A mi compañera Cristina siempre le regalo libros. Se puede decir
que se ha convertido casi en una tradición. El último año salí en busca de uno que pudiera gustarle. Pero no quería un libro cualquiera. No. Quería un libro original. Uno del que la gente no estuviese hablando desde hacía meses. Quería sorprenderla con algo nuevo. Y gracias a Los colores olvidados lo conseguí.Llegué a la librería con la intención de tardar un buen rato hasta que diera con lo que iba buscando, pero cual fue mi sorpresa cuando antes siquiera de entrar en la tienda encontré el escaparate vestido con este libro de cuentos. Me gustó mucho la portada, y yo soy una persona que se guía mucho por las portadas de los libros. Subí a buscarlo y me lo llevé sin pensarlo demasiado. Cuando estaba bajando las escaleras mecánicas para llegar a las cajas noté que un chico se me quedaba mirando mientras yo abría al azar las páginas. Le miré. Me volvió a mirar y me preguntó dónde había cogido el libro. Llevaba un buen rato buscándolo y no lo había encontrado aún. Le expliqué dónde podía encontrarlo y le advertí de que tuviera cuidado de no confundirse con el idioma porque habían puesto los que están en castellano mezclados con los que están en catalán. ¡A punto estuve de llevarme yo el que no entendía!
Unos meses después, en la feria del libro de Madrid, me encontré con Silvia y David firmando ejemplares del libro y volví a no pensármelo dos veces. Lo compré, esta vez para mí, y me lo firmaron en el momento. Ahora tengo el libro como un pequeño tesoro junto a La mecánica del corazón, firmado el mismo día por su autor en la caseta de la feria donde firmaban ellos. Desde ese día he tenido pequeñas charlas sobre libros con Silvia, bien a través del blog, bien a través de facebook. No voy a negar que me hace mucha ilusión verla por mi blog de vez en cuando.El libro comienza con la historia de Carmesina, una niña preciosa que posee en sus ojos azules el único toque de color que existe en su mundo gris. Durante varias hojas trata de hacer ver a la gente que la rodea que un mundo más optimista es posible, que las cosas no tienen que ser o grises o nada, sino que pueden tener tantos colores que no sean capaces de escoger uno solo.
Así sucedió una noche, en que Mila superó sus temores sobre las aguas de río. Ya no había excusa ni motivo para seguir con aquel sinsentido lleno de razones y emociones. Como despedida, se regalaron una noche de loca pasión y de quererse mutuos. Luego cada uno siguió con su vida. Él buscando y ella entre aplausos. Y a cada semana que pasaba, él añorando los martes y ella recordando las noches.
Hace muchos años el naranja era mi color, todo el mundo me identificaba con este color y a mí me gustaba que así fuera. Es un color alegre y por eso me gustaba relacionarme con él. Sin embargo de unos años para acá la cosa ha cambiado. Ya no soy seguidora del naranja igual que antes y ahora que lo pienso es algo que me asusta. ¿Ya no soy alegre como era? ¿He cambiado tanto como para no identificarme nada con el naranja? No lo sé. Lo que sí sé es que voy a tratar de cambiarlo de nuevo.
No acostumbro hacer esto, pero voy a dejar una pregunta abierta para que me dejéis vuestros comentarios. ¿Qué significan los colores para vosotros? ¿De qué manera os influyen? ¿Os identificáis con alguno en especial?



7 comentarios:
Este libro ya ha aterrizado en casa, se ve que has metido el veneno hija ;)
Yo tengo un color, el amarillo. Me encanta, me obsesiona muchas veces, y la verdad que no se por qué, me gusta y punto. Y si algo no es amarillo, pues muchas veces cedo y me voy al naranja, mi segundo color. Aguanto carros y carretas escuchando críticas del amarillo pero yo sigo fiel a él. Supongo que hay algo dentro de nosotros que nos hace identificarnos con los colores, no es simplemente un gusto, tiene que haber algo más.
Me encanta meter el veneno siempre que puedo. Ojalá pudiera meterlo más a menudo y a más gente ;-)
Espero que lo disfrutéis en casa con la peque. Seguro que los dibujos le encantan :-D
Este año me he comprado una camiseta amarilla que me encanta (de hecho no recuerdo si la llevaba el día que os conocí. Lo que tengo seguro es que viajó a Barcelona)
Seguro que la peque lo disfruta, de momento no le gusta romper tanto los libros como esperaba, lo que pasa q es un culo inquieto y no para 5 segundos jeje.
Si que la llevabas (la camiseta amarilla), un amarillo clarito (lo siento, tengo un rango corto de colores ;) )
Hola Fani,
Ya estoy de vuelta a la realidad y, por fin, te dejo un mensaje en el blog.
Antes que nada, mil gracias por comentar el libro. Ya he visto que has motivado a nuevos lectores a tener el libro.¡Qué ilusión!
Con respecto a los colores: yo me quedo con el azul. Ya sé que es bastante típico, pero es el color del cielo y del mar, que envuelve la tierra... no sé, simplemente, me gusta.
Creo que estás de vacaciones, así que disfrutalas y te seguiremos leyendo en próximas reseñas.
El sábado adquirí este libro. Me encanta como esta ilustrado y las pequeñas historias que van surgiendo. Gracias por la recomendación wapa.
En cuanto a los colores nunca he tenido uno ke destacara sobre los otros aunque ultimamente el que mas me gusta es el negro. Me estaré "apagando"?
Cobos.
Este libro de cuentos es una delicia: perderse en sus letras y admirar sus dibujos ... Yo también lo leí y reseñé en el blog, me gustó mucho.
A mí el negro me encanta, desde pequeña. Y, a veces, lo mezclo con algún otro color fuerte, vibrante (no me gustan los tonos pasteles). El blanco empieza a gustarme (con la edad, jeje). Y el que no me gusta nada, nada, es el amarillo (¡lo siento, Carlos!)
bsos!
A mí el negro también me gusta mucho. Creo que es un color que se llevará siempre. Es el complemento perfecto, jeje.
Yo la verdad es que no tengo ninguno que no me guste nada, nada. Me gusta las cosas con mucho colorido :-)
Besos
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