Este fue uno de los primeros libros que leí durante el confinamiento y la verdad es que me vino muy bien para desconectar de la anterior lectura (Cumbres borrascosas) y de la situación que empezábamos a vivir con el coronavirus.
Serena y Álvaro, dos hermanos residentes en Barcelona, reciben en herencia una granja en un pueblo de Teruel que, si bien es cierto que ya contaban con ello porque eran los únicos herederos de su madre, también lo es que no contaban con que tuvieran que "ganarse" el derecho a reclamarla. Y es que su madre, en un alarde de originalidad, decidió dársela solo si convivían antes allí durante seis meses. Los dos juntos.
Los hermanos se llevan bien, pero abandonar su ciudad, con sus trabajos, sus amigos y su comodidades, para ir a un pueblo perdido de la mano de dios no es algo que estuviera en sus mentes.
La idea de la madre es que ambos sepan lo que es trabajar en la granja, no como un castigo, que es como se lo toman ellos, sino para que conozcan algo que a ella le hizo muy feliz en su día. Tenía mucho trabajo, claro, pero a su marido y a ella les encantaba la vida en el campo y quiere que sus hijos lo disfruten igual.
Una vez en la granja se dan cuenta de que necesita muchos arreglos, por lo que deciden ponerse manos a la obra y reformarla para poderla vender por una cantidad superior cuando pasen los seis meses. Sin embargo, contra todo pronóstico, ambos empiezan a estar cómodos en el pueblecito. Serena conoce a Diego y a su hija, que son vecinos, y enseguida siente atracción por él. Por otro lado se reencuentra con Lucía, a la que no veía desde hacía muchos años, y Álvaro se cuelga de ella. Llegados a este punto, y tocados los corazones de los dos hermanos, las cosas se empiezan a ver con otros ojos y, tal vez, la granja no sea tan mala como pintaba en la lectura del testamento.
Como veis es una novela amable, de esas que sabes que van a terminar bien, o no, pero que te dejan buen sabor de boca al final. En cuanto a las historias paralelas (Lucía y Álvaro y Diego y Serena) las dos están bien, aunque tengo que decir que no empaticé mucho con el personaje de Serena. No estoy segura de que me caiga, de hecho... Pero, en cualquier caso, la historia con Diego me gustó (más por él que por ella).
Leí ¡Tenemos una granja! bastante rápido y, aunque no es la mejor novela que he leído de este género (¡Ojo! no quiero decir con esto que sea mala), fue perfecta para recuperar la concentración lectora en un momento en el que no conseguía centrarme mucho en los libros.
10 comentarios:
Bueno, es un tipo de novela que hace años me hubiera hecho gracia pero ahora ya me pilla vieja y estas historias son todas iguales. A lo mejor, si te hubiera gustado más...
Besos
No me llama mucho en esta ocasión así que lo dejo pasar.
Besotes!!!
Este no me llama especialmente =)
Besotes
¡Hola! La verdad que no me llama demasiado pero me alegro que te haya hecho desconectar y hayas disfrutado de la lectura.
Gracias por la reseña y recomendación.
Un besote!!!
¡Hola! ^^
A simple vista no es un libro que me llame especialmente, y con la cantidad de pendientes que tengo no creo que pueda hacerle un hueco a corto plazo. De momento prefiero dejarlo pasar.
Besos!
Hola, no se si me animaré. No te veo demasiado convencida y a priori tampoco es que me llame, aunque nunca se sabe. Besinos.
No es el estilo de libro que más me gusta. Es curioso porque en este confinamiento he tirado por historias duras. Puede que sea para darme cuenta de que hay cosas peores que lo que estamos viviendo.
Un beso.
Este tipo de libros me gustan de vez en cuando, sobre todo para alternar entre otros más espesos o, como dices, en épocas de menos concentración. Muchos besos.
¡Hola!
La he visto más veces por los blogs y la verdad es que no me llama especialmente, pero recién reconozco que tiene toda la pinta de ser de estas novelas amables que, como bien dices, para estos días y para desconectar vienen de lujo.
Un besín
¡Hola! Pues aunque no es el tipo de libros que suelo habitualmente, hay algo que me llama la atención. Creo que para estos días en los que tanto apetece desconectar y leer cosas más ligeras viene de lujo, así que no descarto darle una oportunidad más adelante.
Un beso, nos quedamos por aquí como nuevas seguidoras.
Publicar un comentario