Tenía este clásico esperando en casa desde hacía ya
demasiado (aunque en el fondo tengo la sensación de haberlo leído con
anterioridad, no sé...) y gracias a Shorby y a su #Locaporleer ya puedo decir que ha
pasado a la lista de libros leídos (ahora sí que sí).
Estamos a finales del siglo XIX y el padre de una familia
tiene que abandonar a su mujer e hijas para ir al frente. Desde ese momento las
cuatro hijas tienen que arrimar el hombro para colaborar, no solo en las tareas
domésticas, sino también en la economía familiar, ya que el padre las ha dejado
sin ingresos y en una situación poco favorable. Así, entre trabajo y tiempo de
ocio, van pasando los días en casa de la familia March y poco a poco vamos
conociendo a las cuatro protagonistas.
Son cuatro hermanas: Meg, Jo, Beth y Amy, y cada una tiene
una personalidad completamente distinta a las demás. Para mí la protagonista es
Jo, pero la autora perfila igual de bien al resto del clan. Las cuatro hermanas
viven echando de menos a su padre, ayudando a su madre lo máximo posible y
tratando de entretenerse cuando tienen un rato libre. La lectura, la escritura,
las tertulias y las representaciones teatrales son algunas de sus aficiones y
gracias a su nuevo vecino todo se vuelve mucho más divertido. Laurie, el nuevo
vecino, es el nieto del dueño de la casa de al lado, y aporta un toque divertido
y diferente tanto a su casa como a la de las hermanas March, donde hace
especial amistad con Jo.
Me ha gustado el toque feminista que tiene la novela, más
teniendo en cuenta el momento en el que se escribió. La autora tiene claros
muchos conceptos en relación a la igualdad y los muestra a través de sus
personajes:
–Entonces nos quedaremos solteras –dijo Jo con firmeza.
–Bien dicho, Jo; más vale ser solteronas felices que no
esposas desgraciadas o muchachas atrevidas de esas que corren en busca de
maridos –dijo la señora March–.
Quien más quien menos sabe algo de la novela, pero aun así
tampoco quiero desvelar más de la cuenta, por si algún despistado no conoce
detalles.
La novela está dividida en varios capítulos, y en cada uno
de ellos se cuenta una historia diferente, siempre siguiendo un hilo
argumental, por supuesto. En este sentido me recordó a Anne de las Tejas Verdes,
que tiene la misma estructura. Personalmente me parece que de esta manera la
lectura es muy amena y fácil de seguir.
Mujercitas me ha gustado y me ha dejado con ganas de más,
así que en algún momento leeré seguro Aquellas Mujercitas, que cuenta cómo
siguen las hermanas unos años después.
Hay varias adaptaciones cinematográficas y el año que viene
se estrena una con Emma Watson que me apetece mucho ver. Mientras tanto, veré
la de 1994, que es la que vi cuando era pequeña y que cuenta con Susan Sarandon,
Claire Danes, Christian Bale o Winona Ryder.