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miércoles, 28 de abril de 2010

La ladrona de libros Markus Zusak

Antes siquiera de empezar a escribir sé que la reseña no estará a la altura; sin embargo este es un blog de reseñas de los libros que voy leyendo y no puedo dejar de escribir ninguna. Tengo mil frases para dar comienzo a las ideas que tengo en la cabeza y mil puntos de vista diferentes, pero no soy capaz de decidirme por uno. Así que creo que lo mejor será empezar por contar una pequeña historia en la que a punto estuve de convertirme en una ladrona de libros.

UN PEQUEÑO DETALLE
Estuve a punto.
Lo cual quiere decir que finalmente no me atreví.


Hace varios años, -no sabría decir exactamente cuántos- descubrí un libro en la biblioteca de mi barrio. Por aquel entonces yo no acostumbraba a comprar libros y cada poco tiempo estaba en la biblioteca. Normalmente no iba con un título en la cabeza, sino que simplemente llegaba a la biblioteca y daba vueltas alrededor de todas las estanterias, mirando los títulos y leyendo las sinopsis hasta que daba con un libro que llamaba mi atención. Cuando vi Soldado de la niebla abandonado en una estantería no tuve ninguna duda. Lo cogí y me lo llevé a casa. No recuerdo cuánto tiempo me llevó leerlo y tampoco creo que sea importante en estos momentos, pero lo que sí recuerdo es que el libro me dejó marcada. Sabía que tenía una segunda parte y unos pocos años después lo encontré en otra biblioteca de Madrid. Volví a leer Soldado de la niebla antes de leer la segunda parte y decidí que ese libro tenía que ser mío. -¡Pues compralo como todo el mundo! -estaréis pensando ahora. Sí, si yo quería comprarlo, pero el problema es que el libro estaba descatalogado desde el año 88 si mal no recuerdo. La única opción que tenía era robarlo. Bueno la única opción si quería el libro, claro, porque realmente tenía otra opción... a saber: no robarlo.

Volvieron a pasar varios años y cada vez que entraba en la biblioteca me pasaba a buscar el ejemplar de Soldado de la niebla. Lo abría -siempre por la misma página- y leía un párrafo. Siempre el mismo. Un día de finales del año pasado el libro volvió a mi cabeza como por arte de magia. -Tiene que ser mío... - Tiene que ser mío... - Tiene que ser mío... me decía una voz en mi cabeza. Lo busqué por internet en tiendas de segunda mano, libro antiguo y descatalogado. Imposible. Los pocos ejemplares que había eran carísimos. La idea de robarlo cobró fuerza en mi cabeza a pesar de que sabía que no era capaz de hacerlo. Finalmente el día de nochebuena lo encontré a través de internet en una libreria del centro de Madrid. Costaba 20 euros, lo cual es bastante asequible -aún creo que el librero no sabía el libro que tenía entre sus manos-. Finalmente me cobró 18 euros. No sé porqué me hizo precio-amigo, pero me lo hizo, y además me regaló un separador de libros. Cuando salí de la librería busqué la página 376 y coloqué ahí el separador.

FIN DE MI HISTORIA
Comienzo de la historia de Liesel.
Realmente es la que importa.


Según palabras de la narradora del libro, un corazón de trece años no debería sentirse así. Sin embargo el corazón de Liesel se sentía así y peor.

Llega a Himmelstrasse, en Molching, Alemania, después de varios días de viaje en tren. Iba con su madre y con su hermano pequeño pero sólo ella llegó a su destino. La labor de la madre era conducirles hasta la familia de acogida, pero después volvería sobre sus pasos. El hermano ni siquiera llegó a la estación de tren donde le esperaban.

Una vez en el barrio nuevo Liesel tiene que aprender a convivir con una nueva familia, el matrimonio Hubberman, que a pesar de no tener mucho se desvive -cada uno a su manera- por hacerla feliz y darle lo que su madre y su padre no pudieron.

Cargado de personajes entrañables, como el vecino y mejor amigo de Liesel, Rudy; la mujer del alcalde que le regala libros; o un judío oculto en un sótano que le escribe historias, La ladrona de libros se ha convertido en uno de mis libros preferidos. No me he cansado ni una sola vez de leerlo. Ni he tenido la necesidad de parar y volver atrás por no entender algo. Y lo más importante, el libro me ha conmovido y me ha dado que pensar. Cualquier historia escrita, narrada o filmada sobre el holocausto tiene para mí un gusto agridulce y esta novela no iba a ser menos. Estoy segura de que historias como la de Liesel y toda la gente que la rodeó existieron de verdad a montones. Gente que es capaz de arriesgar su vida por salvar a otra persona. Este tipo de historias hacen que no pierda la fe en el ser humano.

Toda la novela está narrada de forma magistral por una espectadora ajena a las vidas de los personajes que, a pesar de ser decisiva en la historia, no es capaz de decidir en ningún momento el destino de nadie.

--Vi a la ladrona de libros en tres ocasiones.
--Sí, la recuerdo a menudo y conservo su historia en uno de mis múltiples bolsillos para contarla una y otra vez. Es una más de la pequeña legión que llevo conmigo, cada una de ellas es extraordinaria a su modo. Todas son un intento, un extraordinario intento de demostrarme que vosotros, y la existencia humana, valéis la pena.
--Aquí está una más entre tantas.
--La ladrona de libros.
--Si te apetece, ven conmigo. Te contaré una historia.
--Te mostraré algo.

Por supuesto los libros son una parte muy importante en esta historia. Liesel apenas sabe leer y escribir cuando llega a Himmelstrasse, pero después de robar un primer libro le pide a su padre adoptivo que le enseñe. Pasan noches en vela aprendiendo primero las letras del abecedario y los significados de las palabras después, y termina por devorar los libros que caen en sus manos, ya sea en forma de regalo o de pequeño hurto.

Los libros acompañan a la narradora durante toda la historia, y apostaría a que más de una vez se entretuvo más de la cuenta escuchándola leer en voz alta.

Por último destacar el estilo de narración. Siempre con prisas, sin dejar espacio para el suspense. Casi desde el primer momento sabes quien vive y quien muere. Quien continua en la historia y quien no, con lo cual cuando se acerca el final del libro llegas mentalmente preparado para leer lo que viene a continuación. O eso te crees. Porque a pesar de conocer cómo acaba, de conocer cada uno de los detalles, no puedes evitar sentir un nudo que se forma en el estómago, que sube por la garganta y que parece que ni siquiera te deja tragar las lágrimas que se agolpan en tus ojos.

NOTA A TENER EN CUENTA
Creías que estabas preparado...
pero no era verdad.
En ninguno de los casos.
De ninguna manera

Si hubiera podido ver arrodillada a la ladrona de libros junto a su cuerpo diezmado, habría gritado de alegría y girado sobre sí mismo y sonreído. Le habría encantado contemplarla besándole los polvorientos labios devastados por las bombas.
--Sí, lo sé.
--En la profunda oscuridad de mi corazón de siniestros latidos, lo sé. Le habría gustado, sin duda.
--¿Lo ves?
--Hasta la muerte tiene corazón.

domingo, 18 de abril de 2010

Taibhse (aparición) Carolina Lozano

¿Alguna vez os habéis parado a pensar qué haríais si pudierais ver a los muertos? ¿Creéis que reaccionaríais con calma o actuaríais como unos paranoicos? Yo la verdad es que son cosas en las que prefiero no pensar demasiado, pero en las que, he de confesar, alguna vez sí que he pensado. Ya sabéis que para todo el mundo hay un antes y un después de El sexto sentido.

Para mí siempre hay un depende a la hora de contestar casi cualquier pregunta y ésta que planteo ahora no iba a ser una excepción. Quiero creer que reaccionaría bien y sin miedo; pero lo cierto es que si realmente viera a alguien que sé que está muerto me moriría del susto. Por eso prefiero no pensarlo a menudo; porque en cierto modo creo que puede ser verdad que ciertas personas se aparezcan después de muertas. No sé, quizás hable influenciada por el libro que acabo de terminar.

Hace una semana me pasé por la fnac para comprar un libro que me faltaba para una colección que tengo en casa y me encontré con Taibhse (aparición) en una de las estanterías. Era la primera vez que veía o escuchaba hablar de este libro pero la portada llamó mi atención: una cruz celta en lo que parece ser un camposanto envuelto en una bruma misteriosa. La clave de todo estaba en la cruz celta, que me encantan. Yo no creo en Dios, ni creo en la Iglesia, ni creo en sus símbolos, por lo que el tema de las cruces no me apasiona. Sin embargo las cruces celtas las encuentro fascinantes. Me parece que una cruz celta siempre tiene que esconder una maravillosa historia detrás. Muchas veces pienso que yo tendría que haber pertenecido a otra época o incluso a otro mundo donde todo tuviera un toque místico. Las cruces celtas son de esas cosas que siempre me hacen pensarlo. Desde pequeña he tenido la cabeza llena de pájaros con historias que me iba inventando sobre la marcha. Una casa abandonada en las cercanías de un río ya me hacía pensar en una historia de príncipes y princesas, y un bosque frondoso se convertía en un bosque fantasmagórico lleno de criaturas mágicas. Taibhse, el libro del que voy a hablar hoy, es la historia que me habría gustado vivir cuando era pequeña; aunque sólo fuera en mi cabeza. Otra cosa que hizo que me comprara el libro sin pensármelo dos veces, fue que la historia se desarrolla en la ciudad de Edimburgo "Ay, (suspiro) ¡Edimburgo!". Así que me llevé los dos libros, éste, y el que había ido a comprar.

Liadan llega a Edimburgo cuando sus padres mueren en un accidente de avioneta. Después de unos meses se hace cargo de la biblioteca del instituto en el que estudia y allí conoce a Álar, un joven poco mayor que ella con un encanto especial. Nada más verle se da cuenta de que le gusta y que le impone el hecho de que sea tan perfecto, pero poco a poco se va acostumbrando a él y termina por no sentirse (casi) intimidada por él. O por lo menos no hasta que se da cuenta de que es el famoso fantasma de las historias que se cuentan por Edimburgo, donde existen leyendas de distintos fantasmas en cada edificio, cementerio o calle. Primero se deja llevar por el pánico, pero después se da cuenta de que Álar le gusta, por lo que tiene que buscar la manera de que no le dé miedo estar con él. Poco a poco empieza a introducirse en el mundo de los espectros y a tratar con ellos pensando que todos son igual de inofensivos que Álar, pero por supuesto eso no es así.

Los primeros capítulos me parecieron de libro adolescente completamente, lo cual me dio bastante rabia. Después el libro empezó a engancharme con su historia (que para que no os estéis preguntando hasta el final os diré que todo el tiempo sigue el patrón de novela adolescente tipo Crepúsculo. De hecho existen bastantes puntos que recuerdan a esta saga). Y por último me ha entretenido lo suficiente para no arrepentirme de haberlo comprado. Quizás no sea un novelón, pero sin duda ha sido perfecto para que me ayudara a volver a años atrás cuando viví en Edimburgo un par de meses, donde cada día y cada lugar me daban pie a inventar mis propias historias. No recuerdo haber inventado nunca una historia en la que hubiera un fantasma (a pesar de haber paseado por cementerios centenarios en los que se respiraba una paz especial) pero ahora no descarto buscar a Álar cuando vuelva a la ciudad. Quizás pueda dar respuesta a la pregunta que formulaba al principio.

-Perdona -le digo.
Mi voz vacila y me pongo roja, cómo no.
No se entera. Lo entiendo, yo también me abstraigo con la lectura. Me acerco y apoyo las manos al otro lado de la mesa, con cuidado, para no sobresaltarle.
-Perdona -repito en voz más alta-. Es hora de cerrar.
Tarda unos segundos en levantar la vista del libro para quedarse mirándome fijamente.
-¿Me hablas a mí? -dice con algo que parece asombro.
Su voz es grave, incluso algo cavernosa, pero hermosa. Tiene el atractivo aspecto de un guerrero celta de los que dicen que temió toda Europa.
-No pretendía asustarte, perdona -le digo-. Pero es hora de cerrar.
Aún me mira unos segundos más como si todavía tuviese que aterrizar en la tierra, mientras las luces del techo vacilan. Tampoco parece notar que aquí hace un frío espantoso, pero yo tiemblo.

miércoles, 14 de abril de 2010

Di adios al mañana Horace McCoy

La historia de este libro es una historia un tanto peculiar. Ni había escuchado hablar de el libro, ni de Horace McCoy, ni de ninguna otra obra escrita por este autor; y sin embargo cuando fui a la biblioteca y lo vi allí tirado encima de la mesa en la que la gente deja los libros que ya no quiere en casa, y que la biblioteca no acepta en sus estanterias, me dije "¿por qué no?" En la contraportada no te hablan de la trama del libro y lo único que dicen es que es de una serie de novela negra. El interior de sus páginas es color camel (camel intenso por los bordes) y al pasar las hojas de todo el libro con el pulgar (de esa manera que no puedes distinguir una sola letra escrita porque las hojas pasan muy rápidas y lo único que consigues es darte aire en la cara) huele igual que un antiguo diccionario que tenía cuando era pequeña. Huele a antiguo, y eso me encanta.

El libro me ha gustado, quizás entre otras cosas porque no he pagado nada por él a pesar de que costaba 140 pesetas; puede que también haya sido porque no tenía muchas expectativas puestas en él; o puede que simplemente haya sido porque es un buen libro.

Se trata de un libro antiguo, del que no he conseguido encontrar gran cosa en internet (ni siquiera la portada se encontraba navegando por lo que he tenido que escanear mi libro), pero que sin duda merece la pena.

Empecé este libro cuando aún estaba con Vacas, cerdos, guerras y brujas y me leí un tercio en sólo día y medio durante un viaje que hice a Valencia hace unas semanas. Después decidí seguir con el que estaba hasta que lo terminara para no tener dos libros danzando por casa. Cual fue mi sorpresa cuando volví a coger el libro y me di cuenta de que cada vez que lo cogía avanzaba varios capítulos de un tirón. Es uno de los libros más adictivos que he leído ultimamente y eso me ha gustado. Lo lees sin apenas darte cuenta.

Empieza con el protagonista planeando una fuga de la cárcel en la que está preso. Consigue escapar gracias a la ayuda que le brindan desde el exterior y una vez que consigue volver a ser libre se dedica a extorsionar, matar y robar para hacerse rico. La historia da varias vueltas desde que empieza hasta que acaba, dejándote siempre con la duda de qué se le ocurrirá a continuación a Ralph Cotter para salir adelante. Realmente Ralph, o Paul Murphy (como prefiráis porque se cambia el nombre a mitad de la novela), es un egoísta que a pesar de trabajar en equipo, sólo se preocupa por él mismo y por sacar el máximo beneficio de las cosas, aunque eso le suponga quitarse gente de encima con la misma rapidez y pocos escrúpulos de quien espanta a una mosca.

Quizás con el breve resumen que he hecho no os ha quedado muy claro lo que quería expresar sobre esta novela, pero si me metiera a concretar más sobre la trama seguramente estaría escribiendo hasta mañana (y vosotros leyendo hasta pasado). Creo que con que os quedéis con la idea de que es una buena novela negra, en la que el robo, el asesinato, la extorsión, los policías comprados y los chanchullos están a la orden del día es suficiente para que toméis la decisión de leerlo o no leerlo. A mí desde luego me ha gustado mucho la manera en que está escrito y la facilidad con que lo he leído.

- Parece que te has armado un buen plan para ti mismo -dijo Holiday con tono pensativo.
- Lo he hecho.
- Tu verdadero nombre no es Ralph Cotter, ¿verdad?
- Mi nombre es Paul Murphy.
- Ese lo has inventado hoy.
- Ayer -la corregí.

lunes, 5 de abril de 2010

Concurso fotos y literatura - Vota

Hace unos días me apunté a un concurso de fotografía y hoy me han dicho que ya han empezado las votaciones.

Todas las fotos presentadas han entrado en concurso con lo que mi foto "Lectura en la gran ciudad" está como candidata a llevarse el premio.

Título: Lectura en la gran ciudad

Cualquier persona puede entrar aquí para votar por la foto que más le guste tanto en la categoría de participantes con blog como en la de participantes sin blog. Hay fotos muy chulas en ambas categorías.

Por último quería comentar que todo el mundo que se decida a votar entrará en el sorteo de otro lote de libros. Así que nada, yo os animo a que echéis un vistazo a las fotos y que votéis por la que más os guste, que si además coincide que es la mía, pues mejor que mejor para mí.

viernes, 2 de abril de 2010

Vacas, cerdos, guerras y brujas Marvin Harris

Este año en Navidad, por segunda vez en mi vida, hice el amigo invisible en el trabajo. La verdad es que desde el principio tuve claro que fuera quien fuera mi amigo invisible yo recibiría un libro... Y no me equivoqué. Lo que me dejó un poco fuera de juego fue que me regalaran un libro del que no había oído hablar en la vida. Leí la sinopsis y me pareció bastante curioso que alguien se hubiera puesto a pensar en dar respuestas (y además compartirlas) a preguntas que la mayoría de gente no nos hemos planteado nunca.

¿Por qué un tabú religioso prohíbe a judíos y musulmanes comer carne de cerdo? ¿Cuál es el motivo de que los hindúes adoren a las vacas? ¿Cómo interpretar el machismo o la belicosidad de ciertas culturas?

Llevo un rato pensando y preguntándome qué voy a poner en la reseña porque tengo sentimientos un poco enfrentados. Por un lado me ha parecido un libro interesante, que cuenta y explica cosas curiosas. Pero por otro lado me ha parecido un libro complicado de leer. No me ha enganchado como para leerlo de un tirón y su redacción utiliza un lenguaje que me ha hecho densa su lectura. Podríamos decir, en resumen, que contado de otra manera me habría gustado más.

El libro, como su título indica, habla de porqué algunas culturas veneran a las vacas y otras a los cerdos, del porqué de las guerras y del sinsentido que fue la caza de brujas. Pero no se queda ahí, porque también habla de otros asuntos como la violencia de género (cuando los implicados no saben siquiera que existe) o de si realmente Jesús buscaba la paz en el mundo o si era un revolucionario cuya máxima era más el ojo por ojo que la de poner la otra mejilla.

Este último tema he de reconocer que no lo he entendido del todo. En general he captado la idea de lo que viene a decir Marvin Harris sobre Jesús, los profetas, la paz, la guerra, etc, pero cuando no se tiene una base sólida sobre religión (y yo ni la tengo ni la quiero tener) es complicado entender algunos pasajes que se explican en el libro. Ni Jesús era tan bueno, ni sus enseñanzas fueron reales según el libro.

Debo señalar también en este momento la interpretación evidentemente falsa o dada tradicionalmente a lo que Jesús dijo cuando le preguntaron si los judíos debían pagar impuestos a los romanos: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Esto sólo podía significar una cosa para los galileos que habían participado en la rebelión de Judas de Galilea contra los impuestos, a saber: "No pagar". Pues Judas de Galilea había dicho que todas las cosas en Palestina pertenecían a Dios. Pero los autores de los Evangelios y sus lectores probablemente nada sabían de Judas de Galilea, por lo que conservaron la respuesta sumamente provocativa de Jesús en el supuesto erróneo de que mostraba una actitud genuinamente conciliadora hacia el gobierno romano.

Por otro lado el libro habla de dos temas que me han llamado mucho la atención: la violencia porque sí contra todo el mundo en general y las mujeres en particular, y la caza de brujas que tuvo lugar en Europa entre los siglos xv y xvii donde murieron más de 500.000 personas acusadas de brujería. Se dice rápido, ¿verdad? 500.000 personas torturadas y muertas en la hoguera porque otra persona, torturada con antelación, la había acusado de ser una bruja.

Las brujas fueron creadas por las mismas personas que después las condenaron; es decir, gente del clero y nobles que tenían riquezas y que tenían que hacer ver al pueblo que las culpables de que el pueblo fuera pobre eran las brujas, que ellas echaban mal de ojo para que se secaran las cosechas, se murieran los niños o una gallina, o lloviera durante meses ahogando las plantaciones. Era mejor desviar el tema hacia personas inocentes antes de que se dieran cuenta de que eran los propios nobles y el clero quienes empobrecían al pueblo.

500.000 personas.

Por último mencionar el tema de la violencia de género. Los yanomamo son una tribu de 10.000 amerindios que habita en la frontera entre Brasil y Venezuela en la que los hombres tienen que demostrar que son más hombres que los demás a base de golpes. El que más soporta, es el más hombre de todos. Tienen magulladuras por todo el cuerpo, brechas y muchas muchas ganas de bronca. La verdad es que para mí no habría mayor problema en todo este asunto si no fuera porque para demostrar lo machos que son se dedican también a pegar a sus mujeres, niñas, esposas, primas, hermanas.. da igual. Tienen poder absoluto sobre ellas y, lo que es más triste, ellas no saben que tienen otras alternativas a parte de soportar todo eso. Una chica que estaba haciendo un estudio sobre los yanomamo se encontró con que las mujeres medían cuánto las querían sus respectivos maridos por el número de golpes que tenían en la cabeza. Muy triste.

En definitiva, el libro cuenta cosas interesantes, pero la manera de contarlas de Marvin Harris no me ha gustado. Me ha parecido muy pesado y poco claro en algunas ocasiones.