Ya conté hace una semana que Mathias Malthieu estuvo en Madrid presentando su último libro. También dije que no sé qué tiene este hombre que me hace caer, y copio las palabras de Silvia, rendida a sus pies. Y también dije que no tardaría mucho en terminar el libro teniendo en cuenta que es pequeñito. Pues bien, he de decir que en una de las tres os mentí, y es que el libro por unas cosas o por otras he tardado en leerlo más de lo esperado. Por un lado me ha costado coger el ritmo de lectura, por otro me he dedicado a leer párrafos y después procesarlos pues había mucha (y muy intensa) información en cada uno, y por último me daba pena terminar la historia.
Si lo comparo con la Mecánica del Corazón he de decir que me ha gustado un poco menos. Quizás la historia no tuviera tanta historia. No hay más personajes que Mathias y el gigante Jack aunque también es cierto que no se echa en falta otros personajes.
Mathias se queda huérfano de madre a sus treinta años y cree que nunca será capaz de superar el dolor que esa pérdida le provoca, sin embargo después de conocer a Jack el gigante comienza a cambiar de idea. Jack (que por otro lado es el prota de La Mecánica del corazón) es un gigante de ciento treinta años que se encarga de aliviar el sufrimiento de la gente gracias a las sombras. Es doctor en sombrología. Le deja prestada un trozo de sombra a Mathias para que se refugie en ella cada vez que lo necesite y así no se sienta tan solo y desprotegido. Mathias cosigue con el paso del tiempo volver a la normalidad. No es que no sienta el dolor, no es que no quiera que su madre vuelva y no es que no tenga miedo a la soledad, pero gracias a Jack aprende que tiene que seguir adelante con su vida.
Realmente es un libro que te muestra lo jodida que puede ser la vida; y lo injusta que puede ser la muerte. Ayuda a ver las cosas de otra manera, sí, pero para llegar a esa parte en la que ves las cosas de otro color tienes que pasar por bastantes trozos de túnel oscuro. No sé si me atrevo a recomendarlo a gente que haya perdido a un ser querido recientemente, pero pasado un tiempo quizás ayude a estar mejor.
Nos hemos depeñado. Igual que unos alpinistas a los que acabaran de quitar la pared montañosa, el punto de apoyo al que se agerraban para no perder pie. Aunque te hayas hecho a la idea de que va a suceder lo peor, la caída siempre es un brutal golpetazo.
"Se acabó."
Con las uñas clavadas en el hielo, puedes sufrir y pensar, incluso desear morir de frío. Pero sigues vivo, pues la esperanza aún se subleva. Cuando la montaña se esfuma y se acabó, te caes de espaldas sin poder agarrarte a nada, es el momento de las cosas que se apagan. Inmediatamente te pierdes. Surge la noche en pleno día, en plena cara, y ya nunca será como antes.
Si lo comparo con la Mecánica del Corazón he de decir que me ha gustado un poco menos. Quizás la historia no tuviera tanta historia. No hay más personajes que Mathias y el gigante Jack aunque también es cierto que no se echa en falta otros personajes.
Mathias se queda huérfano de madre a sus treinta años y cree que nunca será capaz de superar el dolor que esa pérdida le provoca, sin embargo después de conocer a Jack el gigante comienza a cambiar de idea. Jack (que por otro lado es el prota de La Mecánica del corazón) es un gigante de ciento treinta años que se encarga de aliviar el sufrimiento de la gente gracias a las sombras. Es doctor en sombrología. Le deja prestada un trozo de sombra a Mathias para que se refugie en ella cada vez que lo necesite y así no se sienta tan solo y desprotegido. Mathias cosigue con el paso del tiempo volver a la normalidad. No es que no sienta el dolor, no es que no quiera que su madre vuelva y no es que no tenga miedo a la soledad, pero gracias a Jack aprende que tiene que seguir adelante con su vida.
Realmente es un libro que te muestra lo jodida que puede ser la vida; y lo injusta que puede ser la muerte. Ayuda a ver las cosas de otra manera, sí, pero para llegar a esa parte en la que ves las cosas de otro color tienes que pasar por bastantes trozos de túnel oscuro. No sé si me atrevo a recomendarlo a gente que haya perdido a un ser querido recientemente, pero pasado un tiempo quizás ayude a estar mejor.
Nos hemos depeñado. Igual que unos alpinistas a los que acabaran de quitar la pared montañosa, el punto de apoyo al que se agerraban para no perder pie. Aunque te hayas hecho a la idea de que va a suceder lo peor, la caída siempre es un brutal golpetazo.
"Se acabó."
Con las uñas clavadas en el hielo, puedes sufrir y pensar, incluso desear morir de frío. Pero sigues vivo, pues la esperanza aún se subleva. Cuando la montaña se esfuma y se acabó, te caes de espaldas sin poder agarrarte a nada, es el momento de las cosas que se apagan. Inmediatamente te pierdes. Surge la noche en pleno día, en plena cara, y ya nunca será como antes.
5 comentarios:
Me ha encantado eso de ser doctor en sombrología; todos necesitamos una sombra bajo la que protegernos a veces.
No conocia a este autor, le echaré un vistazo.
Besos.
Hola! Me han invitado a que comparta con los blogueros qué me ha aportado el blog . Te paso el Meme por si te apetece participar.
Hola Fani,
Hace días que ví que habías publicado una entrada sobre el último libro de nuestro querido Mathias, pero no quise leerla por miedo a que pudiera influirme en la propia lectura que estaba iniciando. Pero ayer ya acabé el libro y ya me he leído tu reseña. Debo decirte que al contrario que a ti, a mi me ha gustado más este libro. Cierto es que "La mecánica del corazón" es mucho más entretenido y de lectura más amena, pero este me ha parecido mucho más profundo, lógicamente debido a la temática. Me ha pasado como a ti, que había pasajes, párrafos que necesitaban de una segunda o tercera lectura para ser capaz de capturar toda su esencia. La verdad es que "conociendo" al autor, leer todos estos pensamientos y sentimientos, me llegan de forma aún más hiriente. En cualquier caso, me ha gustado especialmente como la imaginación y los sueños pueden ayudar a sobrellevar una situación así. Como el autor es capaz de mezclar fantasía y realidad para hablar de un tema así. Aunque Mathias sigue fuerte con los temas. Su próximo libro trata sobre una persona enferma de cancer que se convierte en pájaro.
Por cierto, lo que no acabo de entender es que este Jack tenga relación con el Jack de la Mecánica. Creo que leí que había pensado escribir que había sucedido entre aquel Jack y éste y la verdad me pica la curiosidad porque no parece el mismo personaje… No sé si será verdad o es cuestión de promoción para arrastrar a los lectores de la Mecánica.
Un beso, guapa.
Silvia
Já! Tengo comentarios de dos autoras de libros en la misma entrada... A ver quién puede decir eso, eh!? :-)
Lola, la verdad es que este autor es muy especial. Es bastante original en todo lo que escribe.
Bookworm, ya está hecho wapa! Gracias por pensar en mi blog!
Silvia, no sabía que Mathias estuviera escribiendo un libro de esa temática. La verdad es que tengo curiosidad por ver cómo mezcla fantasía y realidad de nuevo. Lo de los dos Jack no sé muy bien cómo se pueden relacionar. Se supone que al quitarse el reloj de cuco no consiguió morir nunca y por eso sigue sumando años y años... el porqué es un gigante no me queda claro del todo...
Besos!!
Me gusta mucho el estilo de M. Malzieu. He leído sus dos libros y me gustaron mucho. Creo que "La mecánica del corazón" es más ameno de leer que el que reseñas. Por cierto, yo también me planteé que tienen en común ambos Jack ...
bsos!
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