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miércoles, 30 de enero de 2019

#No te calles - Arturo Cavanna y Menchu Cuesta

La fundación Edelvives ha sacado el cuento #No te calles para luchar contra los abusos a menores. Enseñan a los niños que tienen que hablar cuando les pasen cosas malas porque hay gente que les puede ayudar y que guardar silencio, aparte de hacerles sentir mal, puede hacer el problema más grande.

Dentro de que los niños son inocentes, saben perfectamente cuando algo está bien y cuando está mal; saben cómo se sienten y cómo deberían sentirse, y precisamente de eso va el cuento. De identificar esos momentos incómodos (si los hubiera) y decírselo a un adulto de confianza para poder denunciar. Tienen que saber que no hay nada de malo en lo que ellos han hecho, y que no tienen que tener miedo por contar un secreto que les hace sentir mal.

Dentro de los libros que leen los niños este lo veo especialmente importante, ya que se trata de su seguridad y de sus derechos como niños lo que está en juego. La historia está contada con mucha naturalidad y de manera que los niños lo van a entender perfectamente con un vocabulario acorde a sus años. Además va acompañada de ilustraciones a color que ayudan a reforzar el texto.

En la Fundación Edelvives está el libro para ver o para descargar. Os lo pongo pinchando en la imagen del cuento por si lo queréis leer con vuestros peques.

https://issuu.com/fundacionedelvives/docs/notecalles 

Y poco más se puede decir de este libro aparte de que creo que todo el mundo debería leerlo con sus hijos.
¿Qué pasa cuando un niño se ve envuelto en un engaño sobre el que le piden guardar silencio? #No te calles propone romper con el abuso, mostrando a los niños que no están solos y ofreciéndoles pautas claras y sencillas de cómo actuar en estos casos.
La obra gira en torno a la idea del círculo de silencio que suelen imponer los abusadores. Muestra que los niños no están solos en esta situación y ofrece unas pautas claras y sencillas de cómo actuar en estas situaciones.
 


lunes, 28 de enero de 2019

Comienzo la semana con...



Esta semana estoy con dos libros a medias. No suelo leer los libros a pares, hace tiempo que dejé de hacerlo, pero como El pasaje es tan grande y poco manejable, he empezado otro para cuando viaje en transporte público... Por ahora llevo poco de los dos, pero me están gustando.

¿Con qué libro o libros empezáis la semana vosotros?

lunes, 21 de enero de 2019

Comienzo la semana con...


Es la primera parte de una trilogía. Por ahora solo he conocido a los personajes y sus situaciones personales, pero creo que en poco estaré ya metida en harina.  Lo tengo empezado desde hace unos días, pero viendo el número de páginas que tiene, seguro que la semana que viene sigo con él a medias...

¿Con qué libro o libros empezáis la semana vosotros?


domingo, 20 de enero de 2019

Una muchacha desnuda - Nikos Athanassiadis

No recuerdo si este libro estaba en casa de mi madre, o en casa de mi abuela, pero el caso es que tiene ya unos años. La verdad es que es una portada que recuerdo haber visto desde hace mucho tiempo, pero nunca me había dado por leerlo hasta ahora.
El protagonista, Dimitri, llega a una pequeña isla griega huyendo del destino que le tiene preparado su padre: ir a la universidad, casarse y dedicarse a algo que genere dinero. En verdad, algo que todos los padres quieren parar sus hijos, solo que en este caso es algo que se le impone mas que un deseo del padre, por eso se marcha de casa y acaba en una pequeña cabaña en una isla perdida de la mano de dios en la que apenas ve a gente. Además, un poco antes de partir hacia la isla sufre un desengaño amoroso, lo que hace que su partida, además de para dar un escarmiento a su padre, le sirva para olvidarse de Elisa, la chica en cuestión.
Sale a pescar y a pasear en una barca que compra gracias a la ayuda de Lucas, el borrachín, uno de sus tres amigos en su nuevo hogar; los otros dos son Tomás, el pescador de pulpos, y su hija Angela, que ama el mar y a sus habitantes por encima de todo. En cuanto Angela y él se ven surge algo con lo que Dimitri no contaba, pero no puede evitar sentirse muy atraído por esta mujer de la que se dice que es un sirena por la cantidad de tiempo que pasa dentro del agua; da igual si llueve, si hay marejada o si brilla el sol en el cielo, ella pasa horas nadando en mar abierto. Tiene un vínculo especial, y casi obsceno, con el mar que nadie entiende. Tampoco Dimitri. Y si me apuráis, tampoco el lector. Por su parte, Elisa aparece de vez en cuando para sembrar dudas en nuestro protagonista que, mientras tanto, se dedica a intentar seducir a Angela.
Arrastramos la barca por la arena. Yo quise tomarla en mis brazos y llevarla a mi choza. Su cuerpo dejaba sobre el mío el frescor de la noche y del mar. Ella se apretó ligeramente contra mí para darme el placer de la caricia que yo deseaba ávidamente; después, en un movimiento seco, me rechazó, me lanzó a la orilla, me arrojó mis pantalones cortos, sacó la barca en unas fuertes abrazadas y desapareció.
Es una lectura lenta, sensual en ocasiones, con muchas frases dignas de marcar y con una manera de narrar que, a mí personalmente, me ha gustado mucho. Le pongo un pero y es que en ocasiones la historia me ha parecido un poco repetitiva.
En resumen, Una muchacha desnuda es una novela para leer con calma, parándose a releer y a disfrutar de algunas frases bonitas de esas con las que nos gusta recrearnos a los lectores.
Un hombro moreno, quemado como la corteza dorada de un pan.
Por último, decir que si la portada me gustaba antes de leer el libro, ahora me encanta. Es muy apropiada para la historia que cuenta.
¿Habéis leído esta novela? ¿Os sonaba?

lunes, 14 de enero de 2019

Todos los veranos del mundo Mónica Gutiérrez

Cuando voy a ver a mi abuela me gusta llevarle libros porque se entretiene mucho con la lectura (devora las páginas) Hace unos meses se cayó en su casa y se hizo daño en una muñeca, lo que hizo que no pudiera hacer casi nada ella sola. Mi abuela siempre ha sido muy activa y verse así la puso muy triste, así que un fin de semana que mi madre iba a ir a su casa, fui corriendo a una librería y compré Todos los veranos del mundo, de Mónica Gutiérrez, porque sabía que, al menos el tiempo que lo estuviera leyendo, se evadiría de sus preocupaciones y de sus tristezas. Cuando se lo dije a mi madre me dijo que no creía que lo fuera a leer porque ya casi no movía las manos, pero mirad por donde, lo terminó leyendo y no sabéis lo que me alegro, porque si algo tienen los libros de Mónica, es que te dejan buen sabor de boca siempre (bueno, o al menos hasta que le dio por escribir bajo pseudónimo… Ahora no tengo ni idea de por dónde saldrán sus finales, je je…)
Helena está a punto de casarse con su novio de varios años. Ambos son abogados y solo tienen tiempo para trabajar. Helena pensaba que eso es lo que quería para su vida, pero cuando vuelve a su pueblo de la infancia para preparar la boda se da cuenta de que aquello le gusta más de lo que quiere reconocer y que no le importaría cambiar su vida en la gran ciudad por una vida tranquila en el campo. Una vez en su casa, una masía que su madre ha habilitado para dar cursos de cocina a turistas, recupera las charlas con sus hermanos, con su madre y con su mejor amigo de la infancia y siente que no quiere volver a perderlos. A estos personajes hay que sumarle un simpático y extravagante librero que siempre invita a té a nuestra amiga, y varios personajes que aparecen de vez en cuando y a los que se les coge cariño enseguida.
La historia avanza tal y como nos imaginamos, pero eso no le quita encanto en absoluto.
Por ponerle algún pero a la novela, diré que me habría gustado que se profundizara más en algunos personajes secundarios (sí, ya lo sé, son secundarios, pero aun así…) como el librero o el florista. Me habría gustado saber más de ellos y de su pasado, pero ya os digo que esto es poniéndome quisquillosa.
Mónica es fiel a su estilo en este libro y nos hace pasar un rato muy entretenidos con su lectura. La mezcla de libros (siempre hay libros en sus novelas), de amor, de amistad y de tés y chocolates calientes en lugares de cuento, siempre funciona y es algo de lo que todos los amantes de la literatura no nos cansaremos nunca porque nos sentimos identificados. Todos queremos encontrar el rincón perfecto para abandonarnos a la lectura y a esa persona especial para comentar y recomendar libros, o... ¿estoy equivocada?
Una puerta de color verde botella, con forma de arco, de madera, con un tirador redondo, cerrada. A ambos lados, dos pequeños escaparates repletos de libros y material de escritorio. Doy un paso hacia atrás y leo asombrada el cartel de letras doradas: “La biblioteca voladora”. No puede ser cierto.


jueves, 10 de enero de 2019

Mejores lecturas de 2018

Durante los últimos meses de 2018 me rondó la idea de incluir alguna "sección" nueva en el blog, en especial contar las lecturas que me acompañaban en el inicio de semana, que veo que mucha gente lo hace y me parece divertido. Así que lo haré... pero no hoy, porque lo que traigo hoy es otra cosa que me apetecía mucho hacer: contaros las mejores lecturas del año que acaba de terminar. Tuve muy buenas lecturas, pero solo unas pocas me llegaron de una forma especial.
 
A ver qué os parecen:
 
 
- Invisible: Si el propio Eloy Moreno no quiere contar mucho de la novela, no seré yo quien lo haga, pero sí quiero puntualizar que es un libro muy necesario tanto para jóvenes/adolescentes, como para adultos. Si yo fuera profesora de instituto lo mandaría leer a todos los alumnos. Y a sus padres. Y al resto de profesores.
 
- Malala: Poco se puede añadir a la historia de Malala que no se conozca ya. Otro libro importante que no podía dejar de meter en las mejores lecturas. Malala cuenta cómo llegó a la situación que provocó el atentado que casi la mata. Ella solo buscaba libertad e igualdad y casi lo paga con su vida. Después de leer su historia me queda más claro todavía que es una persona maravillosa.
 
- El año que no dejó de llover: En esta ocasión lo que me enamoró fue la ambientación: Escocia. Es una novela romántica/chick lit que disfruté mucho. Encontramos a la típica protagonista pija y tonta que no ha pisado ni la arena de los parques, viviendo de repente en un pueblo escocés. Me entretuvo mucho.
 
- La delicadeza: Ya conocía la historia gracias a la película, pero aun así disfruté mucho con la lectura. La protagonista pierde a su marido muy joven y piensa que no podrá encontrar de nuevo el amor hasta que varios años después comienza a salir con un compañero de trabajo. Una historia de segundas oportunidades que da gusto leer.
 
- Lo siento, Leonard Peacock: Otro libro necesario por el tema que trata. El protagonista es un adolescente que quiere suicidarse el día de su cumpleaños. Durante toda la novela seremos testigo de la situación que le ha llevado a pensar así. Es una gran historia que no se conoce tanto como se merece.
 
- The perks of being a wallflower: O, lo que es lo mismo, Las ventajas de ser un marginado. Único libro que he leído en inglés este año y tengo que decir que me ha resultado bastante fácil de seguir. No contaba con ello, así que estoy contenta. En cuanto a la trama, me gustó mucho. El protagonista es un adolescente que, por primera vez en mucho tiempo, tiene amigos en el instituto. Su amigo de siempre se suicidó unos meses atrás y él no lo ha superado. Sus nuevos amigos le abrirán las puertas de muchas cosas desconocidas hasta el momento para él.  
 
- El otro hijo: Fue toda una sorpresa. Lo compré de oferta porque me gustó la sinopsis y me encontré con una historia diferente y un poco inquietante. Un niño de cuatro años recuerda una vida pasada y quiere volver a ella. Según parece es algo que ha pasado a varios niños en la vida real, lo cual resulta mucho más inquietante que si solo fuera ficción...

Como decía antes, he tenido más buenas lecturas durante el año, pero las que acabáis de ver son las que más me marcaron por una cosa o por otra. ¿Habéis leído alguna? ¿Cuál fue vuestra mejor lectura de 2018?