He de reconocer que hasta que no tuve Cada siete olas en la mano no supe de su primera parte, Contra el viento del norte. Investigué un poco antes de comprarlo porque, si bien era un libro que pensé que me podría parecer interesante, también podía ser que me estuviera dejando llevar por la sinopsis del libro y en realidad me llevara a casa un libro que ni fu ni fa. Así, pues, me informé en internet y llegué a la conclusión de que como mínimo era un libro entretenido y ameno y por eso me decidí por él en mi siguiente visita a la librería.
La sinopsis del libro es bastante sencilla. Dos personas se conocen por error a través de sus correos electrónicos y de ahí nace un intercambio de emails que en poco tiempo se convierte en un amor imposible. El libro entero son los emails que se escriben. No hay otra cosa: emails, emails, emails. El libro es fácil de leer y bastante ameno. A mí sobre todo me ha gustado la primera parte, que es la parte en que empiezan a conocerse, la parte del final quizás no tanto, pero porque la protagonista me ha sacado un poco de mis casillas. En fin, mejor entremos en materia para que sepais de qué hablo.
Emmi intenta darse de baja de una revista por correo electrónico varias veces y por un error tipográfico los envíos le llegan siempre a Leo. Éste pasa de ella en un primer momento pero después de varios emails decide contestarle y decirle que se ha confundido de dirección. A partir de ahí, entre disculpas de un lado y "no hay problema" del otro comienzan una relación de amistad y fantasía. Se escriben cualquier cosa, a cualquier hora, y pronto entran en una dinámica en que no importa el qué y no importa el cuándo: lo importante es tener noticias el uno del otro.
Pero no todo es de color de rosa en su historia. Intentan quedar varias veces, siempre de manera fallida, ya sea por culpa de uno o de otro.
En relación a sus vidas fuera del correo electrónico, Emmi está casada y tiene dos hijastros, y Leo acaba de romper definitivamente con su novia -la típica historia que se deja y se retoma continuamente-. Para Leo hablar con Emmi es una vía de escape, una manera de olvidarse de su ex. Para Emmi hablar con Leo significa salir de su idílica vida. Desconectar de su mundo real.
Parece que ambos se enamoran, pero mientras él lo confiesa desde el principio, ella lo niega todo el tiempo. Sin embargo, y a pesar de negarlo en cada email que escribe no hace más que meterse en la vida de Leo. No quiere que esté con otras mujeres, se pone celosa, se enfada y en definitiva, no le deja hacer su vida. Eso sí, está segura de que si se encuentran no pasará nada porque sólo son amigos. Parece que quiera tener a Leo en exclusiva para ella. Que le dore la píldora sólo a ella. Que viva por y para ella mientras ella sigue viviendo por y para su familia. En resumen, Emmi no me cae bien. Me parece muy egoista.
Re:
¿Has vuelto ya del teatro? Hoy no puedo dormir. ¿Te he hablado alguna vez del viento del norte? No me sienta bien el viento del norte cuando tengo la ventana abierta. Sería bueno que me escribieras unas palabras más. Escribe simplemente: pues cierra la ventana. Entonces te contestaré: con la ventana cerrada no puedo dormir.
Cinco minutos después
Fw:
¿Duermes con la cabeza bajo la ventana?
50 segundos después
Re:
¡¡¡LEO!!! Sí, duermo con la cabeza perpendicular a la ventana.
45 segundos después
Fw:
¿Y si das un giro de 180 grados y duermes con los pies mirando a la ventana?
50 segundos después
Re: No puedo, necesito la mesilla con la lámpara para leer.
La sinopsis del libro es bastante sencilla. Dos personas se conocen por error a través de sus correos electrónicos y de ahí nace un intercambio de emails que en poco tiempo se convierte en un amor imposible. El libro entero son los emails que se escriben. No hay otra cosa: emails, emails, emails. El libro es fácil de leer y bastante ameno. A mí sobre todo me ha gustado la primera parte, que es la parte en que empiezan a conocerse, la parte del final quizás no tanto, pero porque la protagonista me ha sacado un poco de mis casillas. En fin, mejor entremos en materia para que sepais de qué hablo.
Emmi intenta darse de baja de una revista por correo electrónico varias veces y por un error tipográfico los envíos le llegan siempre a Leo. Éste pasa de ella en un primer momento pero después de varios emails decide contestarle y decirle que se ha confundido de dirección. A partir de ahí, entre disculpas de un lado y "no hay problema" del otro comienzan una relación de amistad y fantasía. Se escriben cualquier cosa, a cualquier hora, y pronto entran en una dinámica en que no importa el qué y no importa el cuándo: lo importante es tener noticias el uno del otro.
Pero no todo es de color de rosa en su historia. Intentan quedar varias veces, siempre de manera fallida, ya sea por culpa de uno o de otro.
En relación a sus vidas fuera del correo electrónico, Emmi está casada y tiene dos hijastros, y Leo acaba de romper definitivamente con su novia -la típica historia que se deja y se retoma continuamente-. Para Leo hablar con Emmi es una vía de escape, una manera de olvidarse de su ex. Para Emmi hablar con Leo significa salir de su idílica vida. Desconectar de su mundo real.
Parece que ambos se enamoran, pero mientras él lo confiesa desde el principio, ella lo niega todo el tiempo. Sin embargo, y a pesar de negarlo en cada email que escribe no hace más que meterse en la vida de Leo. No quiere que esté con otras mujeres, se pone celosa, se enfada y en definitiva, no le deja hacer su vida. Eso sí, está segura de que si se encuentran no pasará nada porque sólo son amigos. Parece que quiera tener a Leo en exclusiva para ella. Que le dore la píldora sólo a ella. Que viva por y para ella mientras ella sigue viviendo por y para su familia. En resumen, Emmi no me cae bien. Me parece muy egoista.
Re:
¿Has vuelto ya del teatro? Hoy no puedo dormir. ¿Te he hablado alguna vez del viento del norte? No me sienta bien el viento del norte cuando tengo la ventana abierta. Sería bueno que me escribieras unas palabras más. Escribe simplemente: pues cierra la ventana. Entonces te contestaré: con la ventana cerrada no puedo dormir.
Cinco minutos después
Fw:
¿Duermes con la cabeza bajo la ventana?
50 segundos después
Re:
¡¡¡LEO!!! Sí, duermo con la cabeza perpendicular a la ventana.
45 segundos después
Fw:
¿Y si das un giro de 180 grados y duermes con los pies mirando a la ventana?
50 segundos después
Re: No puedo, necesito la mesilla con la lámpara para leer.
4 comentarios:
Cómo me alegro de que tengamos la misma opinión sobre la tal Emmi. A mí tampoco me caía bien y me gustó mucho el final de la novela. No he comprado la continuación, porque pienso que tuvo el final que se merecía en el primer libro.
La parte que más me gustó fue cuando entra en acción el marido de Emmi. Creo que al final era el que mejor me caía.
Saluditos
Jajaja, a mí él no me cae mal. Me parece que tiene la cabeza más en su sitio que Emmi. Además, él no tiene nada que perder.
A mí también me cae bien el marido y tienes razón en que la parte en que entra en acción está muy bien.
Sobre ella, pues eso lo que he dicho antes, que es como el perro del hortelano y eso nunca me ha gustado en la gente.
Yo no leeré la segunda parte de inmediato, pero supongo que en algún momento caerá.
Besos
Bueno, aunque la prota sea un poco petarda, me lo apunto jejej que pinta bien =P
Hombre, el libro es entretenido. No siempre tienen que caernos bien los personajes para que nos guste el libro :-) Yo estoy pensando si animarme con la segunda o no. ¡Ya te contaré!
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