La Emperatriz de los etéreos Laura Gallego García

Normalmente me gusta comprar los libros para poder dejarlos después y hacer, de este modo, que más personas disfruten de su lectura. En pocas, muy pocas ocasiones, he releído un libro de los que tengo en casa, pero eso no me hace pensar que no merece la pena comprarlos. El otro día sin embargo, me decidí por coger La Emperatriz de los etéreos y leerlo de nuevo. Podría haber sido cualquiera de los que tengo en casa, pero me apetecía leer un libro desenfadado, acorde con las fechas que se avecinan y que no me hiciera pensar demasiado.

La Emperatriz de los etéreos es un libro juvenil que, a su vez, podría catalogarse de literatura fantástica. Recordaba que me había gustado y que no me daría demasiados quebraderos de cabeza y por eso lo elegí aún teniendo libros en casa sin leer.

El libro comienza con la leyenda del Reino Etéreo. Un grupo de niños pequeños están reunidos en casa de Nuba escuchando la historia con atención, pero Bipa, una de los niños allí reunidos, no parece entender que se trata sólo de un cuento. Opina que es una pérdida de tiempo escuchar hablar de la Emperatriz y de su palacio y que tendrían que estar todos pensando en mantenerse a salvo en las Cuevas en lugar de pensar en viajar más allá de las fronteras de hielo que conocen. Sin embargo Aer, el hijo de Nuba, no opina igual que ella y deja bien claro que cuando él sea mayor se marchará de su casa para ir en busca de la Emperatriz.

La leyenda cuenta que dentro del palacio de la Emperatriz no existe el sufrimiento, ni se pasa frío, y no es necesario comer porque nunca se tiene hambre... Y eso es algo que Bipa ni entiende ni entenderá. Ella sólo quiere seguir con su vida como hasta ahora y procurar no encariñarse demasiado con Aer, pues sabe que cuando sienta la llamada de la Emperatriz se marchará con ella y abandonará el calor de las Cuevas, el de su madre y el de toda persona apegada a él.

Bipa hace su vida por un lado, y Aer hace la suya por otro. Se cruzan, se conocen, pero no tienen más relación que esa en varios años. Por eso cuando Aer desaparece una noche Bipa dice no echarle en falta y poder seguir con su vida como si nada; por eso le ha estado ignorando toda su vida, para no encariñarse con él. Sin embargo todo eso cambia cuando un día Aer aparece en su casa para darle una flor de cristal. Le dice que ha vuelto sólo para demostrarle que fuera de las Cuevas sí existen otras cosas y después de unos días vuelve a marcharse, esta vez, definitivamente.

Bipa es la única persona a la que Aer podría escuchar, así que ella decide ir en su busca y llevarlo de vuelta a las Cuevas, aunque para ello tenga que llevar a cabo un largo y duro viaje a través de fríos y desangelados caminos.

La leyenda cuenta que cuando alguien llega al palacio de la Emperatriz lo hace siendo una persona incorpórea a la que ya nada le importa y nada le afecta, pero para llegar a eso hay que ir pasando por distintas etapas en las que vas dejando de comer, de beber, de sentir frío o de sentir calor para dejar paso a una inagotable ansia de llegar a Ella. Al mismo tiempo la gente va perdiendo opacidad según se va a acercando al palacio de la Emperatriz. Primero se quedan pálidos, después translucidos, después invisibles y por último pierden el cuerpo por completo. Bipa, que realmente no quiere cambiar y sólo quiere llevarse a su amigo Aer a casa, se va saltando las etapas como buenamente puede para no perder la opacidad.

A lo largo de su aventura Bipa se encuentra con distintos personajes, unos buenos y otro no tanto, que significarán mucho para ella y le harán tomar rumbos, en algunos momentos, inesperados.

No quiero contar mucho más sobre los personajes para no destripar el libro a nadie, pero los hay realmente entrañables.

Por último me gustaría destacar la moraleja que saco de la historia. Bipa repite varias veces a lo largo de toda su historia la importancia que tiene alimentarse correctamente y creo que en los tiempos que corren es importante que los niños y niñas se quiten de la cabeza las tonterías típicas de adolescentes para conseguir una figura envidiable. Me ha gustado la fuerte personalidad de la protagonista a la que no hay quien la baje de la burra en ningún momento de la historia.

Bipa montó en cólera. Las palabras de Todo le parecían una sarta de disparates.
-Vivir la vida -dijo-, eso no tiene precio. Quien no haya pasado nunca frío no apreciará el valor de una hoguera. Quien nunca ha llorado no disfrutará de los momentos de risas. Quien no haya pasado hambre no valorará un plato de estofado caliente. Quien no conozca la muerte no sentirá amor por la vida. Esto es lo que Maga me enseñó.