Choque de reyes II George R.R. Martin

Canción de hielo y fuego / Libro segundo

Esta segunda parte de Choque de Reyes me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado me he encontrado con historias que me han hecho pasar muy buenos momentos, pero por otro me he encontrado con otras que me han aburrido a ratos. Ahora me acuerdo de Coltra, que me dejó un comentario diciendo que la segunda parte metía mucha fantasía y que no le había gustado demasiado, pero que también había tramas que eran demasiado buenas como para no seguir leyendo. No se me ocurre una mejor manera mejor de describir lo que me ha pasado.

Lo cierto es que las partes de guerra me han apasionado. Las estrategias que llevan a cabo unos y otros. Las traiciones. Los pactos. Me parece que está contado todo con una naturalidad y claridad asombrosas.

Sansa sigue siendo mi personaje favorito. Si llevara, me quitaría el sombrero ante ella. Y también Tyrion Lannister. Ante éste haría hasta una reverencia. Me parece que es de lo mejor del libro y yo le daría la corona a él sin pensarlo. Puede utilizar muchas triquiñuelas, pero en el fondo es el único que ha demostrado, hasta el momento, que es capaz de llevar el reino de una manera coherente y teniendo en cuenta a todo el mundo; eso, por no mencionar que es el único que parece que tenga un corazoncito debajo de tanta armadura. Quizás más adelante me lleve un chasco con él, pero por el momento es uno de mis favoritos.

En relación a los reyes ha habido algunos movimientos importantes. En el libro anterior dije que Renly era para mí quien tendría que quedarse con la corona porque era el que podría ser mejor rey de todos. Como todos sabemos, los buenos no suelen durar demasiado, así que al principio de este libro muere a manos, supuestamente, de su hermano Stannis.

El rey Joffrey Baratheon es un niñato que se cree que lo sabe todo. "Lidera" la última batalla que tiene lugar en este libro frente a los muros del castillo donde se encuentra el Trono de Hierro -supuestamente donde se sienta el legítimo rey-, pero quien realmente lleva las riendas del ataque y/o defensa es su tío, el enano Tyrion Lannister.

El rey Stannis Baratheon se propone atacar a los Lannister para hacerse con el Trono de Hierro -en la batalla final del libro-. Por un lado tiene a un ejército muy numeroso, y por otro cuenta con una maga que a través de distintos hechizos, va terminando con el enemigo. La parte de Stannis tiene algo de fantasía que no termina de disgustarme.

El rey Robb Stark, el rey en el norte, sigue consiguiendo pequeñas victorias aquí y allá, pero aún no se ha enfrentado a ninguno de los grandes rivales directamente. Se cree que es invencible y me da que en próximos libros se dará cuenta de que no lo es.

El rey Balon Greyjoy quiere hacerse con el norte. No se fía mucho de su hijo Theon, que fue pupilo de los Stark durante diez años. Theon para demostrarle que es tan Greyjoy como él, decide por su cuenta y riesgo tomar Invernalia, cuna de todos los Stark. Balon no le apoya en lo que hace y se queda completamente solo en un sitio en el que nadie le quiere. Un personaje que, a pesar de hacer barbaridades, a mí me inspira cierta lástima. No termina de pertenecer a una familia, ni por un lado ni por otro y al final del todo está completamente solo.

La parte de Daenerys, reina al otro lado del agua, me ha resultado un poco aburrida. Los dragones son parte de la fantasía del libro y la idea de leer sobre ellos me seduce bastante. Sin embargo, ha habido algo en su historia que no ha conseguido engancharme hasta el final. Mucha fantasía que no se sabe muy bien a cuento de qué viene e historias que me parecen paja. Al final sí se pone interesante cuando se encuentra, ¡por fin! con alguien que se encargará de hacerla cruzar el mar y entrar de lleno en la batalla por el Trono de Hierro.

Por otro lado Arya y Tyrion me siguen pareciendo personajes importantes y creo que lo seguirán siendo.

Por último también está Jon Nieve. Está en una expedición al otro lado del Muro con la intención de encontrar a los salvajes y luchar contra ellos. Sin embargo los salvajes son más de los que la Guardia de la Noche puede controlar y comienzan a acercarse demasiado al Muro. Jon, en el último momento, se ve obligado a unirse a ellos para tratar de sacarles información y dársela a sus compañeros más tarde. El problema es que ninguno de sus compañeros conoce sus planes y, seguramente en los próximos libros, tenga problemas con ellos. Se ve venir de lejos.

Con una de las partes que más disfruté fue con la que voy a poner a continuación. Los Lannister han bajado al puerto para despedir a la hermana del rey Joffrey. Han salido todos haciendo alarde de sus riquezas y eso al pueblo, que se muere de hambre, no le gusta nada y termina por rebelarse.

Tyrion fue apenas consciente de que un maestre le preguntaba si estaba herido. Cruzó el patio en dirección a donde estaba su sobrino, con la corona cubierta de excrementos y torcida sobre la cabeza.

-Traidores -balbuceaba Joffrey, histérico-. Les voy a cortar la cabeza a todos, les...

El enano le dio una bofetada en el rostro congestionado, con tal fuerza que se le cayó la corona. Luego le dio un empujón con ambas manos y lo tiró al suelo.

-¡Eres un imbécil!

-¡Eran traidores! -chilló Joffrey sin levantarse-. ¡Me han insultado y me han atacado!

-¡Tú has azuzado a tu animal contra ellos! ¿Qué pensabas que iban a hacer? ¿Arrodillarse dócilmente mientras el Perro los mataba? Mocoso malcriado y descerebrado, has matado a Clegane, y quién sabe a cuántos más, y tú no tienes ni un arañazo. ¡Maldito seas!

Y le dio una patada. Fue tan satisfactorio que le habría dado otra, pero Ser Mandon Moore lo sujetó, mientras Joffrey aullaba y Bronn se acercaba para contenerlo. Cersei se arrodilló junto a su hijo, y Ser Balon Swann sujetó a su vez a Ser Lancel. Tyrion se liberó de la presa de Bronn.

-¿Cuántos han quedado fuera? -les gritó a todos y a nadie a la vez.