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martes, 23 de septiembre de 2014

La dama número trece José Carlos Somoza

No sé vosotros pero yo leo el nombre de Somoza e, irremediablemente, me voy a Shorby, administradora de del blog Loca por incordiar. Y es que estoy 99% segura de que si no hubiera sido por ella y por la pasión que muestra en las reseñas de sus libros yo nunca habría leído un libro de este autor.

Me ha llevado exactamente veintidós días leer el libro pero tenéis que tener en cuenta que he pasado por una semana de fiebre, los primeros días en un nuevo trabajo, la boda de mi hermana y todo lo que eso conlleva y las visitas a mis sobrinos que son obligadísimas. ¿Podría, entonces, haberlo leído más rápido? Sí, con el ritmo de la novela podría haberlo devorado en pocos días y es que en el momento que coges el libro es difícil soltarlo.

Para empezar en la primera página nos encontramos con un doble asesinato:

Apartó con delicadeza la mano y, segundos antes de que despertara, levantó su pequeño mentón descubriendo el cuello desnudo, un punteado de lunares, la vida latiendo bajo la piel; apoyó la punta del objeto cerca de la nuez y ejerció una ligera y exacta presión. Un rastro como de pétalos rojos lo acompañó hasta el segundo dormitorio, donde se hallaba la otra mujer.

A partir de ese momento los acontecimientos se suceden sin dejar tregua al lector.

Salomón Rulfo sueña con este sangriento asesinato, una pesadilla que lo atormenta día tras días hasta el punto de ir al médico para pedirle algo que le ayude a dormir. Al final termina contándole el sueño al médico y aunque éste le escucha no puede hacer demasiado por él.

Un día viendo la tele se da cuenta de que el crimen fue real y decide ir con el doctor a ver la casa donde ocurrió todo. Cuando Salomón le dice al doctor que quiere entrar éste se niega y Salomón decide entrar él solo esa misma noche. Sin embargo no estará solo ya que se encontrará en la entrada con una prostituta que también ha tenido los mismos sueños que él y que también quiere saber qué significan. Una vez dentro las puertas se van abriendo a su paso y las señales se suceden para indicarles el camino que tienen que seguir para encontrar lo que buscan.

Y así van siguiendo pistas, a veces juntos y a veces separados, que les llevan hasta un mundo que bien podríamos decir que es irreal y real al mismo tiempo. Un mundo donde las palabras mandan y la poesía rige las acciones de la gente.

Doce damas son las que dominan el mundo a través de la poesía pero sabemos desde el principio que en realidad hay trece (así se llama el libro) ¿Dónde está esa última dama? ¿Quién es? y sobre todo, ¿por qué nadie sabe nada de ella?

En este libro se juntan la intriga, el terror y la poesía con la fantasía de una manera tan natural que casi te puedes creer que las tres convivan en armonía. Tengo que reconocer que la parte de la poesía es lo que menos me ha gustado. Yo lo intento, de verdad, pero no soy capaz de entender la poesía casi nunca. Desconecto en mitad de la lectura y me agobio porque no lo entiendo (por eso muy pocas veces comento en tu blog, Margari, los días que hay poesía) En este libro no hay poemas larguísimos pero sí se habla de poesía bastante.

He disfrutado también pasando `miedo´ mientras leía porque pocas veces he leído un libro que me hiciera pensar: "mierda, y encima estoy sola en casa". Mención especial para la niña que aparece varias veces para hablar con los protas...

Para terminar hay un pero que le encuentro a la edición de bolsillo (no sé si la otra lo llevaría o no) y es que los versos que aparecen en el libro están siempre en versión original sin traducción. Me habría gustado saber qué decían...

En resumen, el libro me ha gustado mucho. Tiene un buen comienzo y un buen final en el que todo queda atado y claro. Si acaba bien o si acaba mal es algo que tendréis que decidir vosotros si lo leéis. Yo, desde luego, no voy a contar más.

¡Gacias Shorby por la recomendación! Repetiré seguro con el autor.