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domingo, 27 de diciembre de 2015

Treinta postales de distancia Sara Ventas

Tenía "Treinta postales de distancia" en mi lector desde hacía mucho tiempo. De hecho creo que fue uno de los libros que compré en la primera compra digital que hice cuando me lo regalaron. Sinceramente ya ni me acordaba de qué iba el libro después de tanto tiempo así que ha sido todo una sorpresa. 

Tenemos dos protagonistas en esta historia. Por un lado Sofía, que se acaba de mudar a Málaga después de dejar la relación con su novio de toda la vida en Mallorca, y que lo único que tiene en su nueva ciudad es a su amigo gay, Manu. Por otro lado Jaime, que vive en el piso de abajo al de Sofía y que está solo en la casa desde que se separó un año antes de su mujer. En su caso tiene a Susana, una novia que quiere dar un paso más en la relación.

La relación de los dos protagonistas comienza como la mayoría relaciones entre vecinos: hablando en el ascensor. En su caso, además, existe una atracción que no terminan muy bien de entender ni uno ni otro (digo en su caso porque mis vecinos no son ninguno como para sentir un flechazo) Al principio ninguno hace caso a esa atracción y su relación no va más allá de las cuatro paredes del ascensor, pero una noche él intenta regalarle unas entradas para un espectáculo y ella entiende que la está invitando a ir con él  así que al final terminan teniendo algo así como una cita entre amigos

Subieron las doce plantas en silencio. Él mirando el contador de plantas y el reloj un par de veces, y ella jugueteando con su llavero. De vez en cuando miraba de reojo al individuo que permanecía impasible a su lado, para hacerle un examen rápido sobre qué tipo de hombre le parecí aquel vecino.

Tanto uno como otra dudan de lo que sienten y al tener los dos historias cercanas con sus ex os podéis imaginar que pasaran por todo tipo de situaciones. El motivo por el que el libro se llama como se llama no lo voy a contar pero me ha gustado mucho. Me ha parecido bonito. Lo que no me ha gustado de la historia es cómo reacciona Sofía ante las treinta postales de distancia que dan nombre al libro, y es que creo que no es creíble. Una pena porque lo demás me lo había creído perfectamente. 

En resumen, se trata de una novela romántica que se lee con facilidad y que es muy entretenida. La leí casi toda en un viaje en tren a Donosti y me amenizó mucho el viaje. La recomiendo, sobre todo a quien guste la novela romántica. Por mi parte me alegro de que por fin haya pasado a la carpeta de leídos del lector electrónico. 

¿Lo habéis leído? ¿Qué os parece el final? 

2 comentarios:

Tizire dijo...

No me convences demasiado: ahora mismo no me apetece un romance de este tipo. 1beso!

Shorby dijo...

El final me pareció genial =)

Qué tiempos de este libro!
Conozco a la autora desde hace bastante tiempo, me tare buenos recuerdos =)

Besotes