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sábado, 25 de abril de 2020

Martes con mi viejo profesor - Mitch Albom

Hace muchos muchos años, una ex compañera de trabajo me recomendó Martes con mi viejo profesor, un libro que le había gustado mucho y que yo no dudé en comprar. Ha tenido que pasar mucho tiempo para que me decidiera a leerlo y es que, como suele pasar, es el libro el que te dice cuándo hay que leerlo. 

Desde el principio sabemos cómo va a acabar el libro: con la muerte del profesor. Sin embargo, eso no lo convierte en un libro triste o, por lo menos, no tan triste como cabría esperar. Mitch Albom y su profesor Morrie Schwartz, congenian a la perfección en las clases de la Universidad y eso les lleva a seguir trabajando fuera de clase. Se veía que disfrutaban de la mutua compañía y trabajaban juntos en la tesina de Mitch. Cuando este se graduó prometió mantener el contacto con el profesor, pero ocurrió la vida y la promesa fue cayendo en el olvido hasta que la casualidad quiso que Mitch viera a su antiguo profesor en una entrevista en la televisión. En ella contaba que había sido diagnosticado de ELA y que no le quedaba demasiado tiempo de vida. En ese momento Mitch, dándose cuenta de que no se había portado bien con el profesor y de que no quería que muriese sin despedirse de él, decidió ir a visitarle. 

En este libro cuenta las visitas que le hizo durante varios martes seguidos y resume lo que hablaron. Se dio cuenta de que tenía muchas dudas sobre la vida en general y que le hacía falta compartirlas con su profesor. Se perdió muchos años a su lado, pero intentó recuperar el tiempo perdido con estas visitas. Morrie siempre le decía: "Pregúntame cualquier cosa" así que, para no dejarse nada en el tintero, se hizo una lista con los temas que quería hablar con él: 

- La muerte.
- El miedo.
- La vejez.
- La codicia.
- El matrimonio.
- La familia.
- La sociedad.
- El perdón. 
- Una vida con sentido. 

Morrie contestaba a sus dudas y juntos hablaban del pasado, del presente y del futuro. 

El dinero no sirve de sucedáneo de la ternura, y el poder no sirve como sucedáneo de la ternura. Te puedo asegurar, como que estoy aquí sentado muriéndome, que cuando más lo necesitas, ni el dinero ni el poder te darán el sentimiento que buscas, por mucho que tengas de las dos cosas. 

La verdad es que el libro me gustó mucho. Es cierto que en algunos momentos sentía que leía un libro de autoayuda, pero no me importó porque la relación de alumno y profesor me parece muy entrañable, bonita y emotiva. 

También me parece muy interesante las entrevistas que hizo Morrie en la tele a lo largo de su enfermedad y cómo va cambiando su relación con el presentador del programa, Ted Koppel (supongo que para los americanos será alguien conocido porque salía en prime time). La actitud de Ted cambia por completo desde que pisa por primera vez la casa de Morris hasta que se despide de él. Parece que de verdad, este hombre, fue de los que merece la pena conocer porque todo el que le conocía se sentía mejor a su lado. 

No abandones demasiado pronto, pero tampoco te aferres demasiado tiempo. 

Es una lectura corta, pero intensa. Los últimos capítulos me tuvieron hasta las tantas de la madrugada leyendo, pero hubo un momento que ya no quise dejar de leer. Tal vez no sea este el mejor momento para un libro así debido a la situación que vivimos, aunque en mi caso me sentó bien leerlo. Morrie tiene mucho tiempo para despedirse de los suyos y para poner un poco de orden en su vida y sé que hay mucha gente estos días que no ha tenido la misma suerte. Sin embargo, en este libro encontramos esperanza también para los que se quedan, enseñanzas que podemos aprovechar, o no, pero que quedan ahí para quien las quiera. Y sí, se habla inevitablemente de la muerte, pero sobre todo, de la vida. 

11 comentarios:

Rosa Berros Canuria dijo...

Interesante. No tenía ni idea de este libro.
Yo tampoco tengo problemas en leer libros con situaciones duras. Creo que en esta situación que vivimos viene bien leer cosas de este estilo para relativizar y darnos cuenta de que lo que estamos viviendo, a no ser que te pille de forma trágica con la muerte de algún ser cercano, tampoco es para tanto. Se trata de ayudar quitándose de en medio para no aumentar más el número de contagiados y que el sistema sanitario pueda trabajar sin saturarse. Cosa que parece que, después de mes y medio, se empieza a conseguir.
Un beso.

Sintiendo sus páginas dijo...

Hola!
Soy nueva por tu blog,acabo de descubrirlo.
La verdad es que no conocía este libro ni al autor pero me ha sorprendido para bien lo que nos cuentas.
No descarto darle la oportunidad.
Besos!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Me has recordado que hace muchos años que quiero leerlo y nunca le he encontrado el momento, como muy bien dices, muchas veces son los libros los que eligen cuándo los leemos. Muchos besos.

Margari dijo...

PUes es un libro que lleva mucho tiempo entre mis pendientes pero nunca me animo. Y ahora tu reseña me deja con ganas. Le subo puestos en la lista.
Besotes!!!

Mary-chan dijo...

¡Hola! ^^
No tiene mala pinta, y seguro que está muy bien, pero de momento no es un libro que me llame especialmente. No estoy muy interesada. Feliz semana :)
Besos!

buhoevanescente dijo...

Debere conocerlo en algun momento, porque es muy bueno lo que se menciona de el, gracias me gusta esta historia la llevo bajo mi ala! saludosbuhos.

Norah Bennett dijo...

VI la peli en la que se basa este libro. Tiene momentos muy tiernos y me imagino que el libro también transmite eso por lo que cuentas, y que eso alivia la sensación de libro de autoayuda que no me gustan nada.
Me lo guardo para otro momento.
Besos

mientrasleo dijo...

Oh, me encanta este libro. De hecho no me he atrevido a ver la peli que comenta Norah.
Besos

Pasajes románticos dijo...

Me lo dejaron el año pasado en reyes y esa misma noche lo leí. Me pareció un libro con un mensaje muy valioso. Y coincido contigo, en ocasiones parecía una novela de autoayuda pero lo compensaba.

Un beso!

Anuca dijo...

¡Hola!
Lo tengo pendiente desde hace muchísimo. Sí, creo que las reflexiones que se extraen de esta novela pueden recordar a un libro de autoayuda, pero creo que de vez en cuando nos viene bien tener lecturas de este tipo, de las que te ponen los pies en la tierra y te hacen pensar sobre aspectos vitales. A ver si puedo leerlo pronto, creo que yo también lo voy a disfrutar.
Un besín

Shorby dijo...

Me encantó este libro, hace un montón que lo reseñé y creo que más o menos coincidimos en impresiones.
Si te animas con la peli, está muy bien.

Besotes