- Tiene buena pinta, la verdad.
- ¿Cómo te llamas?
- Fani.
- ¿Cómo lo escribes? ¿Fani como suena?
Afirmo con la cabeza y le digo:
- Con una ene y con i latina.
- No, si más que nada lo pregunto porque cada uno escribe su nombre como quiere ¡que para algo es nuestro nombre! y hay gente que se empeña en escribirlo siempre mal.
- Ya, me pasa a menudo.
- Pues ya verás Fani, hay una periodista en el libro con la que te vas a sentir identificada. Te va a gustar.
- Gracias.
- Gracias. Adiós.
- Hasta luego.
Esta fue la conversación que mantuve en la feria del libro de este año con Fermín Bocos, el autor del Informe San Marcos mientras me firmaba el libro. Lo vi de casualidad y he de reconocer que el libro me llamó la atención por lo poco que pude leer en la sinopsis. De hecho recuerdo que lo había visto poco antes en una librería y me había apetecido comprarlo, así que cuando vi al autor firmando libros en la feria me dije: "¿Por qué no?"
En el mes de julio hice un intento de leerlo y decidí dejarlo para más adelante porque no me terminaba de enganchar. Quería un libro que fuera de poco pensar, que se leyera rápido y que me entretuviera. Al final saqué uno bastante regulero de la biblioteca y me olvidé de todos los que tenía en casa hasta después del verano.
Hace unos días cogí de nuevo el libro pensando que no me pasaría lo mismo que en verano cuando intenté su lectura pero me equivoqué del todo. El principio del libro se me hizo bastante pesado y temí que se me hiciera interminable así que para darme ánimos decidí buscar comentarios en internet. Es una tontería pero ver que un libro ha gustado a mucha gente me predispone a pensar que también a mí, tarde o temprano, me gustará. Sin embargo me encontré con un handicap tremendo cuando la opinión de la gente era básicamente la misma: un libro muy malo. Gracias a esto me he dado cuenta de otra cosa, y es que al pensar que el libro es de lo peor al final no me ha resultado tan terrible. Al principio es un libro que no me ha llamado mucho la atención, pero al final ha llegado a intrigarme con la historia que cuenta y me ha hecho preguntarme varias veces cómo quedaría el caso al final.
En el Informe San Marcos se mezclan varios personajes y distintas historias. Cada una de estas historias se desarrolla en un país distinto y poco a poco empieza a verse cómo unas están relacionadas con otras. Un día de septiembre se intenta un robo en la basílica de San Marcos por parte de un desconocido. El comisario Sforza y el inspector Benzoni se encargarán no sólo de investigar el intento de robo en la basilica, sino que tratarán de aclarar un asesinato que parece estar relacionado con el robo, así como el robo por parte de un hacker de cierta información secreta que estaba en los archivos policiales.
Digamos que este podría ser un resumen muy resumido del libro, pero al no estar demasiado puesta en el tema principal del libro (que es la independencia de Macedonia) prefiero dejarlo así y no meter la pata hablando de más.
En el libro se hace referencia muchas veces a la serie CSI puesto que hay distintas muestras y huellas que hay que analizar, y también a la prensa y a lo carroñeros que pueden llegar a ser algunos periodistas. Sinceramente odio el tipo de prensa que habla de un tema en concreto sólo por conseguir audiencia y que en realidad no sabe ni de lo que habla ni si la información que están dando es cierta o no. Sólo quieren dar la noticia. En este aspecto no podría estar más de acuerdo con el autor del libro.
Por cierto que cuando llegué al capítulo donde aparecía la periodista presté especial atención para tratar de encontrar las similitudes entre ella y yo y no encontré ninguna. Tampoco es de extrañar puesto que Fermín Bocos no me conoce en absoluto. Quizás quiso hacerme un cumplido porque la describe como a una mujer interesante. No sé. El caso es que tenía curiosidad por saber si había acertado o no.
- Mire Tiziana, no tengo por costumbre hablar con periodistas, así que si quiere usted algo relacionado con la Questura, lo que debe hacer es ponerse en contacto con el Gabinete de prensa. Allí le facilitarán la información que necesite.
- Comisario, estoy en Venecia, he venido con mi equipo de realización porque el jueves vamos a hacer el programa en directo desde la plaza de San Marcos. Creo que para los venecianos es bueno que toda Italia sepa cómo van las cosas por aquí, ¿no cree?
- ¿Y qué tengo yo que ver con eso? No trabajo ni en la oficina de turismo ni el Ayuntamiento.
- Lo sé, comisario, lo sé. Sé que es usted policía y que, además, está siempre muy ocupado como todos los que van de duros por la vida -dijo la periodista con tono provocador.
- Oiga, mire, efectivamente, estoy muy ocupado, así que me va a disculpar -atajó el comisario torciendo la boca y dispuesto ya a cortar la comunicación.
- ¡No cuelgue, comisario! Retiro lo último que he dicho, pero, por favor, ¡escúcheme!
1 comentario:
Pues muchas gracias por la información. Yo escuché una entrevista en la radio y bueno..., no sé. El caso es que esperaba verlo en bolsillo y decidirme entonces, pero veo que me has ayudado a hacerlo antes. Gracias.
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