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jueves, 28 de diciembre de 2017

Tres cuentos - Truman Capote

Esta Navidad me apetecía leer cosas acordes con las fechas: calor de hogar, familia, amigos... en definitiva, leer  sobre ese espíritu que llaman navideño. Comencé con La Navidad para un niño en Gales, que si bien es un cuento bonito, no terminó de llegarme. La siguiente lectura han sido estos tres cuentos de Capote, que me han gustado y me han hecho sentir ese espíritu que tanto buscaba. Dos de los tres están ambientados en la Navidad y el tercero en el día de Acción de Gracias.

Un recuerdo navideño:

El protagonista nos cuenta desde la edad adulta cómo eran las Navidades en su infancia. Nos describe cada una de las tradiciones que tenían su amiga y él cuando llegaba esta época del año: las tartas de frutas y el gran árbol de Navidad, como grandes protagonistas, hacían de las fechas las más felices del año. Pero sobre todo era su amiga, su sexagenaria amiga, la que provocaba toda esa magia.

Una Navidad:

Descubrimos, cuando comenzamos el segundo cuento, que estamos ante los mismos personajes que en el cuento anterior. En este caso el protagonista tiene que viajar lejos de sus tradiciones porque su padre quiere pasar las fechas con él. Apenas le conoce y no le hace mucha gracia la idea de irse lejos de su hogar, pero es Navidad, y las cosas en Navidad, pueden mejorar.

El invitado del día de Acción de Gracias:

Otra vez tenemos a los mismos personajes de vuelta en su hogar. El protagonista sufre bullying en el colegio, pero a su amiga sexagenaria le parece buena idea invitar a su perseguidor a la cena de Acción de Gracias.

De los tres cuentos el que menos me ha gustado ha sido el segundo, pero eso no significa que no me haya gustado; es que los otros dos me han gustado mucho. Los dos tienen ese espíritu navideño que andaba buscando, ese calor de hogar y olor a tradición. Es la primera vez que leía a Truman Capote y me ha sorprendido para bien así que repetiré con el autor.

Os dejo otras dos lecturas navideñas que en su día me gustaron mucho:

http://narayani-eraseunavez.blogspot.com.es/2010/12/el-frio-modifica-la-trayectoria-de-los.htmlhttp://narayani-eraseunavez.blogspot.com.es/2012/01/cancion-de-navidad-charles-dickens.html
¡FELICES FIESTAS!
 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

La Navidad para un niño en Gales - Dylan Thomas

Saqué este libro de la biblioteca después de haberlo visto recomendado en el blog de Meg Cazaestrellas. Ella hizo la reseña del libro "Un recuerdo de Navidad", con la que, por cierto, me convenció completamente. El caso es que Norah Bennet comentó el título del libro que traigo hoy de pasada y decidí buscarlo también.

El cuento es una sucesión de recuerdos, vistos desde el punto de vista de un niño, de cómo vivía los días de Navidad. Contado con nostalgia, desde la edad adulta ya, nos lleva por todas las acciones que acostumbraba a hacer: perseguir gatos, cantar, jugar con la nieve... Y todo rodeado de un ambiente festivo, gente contenta por todos lados, con sus tradiciones y sus momentos para la improvisación.

La idea del libro está bien, pero no es lo que yo andaba buscando. No me ha transmitido gran cosa. Y es una pena porque tenía todas las papeletas para convertirse en un libro al que volver una y otra vez. Sin embargo, me ha dejado un poco fría. Cuando leo un libro me gusta meterme en la historia, sentirme parte de ella, y esta vez no lo he conseguido. ¡Ojo! Con esto no quiero decir que sea un mal libro, ¿eh?; es sólo que a mí no me ha llegado.

Por otro lado es justo decir que la edición de Nórdica es una maravilla. Alterna el texto de Dylan Thomas con las ilustraciones de Pep Montserrat, y éstas me han gustado mucho.


Es un cuento que se lee en un ratito, así que si tenéis dudas o creéis que os puede gustar, os animo a que lo hagáis. La historia no está mal, y tal vez a vosotros sí os transmita el espíritu navideño.

martes, 19 de diciembre de 2017

La frase del martes - 210



Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo. 

-Lev Tolstoi

jueves, 14 de diciembre de 2017

Todas las horas mueren - Miriam Beizana Vigo

Hace mucho tiempo, después de un desengaño amoroso, escribí una carta en la que hablaba del paso del tiempo, de cómo los minutos pasan y ya no vuelven nunca, y a ellos les da igual si tú estás aprovechándolos o si los estás perdiendo, que no van  a dejar de pasar por ti. Cuando leí el título de este libro algo hizo clic en mi cabeza y me llevó a esa carta que escribí. Por eso no pude evitar comprarlo.
Tenemos la historia de Olivia y de Dorotea. La primera está ya en la vejez mientras que la segunda acaba de cumplir la mayoría de edad. Sin embargo si pusiéramos una al lado de la otra con esos mismos dieciocho años encontraríamos que no hay muchas diferencias entre ellas porque ambas estarían solas y perdidas.
Las dos llegan al mismo pueblo con muchos años de diferencia, y el destino, si queréis llamarlo así, se encarga de juntarlas. Olivia llegó hace muchos años, compró una casa y un local donde puso una cafetería y se instaló allí. Dorotea deja la casa en la que se crio porque no aguanta más tiempo los malos tratos y la indiferencia de sus progenitores. Su coche se estropea y decide parar en el mismo pueblo para que lo vea un mecánico. Mientras lo arreglan, Olivia le da trabajo en la cafetería.
Así es como la vida de las dos mujeres se unen.
Olivia vive de los recuerdos de Laura, que murió mucho tiempo atrás, y ha dejado pasar su vida sin pena ni gloria. Trabaja su cafetería y se relaciona poco con la gente. Gracias a varios flashbacks sabremos quién es Laura, a quien conoció durante el franquismo, y qué aportó a su vida para que siga anclada a su recuerdo tanto tiempo después.
Dorotea, por su parte, nos va contando la mala vida que le han dado siempre sus padres. La falta de cariño es más que evidente y dan ganas de quedarse con ella para decirle que todo va a ir bien.
“Todas las horas mueren” me ha gustado, aunque el final me ha parecido un poco precipitado. Creo que podría haber dado para una novela un poco más extensa, sobre todo la parte de Dorotea una vez que llega al pueblo. Creo que es un personaje con mucho potencial. Me habría gustado leer algo así como su resurgir de las cenizas, cual Ave Fénix.
Por otro lado ha habido algo que me ha chirriado un poco y ha sido que durante la narración se menciona que Dorotea no tiene mucha educación porque se puso a trabajar pronto; sin embargo muchas veces cuando habla parece alguien muy culto. No me ha parecido muy coherente, pero en cualquier caso, no es algo como para dejar de recomendar el libro, porque lo cierto es que me ha gustado.
Olivia se planteó en varias ocasiones si la felicidad también pertenecía al saco de las horas que mueren.

martes, 12 de diciembre de 2017

La frase del martes - 209




Un buen oyente a menudo piensa sobre otra cosa.

-Kin Hubbar

sábado, 9 de diciembre de 2017

¡Melisande! ¿Qué son los sueños? - Hillel Halkin

Los Libros del Asteroide tienen algo que siempre me llaman. Los últimos años he aprovechado las Ferias del Libro de Madrid para comprar varios títulos de esta editorial; se ha convertido en algo así como una tradición para mí. No sé si es por las portadas, cada una de un color diferente, o porque tienen títulos tan largos que parecen casi el comienzo de la novela, pero el caso es que siempre llego a su caseta queriendo llevarme un libro.
“¡Melisande! ¿Qué son los sueños?” fue la compra de este año en la Feria del Libro.
El libro entero es una carta de amor. Hoo escribe a Melisande, Mellie, contándole su versión de una historia que a buen seguro tiene, como mínimo, dos versiones: una la suya, la que leemos; la otra, la de la propia Mellie.
Durante las 262 páginas que dura el libro le habla siempre directamente a ella (Te lo pregunté después de que se lo hubieras dicho…, Me encantaba verte dormir, Tú, Joanna y Julie…) y muchas veces, al tener el libro entre las manos, tenemos la sensación de estar leyendo algo que no es para nosotros. De leer algo íntimo de otra persona.
Hoo, Ricky y Mellie son muy amigos. Dos chicos y una chica en el instituto, con metas, gustos e ilusiones comunes. Pero esa época, muchos los sabemos ya, no dura eternamente. La gente se separa, cada uno va por un lado y la chica del grupo se decanta por uno de los chicos. En este caso Mellie elige a Ricky, y Hoo asume su derrota. Sin embargo las cosas cambian cuando Ricky decide ir a la India a buscarse a sí mismo. Pasa años allí, en una aldea perdida de la mano de Dios con un gurú, mientras Hoo y Mellie siguen con su vida en Nueva York… aunque cada uno por su lado. Cuando Ricky vuelve, él y Mellie coinciden y empiezan a salir de nuevo. Y es cuando ambos se vuelven a encontrar con Hoo.
Desde el principio es fácil pensar que Mellie y Hoo están hechos el uno para el otro, supongo que el que sea Hoo quien cuente la historia tiene  mucho que ver, y por eso no entendí demasiado que ella eligiera a Ricky. Sin embargo llega un momento en el que Ricky ha cambiado tanto después de su viaje, que Mellie cambia a uno por otro. A partir de ese momento y, a pesar de que se ve que son la pareja perfecta, no terminan de encontrar la felicidad plena. Hay una sombra siempre sobrevolando sobre ellos, y sobre ello habla el libro.
La narración se centra en dos cosas: la relación de Hoo con Ricky y, sobre todo, en la relación de Hoo con Mellie.
Han pasado varias semanas desde que terminé esta novela y el recuerdo que me queda pasado ese tiempo es bueno; sin embargo, también tengo que reconocer que durante la lectura tuve ratos que se me hicieron un poco pesados porque habla demasiado de filosofía, y de autores que no he leído (y el trasfondo de sus obras) Esto es algo completamente personal, ya que se trata de gustos, pero igualmente quería dejarlo reflejado por si os pasa como a mí. En cualquier caso, la historia es bonita. A mí me ha merecido la pena leer un poco sobre filosofía para conocerla.
Por último, una cosa que no me ha gustado es que hay algunas frases en otros idiomas que no vienen traducidas a pie de página. Entiendo que si viene sin traducir es porque no es relevante para la historia, pero en cualquier caso, es algo que no me gusta encontrar.
"A los dos se nos daba muy bien mentir. Por eso siempre poníamos tanto empeño en decirnos la verdad. Los dos sabíamos lo fácil que era no hacerlo."