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miércoles, 25 de enero de 2012

Concierto para instrumentos desafinados Juan Antonio Vallejo-Nájera

Hoy tengo que dar dos gracias como una casa de grande. El primero a Shorby por haber reseñado este libro y haberme metido el gusanillo en el cuerpo; y segundo a mi amiga Yrene porque el otro día le regalaron un libro electrónico por su cumpleaños y, generosa ella como pocos, se ha ofrecido a dejármelo casi para que lo estrene y pruebe si me gusta esto del formato digital. En resumen, he leído Concierto para instrumentos desafinados en un Kindle.

En su día, cuando leí Los renglones torcidos de Dios, me di cuenta de lo frágiles y vulnerables que somos todos. Un día estamos completamente sanos y al siguiente se nos cruza un cable "porque sí" y no volvemos a ser los mismos. Hay mogollón de enfermedades mentales que no conozco, y las que sí conozco sólo es de oídas. Conclusión: no sé nada de las enfermedades mentales más allá de que existen.

Para empezar el título que tiene el libro me parece precioso; tan poético, triste y especial. Cada vez que veo la foto de la portada y veo el título me parece oler a desván antiguo, mohoso y polvoriento, pero sin embargo tengo la sensación de estar en un sitio especial, un lugar en el que solo unos pocos elegidos pueden ir... (empiezo a pensar que la que está de atar soy yo)

Este libro cuenta historias reales de personas que existieron hace muchos años. Juan Antonio Vallejo-Nájera nos cuenta, comparando siempre la medicina y los medios actuales con los que había cuando él era estudiante de medicina, historias de pacientes suyos que por un motivo u otro le llegaron muy hondo.

Y lo cierto es que no es para menos, porque es fácil encariñarse con las personas que describe. Personas adultas que tienen cosas de niños. O personas adultas que hacen cosas de adultos pero de una manera tan torpe, patética y triste que consiguen emocionarte y hacerte pensar que eso también podría pasarte a ti. Muchas situaciones me han parecido muy cómicas, aunque seguro que para los enfermos no lo fuera en absoluto en su momento, pero es que algunos tenían unas ocurrencias... En la segunda historia, por ejemplo, se habla de un paciente con delirios de grandeza que se hace llamar archiduque y que va a todos lados con su orinal de "plata" que para mí es simplemente genial.

Por otro lado la gente piensa que por estar encerrados en un manicomio las personas no saben pensar, pero muchas veces son más obvios y lógicos que los que estamos fuera. Por ejemplo, en otra historia hay cuatro pacientes juntos (cada cual con lo que tuviera) Se reúnen a jugar al mus pero dos acaban discutiendo y uno le dice a otro:

-"Señora, es usted un bidé".

Este paciente, herido en lo más profundo se levanta y se marcha...

Quedaron solos los tres jugadores. Don Servando sentado de nuevo, intentaba explicar a los otros que estaba cargado de razón. A Iñaki, como de costumbre, no se le ocurrió nada, pero Don Lisardo sentenció: "Nunca se deben acumular dos insultos a la vez, además de estropearnos la partida nos hemos quedado sin saber qué le molesta más, que le llamen señora o que le llamen bidé." Un filósofo es un filósofo, ¡qué caramba!

Las enfermedades, todas, son terribles y muy tristes, pero creo que no hay nada peor que saber que has perdido la cabeza. En este libro, igual que Los renglones... en su día, me ha dado en qué pensar. Y me ha recordado que no hay nada más importante que vivir la vida que tenemos ahora. Nos vaya bien o mal hay que vivirlo y continuar hacia adelante, porque quizás, en algún momento de esa vida, nos toque volver hacia atrás.

En relación a la experiencia del libro electrónico diré que me ha gustado, ¡claro! pero también que este modelo tiene un fallo y es que la pantalla refleja. Seguramente pida uno para mi cumpleaños, que es en junio. De aquí a entonces tengo tiempo de sobra para hacer un estudio de mercado a ver cual me gusta más...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi este libro tiene un nombre precioso. Y tal como tu también he leído la reseña de Shorby y me dejó una muy buena impresión. Sobre hospicios, solamente he leído "Veronika decide morir" (creo) y la experiencia ha dejado su huella. Ahora, a ver si te animas con el lector digital. Yo lo que puedo decir es que confiere celeridad a la lectura..

Tatty dijo...

Lo tengo anotado desde que lei la reseña de Shorby, me alegro de que también te haya gustado así que me quedo con más ganas aún de descubrirlo pronto.
Respecto al lector yo también estoy encantada y de acuerdo con Offuscatio, a mí también me da la sensación de que leo más rápido
besos

Margari dijo...

También lo tengo apuntado desde que leí la reseña de Shorby. Pero ver otra reseña y tan buena como ésta, le da un buen empujoncito a este libro.
Besotes!!!

Shorby dijo...

Me alegro un montón de que te haya gustado!!!
El del orinal es buenísimo.
No te encantó la historia del mango del paraguas¿? Mi favorita sin duda, preciosa =)

Besotess

Narayani dijo...

Offuscatio, yo también leí "Verónika debe morir" y me encantó. Lo del lector digital no creo que lo deje mucho más tiempo. Como tarde para mi cumpleaños en junio, jeje.


Tatty, a mí también me pasa!! También me parece que eo más rápido, jaja.


Margari, me alegro de que te haya gustado la reseña. A mí la Shorby me gustó mucho, por eso me decidí por ese libro...

Shorby, todo el mundo que ha leído tu reseña quiere leer el libro!!!! :-) Sí, la verdad es que es bonita esa historia que comentas. A mí me dio mucha pena la de los 4 que se fugan.

Besos!!

Carm9n dijo...

Segunda reseña que leo y segunda que me despierta las ganas de leerlo...
Besos,

Narayani dijo...

Carmen, espero que lo disfrutes si te animas a leerlo. Ya nos contarás!!

Besos!