por ahí.
Me parece una monada
Un beso!
Qué bonito, y qué edición tan preciosa :-)
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