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jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Soy finalista del concurso! ¡Vótame! :-)

El Soldado olvidado fue el primer libro que leí este año y ¡menos mal que no lo adelanté unos días! porque gracias a que lo leí en 2009 he podido participar en el concurso y ¡llegar a ser finalista!

La verdad es que me ha hecho ilusión cuando me lo han dicho (no lo voy a negar).

Me han enviado este enlace en el que se pueden ver todas las reseñas finalistas y votar por la que más os guste, así que nada, yo desde aquí os animo a que las leais. Yo lo he hecho y hay algunas muy buenas (la mía tampoco está mal, eh!? Si queréis votarla la encontrareis con el nombre de ONCE UPON A TIME)

Gracias y ¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 13 de diciembre de 2009

Libros y Literatura

El otro día se pusieron en contacto conmigo desde la página Libros y Literatura para decirme que había un concurso literario en el que podía participar con el post del libro que más me ha gustado este año. Realmente es algo dificil para mí puesto que he leído libros muy buenos y que han significado mucho para mí así que, aunque desde el primer momento he tenido claro qué post iba a poner, he decidido que esta era una muy buena oportunidad para hacer balance de este primer año de blog. Es cierto que el blog vio la luz a finales del 2008, pero fueron muy pocos los post que me dio tiempo a escribir por lo que considero el 2009 como el primer año de Erase una vez...

En este primer año he podido dejar constancia, gracias a la palabra escrita, de lo que significa enamorarse, sentirse rechazada, sentir miedo de alguien o de algo o lo que es sentir miedo e incluso pánico ante algunas situaciones que no dependen de nosotros y que nada podemos hacer para cambiar. También durante este primer año me he asustado ante la realidad de la que hablan algunos libros donde la ficción, como desgraciadamente pasa últimamente con muchas cosas, supera con creces a la realidad. Temas como el Holocausto, la guerra de Afganistan o el drama de las enfermedades mentales son suficientemente importantes como para estar informados de ellos aunque sea mínimamente. Luego, por otro lado, también he encontrado historias que me han hecho ilusionarme, sentir miedo o me han hecho reir. Cada libro es un mundo y eso es precisamente lo que busco cuando empiezo uno nuevo; encontrar mundos distintos en los que perderme cada día para después volver a encontrarme.

El libro que he elegido se llama El Soldado Olvidado de Guy Sajer. Quizás no sea el mejor de los que he leido, pero sí uno de los que más ha llamado mi atención por muchas razones. Aquí os dejo el enlace al post. Este libro narra en primera persona la historia de un soldado que lucha por Alemania unos años antes de que finalice la Segunda Guerra Mundial. Si no lo habéis leido os recomiendo que lo hagais. Eso sí, ya os aviso de que es una historia cruel, triste, penosa y sobre todo, real.

martes, 8 de diciembre de 2009

Drácula Bram Stoker

La cabeza del conde pasó por la ventana del piso inferior; sin ver su rostro, le reconocí por el cuello, por su espalda, por los ademanes de sus brazos. Además, aunque sólo fueran sus manos, que tantas veces había podido estudiar, no habría podido engañarme. Al principio me sentí interesado y un poco divertido, ya que se precisa muy poco para interesar y divertir a un hombre cuando está preso. Sin embargo, tales sentimientos no tardaron en convertirse en repulsión y asombro más espantoso cuando vi salir lentamente al conde por la ventana de su habitación, y arrastrarse por el muro del castillo, cabeza abajo. De este modo, descendió hacia el tenebroso abismo, con su capa desplegándose en torno suyo, como si fueran dos grandes alas.

Este párrafo pertenece al mismo tiempo a las primeras páginas del libro y a las últimas del Diario que Jonathan Harker lleva dentro del castillo del conde Drácula.

Cuando cogí el libro me extrañó que estuviera escrito a modo de Diario puesto que pensé que estaría narrado en tercera persona y que contaría una historia; más concretamente, pensé que contaría en tercera persona la historia del mismisimo conde Drácula. Cuan grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no sólo no era de ese modo como estaba escrito, sino que en ningún momento se hace referencia a su historia de forma directa. El libro entero es un Diario, primeramente de Jonathan Harker y más tarde de otros muchos personajes entre los que no se encuentra el conde Drácula. Este último no escribe en ningún momento sus pensamientos, sino que son los demás personajes los que hacen referencia a él.

¿Alguien a parte de mi madre y una servidora veía la serie Life? Mucho me temo que la respuesta es un "no" casi rotundo. Pues bien, os haré un breve resumen para que sepais de lo que trata. Un policía ha pasado varios años en la cárcel acusado de un crimen que no cometió y por el que terminan indemnizándole con un montón de millones a parte de darle un mejor puesto en la policía. Ahora investiga crímenes y ayuda a encontrar a los malos, por así decir. A lo largo del capítulo siempre aparece gente contando cosas del protagonista sobre su forma de ser, sobre la relación que tenían con él antes de que se le condenara o sobre cómo le afectan las cosas tras haber salido de la cárcel. Él, Charlie Crews, no se contenta con haber salido, sino que quiere hacer justicia y encontrar a la persona que le metió en la cárcel, por lo que a parte de resolver el caso que le toca en cada capítulo, va buscando información para resolver de forma personal su caso particular. Entre lo que dicen unos y otros a lo largo del capítulo es fácil hilar las ideas para saber qué va a pasar, cómo va actuar el protagonista.

Llegados a este punto supongo que muchos de vosotros os estaréis preguntando qué tiene esto que ver con Drácula. Pues bien, la respuesta es sencilla: todo y nada. La máxima de Charlie Crews es: Todo está conectado. Pues bien, esto mismo es lo que pasa en Drácula. Gracias a lo que unos y otros van escribiendo en sus respectivos Diarios, son capaces de poner en orden sus ideas y sus vivencias. Cuando, además, deciden poner todos los Diarios en orden cronológico para poder estudiar todos los hechos juntos se dan cuenta de cuáles son las opciones para poder vencer al conde.

Cuando me di cuenta de que el libro era un Diario gigante me dio miedo no encontrar demasiadas conversaciones que pudieran hacerme más amena la lectura. Y es que los libros en los que hay mucho texto explicativo, descriptivo o como queráis llamarlo, muchas veces se me atasca y me cuesta terminar de leerlo. Sin embargo aunque esperaba algo completamente distinto de la famosa historia del conde Drácula no me ha defraudado en absoluto y me ha enganchado desde el primer momento. Me ha gustado mucho todo: la historia, la forma en que está escrito, los personajes y por supuesto la manera en que todo está conectado.

Para mí un Diario es algo importante, por eso cuando acabé el libro y vi que había varias hojas completamente en blanco me dio la sensanción de que estaban ahí sólo para mí. Como si pudiera, en caso necesario, continuar con la historia en esas hojas vacías de anécdotas, vivencias e historias en general... No sé cómo explicarlo, pero me dio la sensación de que pudiera haber un final alternativo y que yo tuviera la obligación de escribir todo lo que pasa.

Cuando terminé la saga Crepúsculo me quedé con ganas de leer algo más sobre vampiros puesto que esta saga la considero más de amor que otra cosa. Así que, ¿qué mejor que Drácula para hacerme una idea de si me gustan o no este tipo de novelas? Nocturna se adelantó a la obra de Stoker simplemente porque el argumento me llamó más la atención. Pero finalmente le ha llegado el momento; justo cuando tenía que ser leída.

Ahora que he leído todo cuanto ha caído en mis manos sobre vampiros hasta la fecha puedo decir lo siguente:
- Crepúsculo me gustó como historia de amor;
- Nocturna me gustó como historia de terror;
- Y Drácula me ha gustado como historia de vampiros.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La Mecánica del Corazón Mathias Malzieu

Como ya debeis saber a estas alturas de vez en cuando me gusta pasearme por las librerías en busca de nuevas cosas que leer. El otro día, en veinte minutos que teníamos después de comer, nos acercamos mi compañero de trabajo y yo a una librería que hay cerca del trabajo para buscar un regalo. Al momento de entrar, y mientras buscábamos en las novedades, me topé con este libro. Lo cogí y le di la vuelta después de mirar el dibujo de la portada durante unos segundos. Imagina la noche más fría de la historia. La nieve cae sobre la ciudad de Edimburgo. Edimburgo... No me hizo falta leer más para saber que mas temprano que tarde terminaría comprando el libro. Hace unos años pasé un verano en esta ciudad escocesa y no pude evitar enamorarme de ella. Ahora todo lo que me cuentan que está relacionado con Edimburgo me llama la atención y, porqué no decirlo, también hace que cualquier cosa me resulte mucho más atractiva. Así pues, todo lo que sabía del libro (que no era mucho) me gustaba y esa misma tarde salí a comprarlo. He tardado cuatro días en leerlo (el tamaño del libro facilita su rápida lectura) pero lo he hecho con tanta intensidad y metiéndome tanto en la historia que tengo la sensación de haber estado dentro de ella durante semanas o meses.

En mi opinión es un libro especial, pero no sabría decir bien porqué. De hecho no sé muy bien cómo empezar a hablar de él porque a pesar de ser especial también es un libro extraño. He leido comentarios que dicen de él que es un cuento para adultos y creo que es la mejor manera de describirlo. Sí, creo que me quedaré con esa descripción. Un cuento para adultos. También lo han comparado varias veces con Tim Burton pero no puedo decir nada al respecto porque nunca he visto ninguna de sus películas.

La historia es la de siempre pero con una fórmula distinta: un chico se enamora de una chica y quiere conquistarla. Hasta ahí podría ser cualquier otra historia de amor, pero se complica cuando a él le aconsejan que domine sus emociones, ya sean de amor o de cólera, para no perjudicar a su corazón, enfermo desde el mismo día que nació.

En esta historia la expresión "dolor de corazón" cobra su sentido más literal.

Jack es un niño que nace en Edimburgo (Oh... ¡Edimburgo!) la noche más fría de la historia, lo cual provoca que nazca con el corazón helado. El único remedio que encuentra la doctora Madeleine para salvarle la vida es conectarle un reloj de cuco en el corazón para que lata por él, sin darse cuenta en ese momento de que ese hecho marcará su vida para siempre. A partir de ese día tendrá que vivir pendiente de dar cuerda a su corazón para que no deje de latir. Al ser rechazado por su propia madre primero y por un montón de padres adoptivos después, Madeleine termina por acogerle y cuidarle como a un hijo. Por otro lado, Miss Acacia es una bailarina granaína miope que pasa parte de su infancia en Edimburgo. El día del décimo cumpleaños de Jack se encuentran en la calle mientras ella canta y baila y él queda tan prendado que ya no puede dejar de pensar en ella. No le importa que su corazón se desboque o que le duela como le dolió el día que la vio. Tiene que volver a verla. Sabe que será soportable y que, además, merecerá la pena. El problema es que cuando consigue seguir su rastro ya han pasado varios años y ella ha vuelto a Granada...

Es un libro que habla del amor en general y no únicamente del amor romántico que una persona pueda sentir por otra, sino que describe el amor que se siente por un padre o una madre a pesar de que no compartan el mismo ADN, el amor que se siente por unos amigos que te apoyan y te aconsejan en todo momento o el amor que se siente por la gente que se ha dejado atrás y que nunca te abandona a pesar de que están a miles de kilómetros.

La mecánica del corazón es sin duda uno de esos libros que recomiendo aunque quizas lo haga con un poco de miedo puesto que creo que para cada persona significará una cosa distinta. Para unos el amor de Jack por la pequeña cantante no merecerá tanto la pena, para otros será el pilar fundamental de la novela, otros pensarán que lo mejor es olvidarse de ella y buscarse otra chica y otros que tiene que salir corriendo a Granada a buscarla y decirle cuánto la quiere.

Le explico que este reloj me sirve de corazón desde el día de mi nacimiento. No menciono el hecho de que el amor -al igual que la cólera- me han sido vivamente desaconsejados por incompatibilidad orgánica. Ella me pregunta si mis sentimientos podrían variar en caso de sustitución del reloj, o si simplemente se trata de un procedimiento mecánico. Una extraña malicia ilumina su voz, todo eso parece divertirla demasiado. Yo le respondo que la mecánica del corazón no puede funcionar sin emociones, sin aventurarme más allá, de todos modos, en este terreno pantanoso.

No voy a escribir más para no desvelar nada del cuento pero me quedo con ganas de reproducir la conversación que se mantiene poco después de este fragmento. Para mí una de las mejores.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El informe San Marcos Fermín Bocos

- Te va a gustar. Ya lo verás.

- Tiene buena pinta, la verdad.

- ¿Cómo te llamas?

- Fani.

- ¿Cómo lo escribes? ¿Fani como suena?

Afirmo con la cabeza y le digo:

- Con una ene y con i latina.

- No, si más que nada lo pregunto porque cada uno escribe su nombre como quiere ¡que para algo es nuestro nombre! y hay gente que se empeña en escribirlo siempre mal.

- Ya, me pasa a menudo.

- Pues ya verás Fani, hay una periodista en el libro con la que te vas a sentir identificada. Te va a gustar.

- Gracias.

- Gracias. Adiós.

- Hasta luego.

Esta fue la conversación que mantuve en la feria del libro de este año con Fermín Bocos, el autor del Informe San Marcos mientras me firmaba el libro. Lo vi de casualidad y he de reconocer que el libro me llamó la atención por lo poco que pude leer en la sinopsis. De hecho recuerdo que lo había visto poco antes en una librería y me había apetecido comprarlo, así que cuando vi al autor firmando libros en la feria me dije: "¿Por qué no?"

En el mes de julio hice un intento de leerlo y decidí dejarlo para más adelante porque no me terminaba de enganchar. Quería un libro que fuera de poco pensar, que se leyera rápido y que me entretuviera. Al final saqué uno bastante regulero de la biblioteca y me olvidé de todos los que tenía en casa hasta después del verano.

Hace unos días cogí de nuevo el libro pensando que no me pasaría lo mismo que en verano cuando intenté su lectura pero me equivoqué del todo. El principio del libro se me hizo bastante pesado y temí que se me hiciera interminable así que para darme ánimos decidí buscar comentarios en internet. Es una tontería pero ver que un libro ha gustado a mucha gente me predispone a pensar que también a mí, tarde o temprano, me gustará. Sin embargo me encontré con un handicap tremendo cuando la opinión de la gente era básicamente la misma: un libro muy malo. Gracias a esto me he dado cuenta de otra cosa, y es que al pensar que el libro es de lo peor al final no me ha resultado tan terrible. Al principio es un libro que no me ha llamado mucho la atención, pero al final ha llegado a intrigarme con la historia que cuenta y me ha hecho preguntarme varias veces cómo quedaría el caso al final.

En el Informe San Marcos se mezclan varios personajes y distintas historias. Cada una de estas historias se desarrolla en un país distinto y poco a poco empieza a verse cómo unas están relacionadas con otras. Un día de septiembre se intenta un robo en la basílica de San Marcos por parte de un desconocido. El comisario Sforza y el inspector Benzoni se encargarán no sólo de investigar el intento de robo en la basilica, sino que tratarán de aclarar un asesinato que parece estar relacionado con el robo, así como el robo por parte de un hacker de cierta información secreta que estaba en los archivos policiales.

Digamos que este podría ser un resumen muy resumido del libro, pero al no estar demasiado puesta en el tema principal del libro (que es la independencia de Macedonia) prefiero dejarlo así y no meter la pata hablando de más.

En el libro se hace referencia muchas veces a la serie CSI puesto que hay distintas muestras y huellas que hay que analizar, y también a la prensa y a lo carroñeros que pueden llegar a ser algunos periodistas. Sinceramente odio el tipo de prensa que habla de un tema en concreto sólo por conseguir audiencia y que en realidad no sabe ni de lo que habla ni si la información que están dando es cierta o no. Sólo quieren dar la noticia. En este aspecto no podría estar más de acuerdo con el autor del libro.

Por cierto que cuando llegué al capítulo donde aparecía la periodista presté especial atención para tratar de encontrar las similitudes entre ella y yo y no encontré ninguna. Tampoco es de extrañar puesto que Fermín Bocos no me conoce en absoluto. Quizás quiso hacerme un cumplido porque la describe como a una mujer interesante. No sé. El caso es que tenía curiosidad por saber si había acertado o no.

- Mire Tiziana, no tengo por costumbre hablar con periodistas, así que si quiere usted algo relacionado con la Questura, lo que debe hacer es ponerse en contacto con el Gabinete de prensa. Allí le facilitarán la información que necesite.

- Comisario, estoy en Venecia, he venido con mi equipo de realización porque el jueves vamos a hacer el programa en directo desde la plaza de San Marcos. Creo que para los venecianos es bueno que toda Italia sepa cómo van las cosas por aquí, ¿no cree?

- ¿Y qué tengo yo que ver con eso? No trabajo ni en la oficina de turismo ni el Ayuntamiento.

- Lo sé, comisario, lo sé. Sé que es usted policía y que, además, está siempre muy ocupado como todos los que van de duros por la vida -dijo la periodista con tono provocador.

- Oiga, mire, efectivamente, estoy muy ocupado, así que me va a disculpar -atajó el comisario torciendo la boca y dispuesto ya a cortar la comunicación.

- ¡No cuelgue, comisario! Retiro lo último que he dicho, pero, por favor, ¡escúcheme!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Lo mejor de la vida Rona Jaffe

¿Por dónde iba a empezar el asalto de una fortaleza como Nueva York? Ni siquiera quería hacerlo. Sólo quería quedarse allí hasta que ella misma formase parte de la ciudad, ser una de esas mujeres bien arregladas y mejor acompañadas, y era consciente solo a medias de que eso también era una fantasía. Sólo tenía que subir los tres pisos que llevaban a su sombría habitación para saber hasta qué punto lo era. Pero a pesar de los pesares era feliz, y cada momento de su recién estrenada vida le deparaba algo nuevo y emocionante.

No sé muy bien porqué he escogido este fragmento de la novela, pero lo cierto es que me llamó la atención cuando lo leí en el libro. Quizás porque yo de pequeña también quería asaltar NY, ser parte de esa ciudad enorme donde pudiera hacer un montón de cosas guays igual que las protagonistas de Lo mejor de la vida. No lo sé. El caso es que tanto en este párrafo como en muchas otras partes de la novela me he sentido identificada con cada uno de los personajes. ¡Y eso que cada una de la chicas protagonistas tienen problemas y vivencias diferentes entre sí!

La verdad es que por un lado las envidio por la mentalidad de amas de casa que tienen. Trabajan hasta que encuentran un hombre que las quiere, que prometen cuidar de ellas y mantenerlas o, como mucho, hasta que se quedan embarazadas de su primer hijo. Después su vida se limita a la casa y sus labores. Pero por otro lado luego pienso que no sería capaz de hacer algo así. Y no por nada, porque realmente no me importaría, pero cada cual tiene que asumir sus limitaciones, y yo definitivamente sé que como ama de casa dejo mucho que desear. Creo que prefiero seguir trabajando.

Estamos en Nueva York en el año 1952. Cuatro chicas jóvenes buscan más que un trabajo o un amor. Buscan una vida. Una vida que puedan decir que es suya y que la han construido con sus propias manos. La primera en aparecer es Caroline Bender. Una chica que acaba de ser abandonada por su prometido porque éste ha decidido casarse con otra chica que ha conocido en un viaje a Europa. Para tratar de olvidarle decide buscarse un empleo como secretaria. Allí conoce a April Morrison y a Gregg Adams. La primera busca desesperadamente un hombre que la quiera y que la convierta en su esposa para dejar de trabajar y que, aunque se equivoca en algunas cosas, (a todos nos cuesta ver ciertas cosas cuando nos ocurren a nosotros mismos y más si hay sentimientos por medio) también creo que acierta en muchas otras con las decisiones que va tomando. La segunda, Gregg Adams, deja enseguida la oficina donde trabajaba junto con los otros dos personajes anteriores para actuar en obras de teatro. Se mantiene su historia en la novela porque es la compañera de piso de Caroline porque lo cierto es que todos los personajes están ligados unos a otros de alguna manera. La última de las protagonistas es Barbara Lemont, una madre divorciada a los 20 años, trabajadora de la misma empresa y vecina de April.

Tengo la sensación de haber tardado demasiado en leer el libro pero también de haber aprovechado y disfrutado cada una de sus páginas. Conversaciones íntimas entre dos amigas hasta las tantas de la madrugada. Juegos de manos y miradas entre el chico que te ha gustado en una fiesta y tú. Pensamientos dedicados a la persona amada, y a la vez perdida, mientras hablas con alguien cuya conversación no te entretiene. Viajes inesperados. Ascensos en el trabajo. Llamadas de teléfono a última hora. Sí, definitivamente son cosas a las que bien merece dedicarles un tiempo.

Mientras leía el libro me imaginaba que podría salir una película bastante decente con este argumento y ahora que ya lo he terminado y he buscado cosas sobre el libro en Internet, me he enterado de que la película se rodó en 1959 y que al igual que el libro, que se publicó en 1958 (¡y yo lo compré pensando que era una novedad!) fueron grandes éxitos sobre todo entre el público femenino.

Para no desvelar nada concreto sobre las historias personales de las protagonistas pondré un fragmento completamente neutro quizás demasiado parecido al que da comienzo a la entrada, pero que también llamó mi tención.

Las vemos en el autobús por las mañanas: mujeres que leen el periódico, mujeres con novelas sacadas en préstamos de la biblioteca y mujeres que tienen la mirada perdida. Si no llueve y el autobús va abarrotado de gente que se apretuja y empuja en el pasillo, les vemos la cara. Cada una de ellas es un máscara de autocontención, aderezada con cosméticos, que mantiene recluidos sus pensamientos íntimos en un vehículo público.

martes, 20 de octubre de 2009

Mil soles espléndidos Khaled Hosseini

¡Y otra vez mi compañera Cristina estaba en lo cierto!

Después de Cometas en Cielo, Khaled Hosseini vuelve con Mil soles espléndidos, otra novela ambientada en una Afganistan destrozada por las guerras, cambios de gobierno y malas gestiones.

Sin embargo algo que es de admirar en este autor es el brillo de esperanza que se puede distinguir en cada una de las terribles historias que describe. Creo además que la labor informativa que hace a través de sus novelas es muy impotante para abrir los ojos a los occidentales que poco nos hemos interesado por este tema. Y no me refiero a que no sea un tema de interés, simplemente que de tan acostumbrados que estamos a escuchar cosas como: "Otro ataque suicida en Afganistan deja x número de muertos" o "Al menos x personas han muerto y otras x han resultado heridas en una explosión en la capital Afagana" nos ha insensibilizado sobre el tema. Es terrible, lo sé. Pero es lo que nos ocurre a muchas personas.

He aprendido muchas cosas leyendo este libro. Cosas que ya sabía, o al menos sospechaba, y que mi cabeza se empeñaba en ignorar y dejarlo como parte de un mundo de ficción. Afganistan está lejos de donde yo vivo, por lo tanto el drama parece serlo menos. Pero no es así, porque es incluso más dramático por este motivo. La gente lo ignora y no somos conscientes del sufrimiento que se vive en otros lugares del mundo. Lo vemos en las noticias, nos compadecemos de ellos y nos olvidamos de todo cuando cambian a los deportes.

Este libro (casi más que Cometas en el cielo) lo recomiendo para saber un poquito más de la cultura de un país que sufre y que lucha por salir adelante.

Mariam y Laila son muy diferentes y no tienen nada en común. La primera es una harami, una bastarda, que pasa toda su infancia en compañía de su madre. A sus quince años contrae matrimonio con Rashid, un hombre con el que por un corto período de tiempo cree que puede llegar a ser feliz. La segunda es una niña que vive rodeada de gente que la quiere y con un futuro brillante, sin embargo lo pierde todo cuando una bomba cae en su casa estando sus padres dentro. Rashid decide acogerla en su casa y darle cobijo para más tarde contraer matrimonio con ella.

Lo que al principio es una guerra entre las dos mujeres se convierte finalmente en un fuerte vínculo que no conseguirá separarlas nunca. Unidas en la desgracia de tener un marido que las maltrata encuentran una vía de escape en los momentos que pasan juntas, contándose sus miedos, sus ilusiones, sus esperanzas y su pasado.

¿Cómo iba a marcharse en esas circunstancias?

Hizo un lúgrube inventario de las personas que habían formado parte de su vida. Ahmad y Nur, muertos. Hasina se había ido. Giti, muerta. Mammy, muerta. Babi, muerto. Y también Tariq...

Pero, milagrosamente, conservaba algo de su antigua vida, el último vínculo con la persona que había sido antes de quedarse completamente sola. Una parte de su amado seguía viva dentro de ella, con unos brazos diminutos y unas manos translucidas que empezaban a formarse. ¿Cómo podía poner en peligro lo único que le quedaba de él y de su antigua vida?

No tardó nada en tomar la decisión. Habían transcurridos seis semanas desde que Tariq y ella habían yacido. Si dejaba pasar más tiempo, Rashid podía sospechar algo.

Sabía que lo que hacía era una vergüenza, un deshonor, una falsedad. Y además tremendamente injusto para Mariam. Pero, aunque el bebé que crecía en su seno no era más grande que una mora, Laila era consciente de los sacrificios que debía hacer una madre. La virtud no era más que el primero.

Se apoyó una mano sobre el vientre y cerró los ojos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Los renglones torcidos de dios Torcuato Luna de Tena

Hay poca gente de la que me pueda fiar en lo que a libros se refiere más que de "mi compañera" Cristina. Al principio, cuando la conocí hace unos años, no me fiaba mucho de su opinión. Me dijo el nombre de varios libros que se había leído y que me recomendaba encarecidamente. Sin embargo, eran los típicos nombres que sólo por el nombre ya me parecían aburridos y no me llamaban nada la atención. Sirvan como ejemplo La Sombra del Viento o Cometas en el Cielo. Es decir, para mí, dos pedazos de libros.

El primero tardé cerca de dos años en leerlo; el segundo un poco más. Y ninguno me defraudó. Desde entonces decidí no dudar nunca más de los que me recomendara y, he de decir, que no me ha ido mal.

Un día, supongo que en el metro después del curro, empezamos a hablar cada una del libro que estaba leyendo en ese momento y poco a poco fuimos hablando de los libros que más y que menos nos habían gustado, los que siempre recomendamos y un largo etc hasta que ella llegó a su parada.

Quizá deba hacer una aclaración llegados a este punto, y es que a pesar de que arriba he puesto que Cristina es mi compañera, sería más cierto decir que es mi ex-compañera puesto que desde que salimos de la agencia ya no lo somos. Sin embargo seguimos viéndonos y comentando los libros que nos vamos leyendo. Y es precisamente uno de esos libros de los que siempre me hablaba y que tan aburrido me había parecido el título del que quiero hablar hoy: Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena.

Unos días antes de que cerraran Crisol me pasé por una de las tiendas para gastar un vale de 7€ que tenía. Quería comprar el libro de Drácula después de leer la saga Crepúsculo y cuando ya estaba a punto de pagarlo encontré Los renglones torcidos de Dios. Lo cogí, le di la vuelta para leer la sinopsis y antes de terminarla fui a la caja y pagué los dos libros. Lo he tenido en casa varios meses sin encontrar el momento de leerlo hasta que el otro día me decidí por él. Y me ha encantado. Otra vez “mi compañera” Cristina (sigo hablando de ella así porque siempre hablé de ella de este modo y ya no me puedo quitar la costumbre) tenía razón. El libro me ha gustado mucho y ya se lo he recomendado a varios amigos míos.

Alice Gould o Alicia Almenara es una investigadora privada que consigue infiltrarse en un manicomio para investigar un caso de asesinato. Una vez dentro las cosas se le complican al no sentirse apoyada por el que ella creía su “compinche” y tiene que buscar sus propios medios, no sólo para descubrir al asesino que está buscando, sino para demostrar que realmente no está loca y que está llevando un caso. Se mezcla con gente loca y gente no tan loca que la ayudan a sobrevivir en el manicomio, a cambiar su punto de vista en relación a muchos temas y a conocer en profundidad a esos renglones torcidos de Dios.

- "No te preocupes por ellos -le decía a Dios- por... por... porque... todos son equi... equi... ¡eso es! equivocaciones tuyas. Son los ren... renglones torci... torcidos, de cuando apren... apren... ¡eso es! aprendiste a escribir. ¡Los pobres locos -continuó ahogado por los sollozos- son tus fal... faltas de orto- orto... ortografía!"
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- ¿Usted no ha oído hablar a los árboles? ¡Todo el mundo los ha oído hablar! No se sabe bien qué es lo que se escucha, qué es lo que suena. No hay arroyos en las proximidades, no hay pájaros, no hay insectos, y las copas están quietas. Con esto y con todo, hay un pálpito indefinible, indescifrable. Se dice entonces que se oye el silencio. Es una manera de decir porque lo cierto es que "algo" se oye... mientras que el silencio es inaudible.
- ... He aquí una palabra, "silencio", que el hombre ha inventado para expresar una realidad que no ha experimentado jamás, para describir lo que nunca ha conocido.

sábado, 19 de septiembre de 2009

El ejército perdido Valerio Massimo Manfredi

Hay quien dice que para ser chica tengo gustos raros en cuanto a literatura y cine se refiere porque me gustan las películas y los libros de guerra. Sin embargo para mí estas historias describen unas situaciones y unas emociones mucho más intensas que cualquier otro estilo literario. El miedo se intensifica. El amor se multiplica. La pasión con que se vive cada momento es mil veces mayor que en cualquier otra situación. La alegría y el júbilo son emociones que pueden hacer parecer dementes a los que la sufren. La derrota y la victoria están tan cerca la una de la otra que muchas veces es difícil distinguir en qué bando está una u otra.

Sencillamente la guerra es un tema que me parece apasionante. Sé que es un tema duro y que siempre leeré cosas que no quiero leer por lo duro que pueda resultar hacerlo, pero aún así me gusta y eso no lo puedo cambiar. Un simple hecho puede convertir en héroe o en villano. Un grito puede dar valor al más cobarde y una mirada aliento al que está a punto de desfallecer.

Quizás el hecho de que el libro esté narrado por una mujer que nada tiene que ver con la guerra -igual que yo- hace más verosímil, a mis ojos, la historia que cuenta. Es un punto de vista que no deja de sorprenderme en toda la historia pues está narrado de tal manera que aunque sabes que es una mujer quien la cuenta, muchas veces parece que esté siendo contada por un hombre. Me he sorprendido varias veces volviendo a la realidad y diciéndome: "¡Anda! ¡Pero si era Abira quien estaba contando la batalla!".

Y precisamente es con Abira con quien da comienzo El ejército perdido. Una niña que pensaba que viviría toda su vida en la monotonía de su aldea y que decidió huir cuando apareció en su vida Jenofonte, un soldado enrolado en un ejército de mercenarios que para ella era el príncipe azul con el que siempre había soñado. A pesar de no haber cruzado ni una palabra con él decide abandonar su aldea, sus amigas y su familia. Desde ese momento se convierte en una de las muchas mujeres que acompañan a los soldados durante el tiempo que dura la guerra a la que se dirigen.

El ejército perdido cuenta el espíritu de supervivencia de los 10.000 bajo el punto de vista de esta muchacha que con el paso del tiempo y del observar la actuación de los soldados, se convierte casi en una más de ellos. Es capaz de ver, sentir e intuir más cosas que el más cualificado de los soldados a pesar de que nadie creerá, a excepción de Jeno en algunos casos, lo que dice una mujer.

Ciro forma un ejército para derrotar a su hermano Artajerjes y quedarse con el trono. Cuando en la primera batalla Ciro muere a manos de su hermano mayor el ejército de mercenarios que había contratado lucha para encontrar la manera de volver a su casa de la manera más rápida posible. Sin embargo el camino más rápido no es siempre el más seguro, así que no pueden coger el camino por el que había llegado. Para volver a su tierra los Diez Mil luchan contra los ejércitos de las montañas, las inclemencias del tiempo, el ejército vencedor y contra las conspiraciones.

El ejército perdido
empieza muy fuerte, enganchándote desde el primer momento; unas páginas después afloja un poco haciéndote dudar si realmente podrás terminar de leer; por último entras en un torbellino de guerras, intrigas, conspiraciones, pasiones, miedos, envidias y afán de superación que te mantienen pegado al libro durante horas para terminar con un final a medias sorprendente, a medias predecible.

Por último me gustaría comentar y sobre todo alabar el trabajo que Valerio Massimo Manfredi ha hecho al ponerse en la piel de una mujer y saber defender sus valores como cualquier mujer habría hecho.

Pensé en mis amigas que dormían en sus camas calientes y limpias en las casas que olían a cal y no las envidiaba, como no las envidio ahora que quizá tienen hijos e hijas y un marido que piensa en ellas mientras que yo no tengo a nadie. No las envidio porque yo he hecho el amor con la tierra como yacija y el cielo como techo, y cada beso, cada respiro, cada latido del corazón me ha hecho volar cada vez más alto, sobre el desierto, sobre las aguas del Gran Río, sobre el horror de aquella jornada sangrienta.

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-Eh, tú, bastardo, ¿por qué no miras dónde pisas? ¿Es que no ves a esa con el barrigón que has tirado al suelo? Su coño no vale ahora nada, ¿verdad? Menos que nada, maldita sea, y que reviente no le importa un carajo a nadie, pero si no hubiera sido una como ella la que te llevó en su vientre durante nueve meses tampoco tú existirías. ¡Corre, maldita sea, corre para que te jodan!

Para gran asombro mío había pronunciado palabras que en condiciones normales me habría sonrojado solo de pensarlas, pero el hombre se detuvo y se quitó el yelmo descubriendo una doble hilera de dientes blanquísimos.

-Si no corremos, moriremos, muchacha, corremos porque hay que llegar a esa parte cuanto antes. Una vez que hayamos llegado, y si sigo con vida, trataré de encontraros y de echaros una mano. Tratad de aguantar.

No creía lo que veían mis ojos y oían mis oídos: aquel joven era Nicarco de Arcadia...

... -Pero tú... pero yo. -Era inútil: había ya desaparecido, se había calado el yelmo y convertido de nuevo en una máscara de bronce, como los demás, uno de los Diez Mil.

Era un milagro, pensé: si él lo había conseguido, lo conseguiríamos también nosotras.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Siddharta Hermann Hesse

Hace varios años encontré por casualidad un libro en la biblioteca que llamó mi atención. Lo cogí, lo leí, lo devolví, vi que tenía segunda parte y la leí también. El libro es El príncipe Siddharta y cuenta la historia de un chico llamado Siddharta (obviamente) y de cómo llega a convertirse en Buda. Uno de los personajes de estos dos libros es Narayani, la amante de Siddharta. Me gustó tanto su personaje que decidí “adoptar” su nombre para mí misma. Desde aquel día que devolví el libro a la biblioteca he utilizado el nombre de Narayani para cientos de cosas, entre ellas para dar nombre a mis dos blogs.

Hace poco más de un año conocí a una chica que leyó mi blog y se quedó con la historia de Narayani. Ella sabe que me gustó el libro y la historia que cuenta y que, además, me encanta leer. Ella se llama Brenda y me regaló el libro Siddharta de Hermann Hesse en mi último cumpleaños. La verdad es que el libro me ha gustado, pero más que eso, lo que me gustó fue el detalle de que me comprara algo que para mí es tan personal y, además, acertara. Hay pocos libros y pocos personajes que me hayan cautivado tanto. De hecho creo que son únicamente cuatro (cinco si contamos con un personaje de un libro infantil que me leí cuando era pequeña) los personajes que me han impactado y que de alguna manera me han influido en mi vida. Uno de los personajes fue, como ya he dicho, Narayani del libro El príncipe Siddharta y Bren dio en el clavo al hacerme el regalo.

Siddharta, como cualquier otra persona, busca la felicidad en la vida. Sin embargo no le resulta fácil encontrarla en el lugar en el que vive, por lo que decide pedir permiso a su padre para abandonar su pueblo y buscar la felicidad en otros lugares. No lo consigue a pesar de que cree que está siguiendo el camino correcto, por lo que después de un tiempo decide abandonar ese camino para unirse a otro distinto. Pasa por diferentes caminos hasta dar con el definitivo. El que le hace encontrar la paz y la felicidad.

Es un libro que me ha dado que pensar, y no porque me sienta identificada con su doctrina, sino porque se ve muy claro que busca algo a lo largo de toda su vida y trata por todos los medios de conseguir encontrarlo, a pesar de desviarse de su camino en varias ocasiones. Varias veces cree encontrar lo que anda buscando y cuando se da cuenta de que se ha desviado del camino y que sigue igual que al principio, vuelve a ponerse en marcha por el mismo camino hasta que finalmente lo termina encontrando.

Algo a destacar que no me ha gustado demasiado del personaje principal es que siempre se ha creido (o yo lo interpreto así al menos) mejor o al menos diferente del resto de personas. Habla de los humanos como si él no perteneciera a esta raza y fuera ya un ser superior. Un dios al que hay que seguir. Al final del libro se da cuenta, sin embargo, de que no es tan diferente de ellos como él pensaba.

Para mí hay tres personajes a parte de Siddharta a destacar en este libro: uno es Govinda, su amigo de la infancia con el que se encuentra por casualidad varias veces a lo largo de su vida, otro es Kamala, una cortesana que le enseña el arte del amor y el placer humano y el último es Vasudeva, el barquero que le ayuda a encontrar lo que busca durante todo el libro. Sin embargo si tuviera que quedarme solo con uno sería con Kamala ya que he disfrutado mucho con las conversaciones entre los dos personajes.

-¿No te basta Siddharta como ahora está, con aceite en el cabello, pero sin vestidos, ni calzado, ni dinero?

Kamala replicó riendo:

-No, querido, no me basta. Ha de tener vestidos elegantes, zapatos bonitos, mucho dinero en la bolsa, y regalos para Kamala. Ahora ya lo sabes samana del bosque. Espero que no lo olvides.

-Claro que no lo olvidaré -exclamó Siddharta-. ¿Cómo podría olvidar palabras salidas de semenjante boca? Tu boca es como un higo recién abierto, Kamala. La mía también es roja y fresca, y hará juego con la tuya, ya verás. Pero dime hermosa Kamala, ¿no le temes al samana del bosque que ha venido para que le enseñes el amor?

-¿Por qué habría de temerle a un samana, un necio samana del bosque que sólo ha vivido entre chacales y no tiene la menor idea de lo que es una mujer?

-¡Oh! El samana es fuerte y nada lo amedrenta. Podría forzarte, hermosa muchacha. Podría raptarte o hacerte daño.

- No, samana, no es eso lo que temo. ¿Acaso un samana o un brahmán han temido alguna vez que alguien pudiera asaltarlos y robarles su erudición, su piedad o sus pensamientos más profundos? No, pues forman parte de sí mismo y él da sólo lo que quiere dar y a quien le place dárselo. Lo mismo ocurre con Kamala y los placeres del amor. Bella y encarnada es la boca de Kamala; pero intenta besarla contra su voluntad y no obtendrás de esa boca, que tantas delicias sabe prodigar, ni una sola gota de dulzura. Tienes facilidad para aprender, Siddharta, pues aprende también esto: el amor se puede mendigar, comprar, recibir como regalo o recoger en la calle, ¡pero robarlo es imposible! Has elegido un camino equivocado. No, sería lamentable que un joven tan hermoso como tú empezara tan mal.

lunes, 31 de agosto de 2009

El último deseo Andrzej Sapkowski

Cogí este libro de la biblioteca porque no me apetecía leer nada de lo que tenía en casa. Entre el calor, la chucha que entra con el calor y las ganas de no hacer nada hicieron que buscara un libro que me entretuviera y no me diera qué pensar. Y he de decir que he acertado de pleno.

Las historias de Geralt de Rivia son entretenidas y son fáciles de leer. Tal vez porque mi idea era encontrar un libro que tuviera ambas cosas tengo que decir que no me ha defraudado.

Hasta la mitad del libro o un poco más no me ha empezado a entrar el gusanillo en el cuerpo sobre cuál sería el destino de Geralt, ni cuál su último deseo.

El último deseo es el primer libro de la saga del brujo Geralt de Rivia y aunque no lo haré en un futuro muy cercano, no descarto leer el resto de los libros. Sé que será poco a poco, pero tampoco tengo prisa por terminarla.

Para mí el libro es una adaptación de todos los cuentos que conocemos desde niños contados en una versión un tanto peculiar. Blancanieves y los siete enanitos, Aladino y la lámpara maravillosa o La Bella y la Bestia con algunos de los clásicos que se pueden intuir en la historia. También se mezclan distintos monstruos y razas.

-No faltan pícaros.

-No, no faltan. De hecho, más bien sobran -asintió el corregidor sin desviar la mirada del brujo-. Por eso , si vas al palacio, no pidas dinero por adelantado. Si es que vas a ir.

-Voy a ir.

- Bueno, es asunto tuyo. Sin embargo, no olvides mi consejo. Y ya que hablamos de la recompensa, últimamente se ha empezado a hablar de su segunda parte, como te he mencionado antes. La mano de la princesa. No sé a quién se le ocurrió, pero si la estrige tiene el aspecto que se dice, se trata de una broma bastante pesada.

lunes, 10 de agosto de 2009

La isla bajo el mar - Introducción Isabel Allende - Bloguzz

Cuando terminé El nombre del Viento empecé a buscar opiniones sobre el libro en Internet. Quería saber si sólo me había gustado a mí o si era algo que le había pasado a más gente, y me encontré con que había mucha gente que había recibido el libro en su casa a través de Bloguzz. Al principio pasé del tema y no le di importancia (¡ni siquiera sabía lo que era!) pero después de dos o tres blogs decidí investigar y ver en qué consistía. Después de un rato mirando la página decidí apuntarme con los dos blogs que tengo y unos días después me apunté a la promoción de La isla bajo el mar.

No hace ni un mes que me apunté y ¡ya me han seleccionado para opinar sobre un libro! Me hizo ilusión cuando me enteré, pero he de reconocer que me ha hecho mucha más ilusión cuando lo he recibido esta mañana y lo he abierto. Por ahora me han enviado las primeras páginas de la novela y de camino al trabajo me he leído un poco más de la mitad. Después, de vuelta a casa lo he terminado. También me han enviado un dvd con un video presentación del libro en el que te explican de qué va. No dura ni un minuto y es fácil de ver.

Es la primera vez que leo algo de Isabel Allende a pesar de que he tenido en casa todos sus libros mientras se los leía mi madre, sacados de la biblioteca, y la verdad es que hasta que vi la promo de Bloguzz no me habían llamado mucho la atención sus libros. Sin embargo, lo poco que he podido leer de esta novela me ha gustado y tengo ganas de saber cómo continúa.

Normalmente escribo en mi blog cuando he terminado el libro y tengo una opinión clara de lo que me ha parecido y de lo que me ha transmitido mientras lo leía.
Es por eso que por ahora no puedo contar mucho más de lo que pone en la sinopsis del libro. Lo que puedo aportar en este momento es que lo poquito que he leído de la historia me ha enganchado mucho y me ha trasladado hasta el Saint-Domingue de 1770.

El libro, antes de comenzar en el capítulo 1, hace una pequeña introducción en primera persona narrada por Zarité, la protagonista, en la que habla de la libertad en una época que la esclavitud estaba a la orden del día. Zarité no ha aparecido en la parte de la historia que me han mandado y que comienza en el capítulo 1, pero tengo ganas de que aparezca ya y conocer cómo logró escapar de su destino.

El libro por ahora me ha gustado y la verdad es que me ha dejado con ganas de más.

Por último me gustaría comentar que el material que me ha llegado hoy a través de un mensajero venía muy bien presentado. Después de leer los comentarios de la gente que había recibido El Nombre del Viento lo esperaba, pero aún así quiero comentarlo. La presentación es muy atractiva.

domingo, 9 de agosto de 2009

Nocturna Guillermo del Toro y Chuck Hogan

Considero que terminé de leerme la saga de Crepúsculo en su momento justo puesto que coincidió con el momento en que empezaba a sentirme un poco saturada de tanto amor entre vampiros y humanos (me leí los cuatro libros del tirón). De hecho, me dejó con ganas de leer algo que realmente pudiera llamar historia de vampiros. Es más, me compré Drácula de Bram Stoker para poder decir que me había leído algo del género vampírico, pues lo de Crepúsculo es más una historia de amor que otra cosa.

Sin embargo, antes de leer Drácula, cayó en mis manos Nocturna de Guillermo del Toro y Chuck Hogan y no pude sino empezar a leerlo. Habla de vampiros también, pero nada que ver con los de Stephenie Meyer. Estos son malos. Crueles. Y sólo les importa seguir bebiendo sangre.

El libro comienza con un montón de personajes diferentes, cada uno importante a su manera, y con un avión que llega al aeropuerto JFK de Nueva York con todo el avión lleno de cadáveres. No son cadáveres ensangrentados como podría esperarse de un libro de vampiros, sino que parecen más dormidos que muertos. Sin embargo algo sinientro envuelve todo el suceso y pronto empiezan a pasar cosas realmente extrañas.

Una vez leí un libro que se llama Lunar Park y que no recomiendo en absoluto. Me pareció bastante malo, de mal gusto y me dejó mal sabor de boca. Se podría decir que devoré los últimos capítulos, pero más por terminarlo y acabar con él, que porque me hubiera enganchado realmente. El problema que tuve, a parte de que no me gusta dejar los libros a medias, fue que me daba miedo y necesitaba saber qué pasaba al final. Con este libro me ha vuelto a pasar algo de lo que me pasó con Lunar Park (en lo referente al miedo, no a que me parezca malo y de mal gusto), y es que hay partes que me están dejando un poco acojonada. El fin de semana pasado, por ejemplo, estuve en la casa de la playa de un amigo y una de las noches cuando se fue a dormir todo el mundo me quedé leyendo este libro en la terraza, escuchando el mar de fondo y sola. Completamente sola. Decidí que había llegado la hora de irse a dormir cuando fui consciente de que si seguía leyendo me iba a poner paranoica a la hora de subir las escaleras y llegar a la habitación en la que iba a dormir. No es que me considere una chica miedosa ni mucho menos, pero el otro día el libro me pilló con la guardia baja y al final me quedé dormida con un ojo abierto y otro cerrado. Por si a caso...

No se puede decir que sea una fan de las historias de vampiros (por lo menos no por el momento), pero sí que terminaré de leer la trilogía cuando se publique. Esta primera parte cumple con la misión de entretenerme (que no es poco). Además, tiene una trama original y me ha enganchado a ratos. Por ahora, y para ser la primera incursión en el mundo vampírico creo que me puedo dar por satisfecha.

Por último, cuando digo primera incursión por supuesto no cuento con Crepúsculo y con el resto de la saga porque no considero que sea una historias de vampiros como tal. Una historia como se entendían las historias de vampiros antes de que se publicara la novela de Meyer. Es decir, las historias de vampiros que aterrorizan al mundo. Quizás se pueda interpretar de todo esto que la saga de Crepúsculo no me gustó, pero nada más lejos de la realidad. Me gustó y disfruté cada uno de los libros. Sobre todo con el primero. Lo único que digo es que es completamente diferente a Nocturna.

Setrakian se inclinó, incapaz de aceptar que el Amo hubiera estado en ese apartamento y que ahora hubiera escapado. Su corazón latía agitado contra el pecho como si se le fuera a salir.
-¡Ayúdenme, por favor!
Miró a un lado; Fet tenía al otro vampiro en el suelo y Nora lo neutralizaba con la lámpara. Setrakián sintió una nueva oleada de furia y avanzó con su espada de plata.
Fet vio sus ojos desorbitados.
-No, espere...
Setrakian atacó al vampiro, atravesándole el cuello con su espada y rozando las manos del exterminador. Apartó el cuerpo decapitado con un puntapié antes de que la sangre blanca cayera sobre Fet.

viernes, 10 de julio de 2009

El nombre del Viento Patrick Rothfuss

Llevaba tiempo pensando en leer alguna novela fantástica pero o no encontraba el momento o no se me ocurría qué podía leer. Después de leer hace ya bastante Eragön y Eldest había pensado que Brisingr podría estar bien para saber cómo continúa la historia. Es un libro que tenía -y que sigo teniendo- pendiente de leer; sin embargo El nombre del Viento me ha llamado más la atención y finalmente me he decidido por él.

Si un libro tiene una portada llamativa se podría decir que ha captado el 40% ó 50% de mi atención, si además la sinopsis es breve, no cuenta nada comprensible para una persona que no sepa nada del libro y te deja con ganas de más, entonces se convertirá en un libro que seguro querré tener y devorar a la mayor brevedad posible. Esto por supuesto no sale bien con todos los libros que me entran por los ojos de una manera tan fulminante (para muestra un botón) pero sí que suelo acertar bastante. Por suerte éste ha sido toda una agradable sorpresa ya que ha estado por encima de las expectativas creadas por la portada y la contraportada.

Han comparado a Patrick Rothfuss con Tolkien entre otros autores pero, aunque Tolkien también me gusta, no me parece que se pueda comparar una cosa con otra. Vale que lo dos escriben literatura fantástica. Vale que ambos tienen la imaginación suficiente para inventarse mundos completamente nuevos. Y vale que la lectura de sus novelas te atrapan de una forma u otra. Pero no coincido en la idea de que tienen la misma forma de escribir. No digo que uno sea mejor que otro; sólo que son diferentes. Patrick Rothfuss me ha atrapado en El nombre del Viento de forma definitiva y estoy esperando, -y cuando digo esperando quiero decir casi deseando-, que saquen los dos libros que faltan para completar la trilogía. Los cuales espero que estén a la altura de la primera parte.

Kvothe es un chico especial. Tiene una capacidad asombrosa para aprender cosas nuevas y para meterse en líos. Con sangre de artista es capaz de actuar de forma magistral, utilizando su labia y su buena suerte para salir de cualquier problema. Su gran sueño es ir a la Universidad para encontrar información de los Chandrian, los cuales no está seguro de que existan hasta que se cruzan en su camino. Hasta ese momento siempre creyó que eran parte de las canciones infantiles y de las leyendas de los pueblos.

Durante su adolescencia conoce a sus amigos, se enamora, encuentra empleo, gana concursos, pelea y se endeuda.

Igual que me pasó con El soldado olvidado me he metido tanto en la historia que ahora voy a echar de menos a los personajes. Me ha dado pena terminarlo.

Entonces reparé en que me había agachado y estaba casi en cuclillas, con un brazo extendido, como un luchador. En la otra mano tenía mi lamentable navaja; era tan pequeña que ni siquiera podía cortar una manzana por la mitad de una sola vez. Y lo peor era que solo llevaba puesta una bota. Ofrecía un aspecto ridículo; parecía tan loco como Elodin en uno de sus peores días. Me acaloré, y comprendí que debía de haberme puesto rojo como una remolacha.

-Tehlu misericordioso, qué idiota me siento.

-La verdad es que es muy halagador –repuso Denna-. Con excepción de algún irritante simulacro en la barra de alguna taberna, me parece que es la primera vez que alguien salta para defenderme.

-Sí, claro. –Mantuve la cabeza agachada mientras me calzaba la otra bota; estaba demasiado avergonzado para mirar a Denna a la cara-. Es el sueño de todas las niñas: que las rescaten de un cerdo de granja.

lunes, 15 de junio de 2009

Bueno, me largo Hape Kerkeling

Hay cosas que necesitas tomártelas con tiempo para poder digerirlas bien (y no necesariamente porque sean dificiles o duras de digerir), y esto es lo que me ha pasado con Bueno, me largo mientras lo estaba leyendo. Sabía que me iba a recordar muchas cosas de mis días de peregrina y, precisamente por eso, me lo quise tomar con calma. Posiblemente haya tardado más en leer este libro que cualquier otro, pero también es verdad que no tenía esa necesidad de conocer el desenlace puesto que conocía el final sin necesidad de leerlo debido a que todo el que hace el Camino termina con la misma sensación. Si has hecho el Camino entenderás perfectamente a qué me refiero con lo que estoy diciendo en este post. Si no lo has hecho seguramente no lo verás tan fácilmente.

Lo que significa hacer el Camino de Santiago es algo dificil de explicar, sobre todo si te ha enganchado. Cuando acabas el día tienes cientos de nuevas experiencias, sensaciones y motivaciones. Por lo menos es lo que me pasa a mí cuando finaliza un día y, muchas veces, si me preguntaran por algo muy concreto que me ha ocurrido mientras caminaba no sabría expresarlo con palabras. Ni siquiera con imágenes sería capaz de hacerlo.

Leyendo el libro he recordado muchas de esas sensaciones y muchas de esas motivaciones, pero no me he visto reflejada en lo todo lo que cuenta ya que no comparto la visión que Hape tiene del Camino. No digo que la mía sea la correcta o mejor que la suya. Simplemente digo que es diferente. Para mi es impensable coger un autobús y adelantar varias etapas, por ejemplo. El autor del libro, sin embargo, no tiene ningún problema en hacer ese tipo de "trampas", igual que tampoco tiene reparos en rechazar los albergues de manera tan rotunda. Domir en el Camino no es cómodo ni mucho menos, pero tampoco es tan horrible como lo pinta Hape. De hecho para mí los albergues son una parte importantisima de cada una de las etapas. En ellos -igual que durante las etapas- te encuentras con mucha gente de todo tipo. Puedes entablar conversación con otros peregirnos que te cuentan sus historias e incluso llegar a hacer amistades como le pasa a Hape en su peregrinación.

La verdad es que podría tirarme días escribiendo sobre el Camino de Santiago y sobre lo que significa para mí, pero prefiero dejarlo antes de entrar en una espiral de comentarios de la que me va a costar un triunfo salir.

El libro, como ya he comentado varias veces desde el comienzo del post, trata del Camino de Santiago o, mejor dicho, de un personaje muy conocido en Alemania que se decide a hacer el Camino de Santiago un verano. Durante su viaje descubre muchos aspectos de su vida que desconocía y se encuentra con otros que pensaba que había perdido. Refleja muy bien la angustia que siente en ciertas ocasiones a causa del tiempo, del mal estado del Camino en algunas etapas o tener que continuar andando a pesar de que los pies parecen que no quieren acompañarlos ni un paso más. También me siento identificada cuando describe la alegría y el júbilo que siente al reencontrarse con peregrinos que había perdido hacía tiempo de vista, cuando encuentra un sitio en el que poder pasar la noche cuando pensaba que tendría que dormir al raso o cuando se mete en una ducha después de haber andado todo el día.

Casi para terminar diré que si en algo coincido al 100% con Hape Kerkeling es que es un viaje en el que hay que embarcarse solo. Yo hasta el momento no lo he hecho así. Es posible que no me sienta preparada aún para hacerlo, pero espero decidirme en un futuro y tomar la determinación de coger sola la mochila. Estoy segura de que será como volver a hacer algo completamente nuevo a pesar de haberlo hecho ya antes. Como cuando visitas un lugar a las 8:00 de la mañana de un domingo y vuelves meses después un viernes a las 22:00 de la noche. Posiblemente no te parecerá el mismo lugar.

Cada expresión mía conlleva una impresión para los otros, y ésta produce en ellos una nueva impresión que, a su vez, es impresionante para mí. Quien se expresa continuamente vive en una impresión permanente. Así surgen las reyertas conyugales y las guerras mundiales. En el silencio no reina ninguna impresión. Cuando no pienso en nada, no expreso nada, pero sigo ahí de todos modos. Y a lo largo del camino me encuentro una y otra vez con una cosa:
Conmigo. De ahora en adelante tendré más cuidado con lo que exprese.

Por último y como despedida del post, me quedo con una frase escrita en la contraportada del libro:

Este viaje es duro y maravilloso. Es un desafío y una invitación. Te deja acabado y vacío. Y te rehace. Te quita toda la fuerza y te la devuelve triplicada.

miércoles, 27 de mayo de 2009

La madre Pearl S. Buck

Cuando era pequeña mi madre me enseñó Viento del este, viento del oeste y me dijo que era un libro muy bonito, que seguro que me iba a gustar. Sé de qué trata, pero lo leí hace tanto tiempo que no recuerdo la mayoría de cosas. Cuando lo terminé pensé que mi madre había tenido razón al decir que me iba a gustar.

El caso, y a lo que viene todo esto, es que hace unos días yo estaba buscando en el maletero del mueble de mi habitación un libro porque no tenía ninguno nuevo en casa. Cuando mi madre me vio, me preguntó qué quería y me aconsejó otra vez el mismo libro.

- Ya lo leí.
- Pues coge La madre, que es de la misma autora. Seguro que también te gusta.

Y lo cogí.

No sabía muy bien qué esperaba del libro cuando decidí leerlo, pero lo que sí sé después de haberlo leído es que no me ha defraudado. Incluso cuando en la primera página leí algo así como: “Díjole la madre” pensé que podía ser entretenido leer algo escrito en un castellano tan antiguo. Unas páginas después ya no me llamaba la atención la forma en que estaba traducido el libro, sino que me enganchó de tal manera que me parecía algo natural su forma de hablar y de expresarse.

La madre cuenta la historia de una mujer china que trabaja en el campo y que a la vez trabaja en su casa. Con lo que ella y su marido sacan del campo tienen para vivir ellos, sus dos hijos, su hija y la suegra de la madre. Eso sí, tienen para vivir pero no muy holgadamente. Durante todo el libro te vas empapando de la, (no tan antigua), cultura china. Las mujeres no valen, sólo los hombres cuentan en las familias y es por eso que la vida le resulta tan dura a la protagonista una vez que su marido la abandona. Diría su nombre, pero se refieren a ella todo el tiempo como la madre, la mujer del primo, ama de casa o nombres similares. No mencionan ni un solo nombre en todo el libro y sin embargo es muy fácil saber de quien se habla en cada momento.

Para salvar su orgullo no le cuenta a nadie que ha sido abandonada, sino que se inventa que su hombre está trabajando en la casa de un hombre muy rico y que de esta forma podrá enviar más dinero. Con mucho trabajo consigue reunir cada año diez monedas de plata para enviarlas desde la aldea más cercana con el nombre del marido en el remite. Sin embargo ella necesita que dejen de preguntarle siempre porqué no viene nunca a verla y decide inventar que ha muerto en un incendio. Sin embargo no se quita el peso de encima y empieza a pensar que todos los pecados que está cometiendo se convierten en una maldición que ha caído sobre ella y sobre toda su familia.

Ahora ya estoy con otro libro, pero a no mucho tardar releeré Viento del este, viento del oeste. Estoy segura de que volverá a gustarme tanto como la primera vez.

Pero amaneció el día y el hombre no llegó. No. Todo el día esperaron con las ropas limpias, aseados los niños, y procurando no ensuciarse, cuidando la vieja de que no se cayera comida en la falda. La madre forzábase en sonreír todo el día.

-Todavía es de día -decíase-, y puede aún llegar hoy.

A su puerta, acercáronse los que habían sido buenos amigos de su hombre, para desearle suerte, si había llegado, y ella les ofreció té y pequeños pasteles.

-En verdad puede venir hoy -contestaba ella cuando le preguntaban-, pero tal vez su amo no puede pasarse sin él, pues sé que le quiere bien y confía en él.

jueves, 14 de mayo de 2009

Un día más Fabio Volo

Lo que me ocurrió al ver este libro en la librería podría calificarse de "flechazo" puesto que nada más verlo me decidí a comprarlo. No sabía quién era el autor, no había escuchado hablar de él a nadie, de hecho no me sonaba ni el título.

Este libro cuenta la historia de un chico (Giacomo) que no cree demasiado en el amor,... hasta que conoce a una chica en el tranvía con la que ni siquiera ha cruzado una palabra (Michaela) y siente que ella es la persona que ha estado buscando toda su vida. Un día ella se envalentona y le invita a tomar café porque quiere decirle que ha aceptado un trabajo en Nueva York y que ya no viajará más en el tranvía. Pasan varios meses y él decide viajar hasta allí para verla. Allí comienzan un juego que les ayudará a vivir los días que les quedan antes de que Giacomo se vuelva a Italia para recuperar su vida.

El libro me ha resultado de muy fácil lectura y entretenido, aunque también ha habido momentos que me ha resultado un poco empalagoso. La idea es original, pero no deja de ser el "típico" chico conoce chica, chica conoce chico, chico se enamora de chica y ¿chica se enamora de chico?, jeje no iba a contaros el final del libro, claro. También hay partes divertidas y partes que te invitan a reflexionar sobre cómo es la vida y sobre cómo la vive cada uno.

Cuando vi el libro sentí el impulso de comprarlo. Tenía que leerlo y no sabía bien porqué... hasta que lo leí. Ahora ya sé que el libro tiene ciertos paralelismos con algo que me ocurrió a mí hace años, sólo que yo no fui capaz de llevarlo a cabo. Yo no me atreví a dar el salto y cruzar el charco para empezar el juego (entiéndase cruzar el charco como una metáfora). El caso es que en su día llegué a preparar un juego similar al que se plantea en el libro pero sin atreverme al final a hacer partícipe a la otra persona, así que si algo he sacado en claro de esta lectura es que fui tonta por no haberlo intentado al menos. Me arrepiento de lo que no hice, pero ya no hay vuelta atrás. Quizás por eso me haya gustado la historia de Giacomo, porque independientemente de que su relación con Michaela llegue a buen puerto o no, puede decir que lo ha intentado. Por supuesto todo esto que digo se puede aplicar no sólo al amor que muchas veces es complicado, sino a cualquier aspecto de la vida diaria como el trabajo o los estudios, donde seguro que todos hemos tenido alguna vez que tomar una decisión complicada.

Era la primera vez que me encontraba en una terraza de Manhattan. Hasta ese momento sólo las había visto en las películas.El espectáculo era increíble.Se divisaban los rascacielos iluminados del Uptown, arecía un póster. Mientras contemplaba esa maravilla, Michaela empezó a besarme y me dijo que quería hacer el amor allí, en ese precioso instante...
... Mientras la miraba vislumbraba a la vez la ciudad desde lo alto. Hacía el amor con ella y, al mismo tiempo, con todo Manhattan.

jueves, 7 de mayo de 2009

El diamante de la reina Mari Pau Domínguez

He de reconocer, -y me da vergüenza hacerlo,- que no tengo mucha idea de historia de España; sin embargo, siempre que se cuente de una forma amena, disfruto leyendo este tipo de libros. Esta vez además de entretenerme he aprendido algunos datos históricos que desconocía o, mejor dicho, que conocía y que había olvidado.
Hace un año más o menos vi a la autora del libro en una entrevista en televisión hablando de este libro y me llamó la atención. De hecho me llamó mucho la atención la trama, así que decidí comprarlo.

El libro cuenta la historia de Isabel de Valois, una niña condenada a convertirse en reina de España, y de un diamante capaz de cambiar el curso de varias vidas tanto para bien como para mal. Para bien porque permite que Isabel tenga acceso a todo lo que como mujer (niña, adolescente) no puede tener junto a Felipe II, el rey de España. Y para mal porque igual que le da todo lo que ella quiere también se lo quita.

Yo no he tenido nunca, ni tengo, ni tendré una joya como la que Mari Pau Domínguez describe en el libro, pero creo que entiendo bastante bien lo que Isabel de Valois siente al poseer un objeto de tanto valor y sin embargo estar pendiente de él sólo porque es el nexo de unión entre ella y su amante.

Delante de un espejo, una mujer joven se recrea mirando la joya deslumbrante que luce deslumbrante sobre su escote. Ha repartido infinidad de velas a su alrededor para observar con atención todos los detalles del diamante. Los destellos. Las aristas. El color extraño y sugerente.

viernes, 24 de abril de 2009

Entonces Morris Gleitzman

¿Sabes cuando lees un libro que te gusta, decides comprarte la segunda parte y resulta que te gusta más que la primera?

Pues eso es lo que me ha pasado con este libro.

Entonces es la segunda parte de Una vez. Quizás la gente lo compare con El niño con el pijama de rayas (no sin razón) puesto que ambos cuentan la historia del Holocausto visto desde los ojos de un niño pequeño. Sin embargo, las historias no son del todo iguales.

En Entonces Félix sigue contando su huída junto con Zelda, la niña que salvó en el incendio y a la que considera su propia hermana. Ambos inician la aventura de sobrevivir en la primera parte y continúan estrechando sus lazos en la segunda de un modo triste y tierno a la vez.

En mi opinión cualquier historia protagonizada por niños goza de una simpatía y de una ternura que no son tan fáciles de encontrar en otras historias. Igual que consiguen tenerte con el corazón en vilo todo el tiempo que dura la historia sólo por el hecho de que son niños y los niños, como tal, actúan de forma inconsciente ante cualquier situación.

Me apetece, y a la vez me da miedo, saber cómo terminará la trilogía. Espero, aunque se trate del tema que trata, que por una vez acabe bien una historia sobre el Holocausto.

Entonces nos escapamos del tren nazi. ¿Es que no sabes nada?

martes, 21 de abril de 2009

El fin de Mr Y Scarlett Thomas

El fin de Mr Y me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado me ha gustado mucho y por otro no me ha gustado nada y esto es algo que me da que pensar. Una cosa te puede gustar mucho, un poco o nada, pero que una sola cosa te guste mucho mucho y a la vez nada nada, es que algo falla.

Llevo varios meses con el libro en casa y hasta ahora no me he decidido a cogerlo y empezar a leerlo. No tardé mucho en darme cuenta de que no iba a ser nada de lo que yo me había imaginado.

Por lo que había leído es un libro que te engancha desde el primer momento. Y es cierto que me ha enganchado a ratos pero para nada todo el libro. De hecho ha habido algunos capítulos que he deseado que no existieran ya que me han parecido pesadísimos. La idea original es muy buena. De hecho me ha encantado. La autora le ha echado mucha imaginación y además te va dando que pensar durante todo el libro; sin embargo, para mi gusto hay demasiada filosofía, demasiada física cuántica y demasiados temas que no me gustan y que, -¿por qué no decirlo?- no entiendo. De hecho quizás el motivo por el que no me han gustado ciertas partes es porque no entendía bien lo que quería decir y me aburría. Aunque también es cierto que la forma en que estaban redactados no me provocó ningún tipo de interés por estos temas. Quizás expresados de otra manera podrían llegar a interesarme.

La protagonista compra un libro que pensaba que realmente no existía y que según dicen está maldito. Desde el momento que el libro cae en sus manos su vida cambia radicalmente haciéndola pasar por diferentes situaciones tanto en el mundo real como en la troposfera. La troposfera es el lugar al que Ariel, la protagonista, entra cada vez que toma la fórmula que aparece dentro del libro y que supuestamente es la culpable de la maldición. Una vez dentro, Ariel se da cuenta de que es capaz de entrar en la mente de las personas y de los animales, ponerse en su lugar y decidir por ellos. Sin embargo no todo es bonito dentro de la troposfera. Hay gente que quiere lo que Ariel ha descubierto y la persiguen de mente en mente (creo que para entender todo este lío lo mejor sería leer el libro) para tratar de conseguirlo. Varios personajes se cruzan en su vida tanto dentro como fuera de la troposfera, de los cuales yo me quedo con Apolo Esminteo, el Dios de los ratones que trata de ayudarla siempre que puede.

Por otro lado la vida de la protagonista es un caos de sexo, independencia, tabaco y alcohol mezclado con mucha psicología, física cuántica y religión. Para mí desde luego no es la mezcla perfecta (demasiada física cuántica) aunque la mayoría de las críticas que he leído no coincidan conmigo.

Un ejemplo de la mezcla que mencionaba antes podría ser esta conversación:
La mirada de Adam es dura, pero su voz es tierna
-¿Por qué estaría mal?
-Lo sabes muy bien. Todos se ofenderían si lo supieran.
-¿Y no sería culpa suya por no entender los átomos?
-¿Tu crees? No es eso lo que dice la cultura. Imagínate que utilizas eso como defensa de un asesinato. Señor juez en realidad no la apuñalé porque los átomos del cuchillo nunca tocaron los átomos de su cuerpo>>. No podemos prescindir de la cultura sólo porque nos convenga. Bueno, sí que podemos, o convencernos de que eso es lo que hacemos, pero nos sentiríamos culpables de todas formas.- Suspiro. Es fácil hablar así, pero no explicar lo que siento en realidad. ¿Qué diría? Adam, quiero verte desnudo. Quiero chuparte la polla, tenderme y que me folles, pero no en un convento porque me sentiría sucia y mala, y seguramente voy a morir pronto; y aunque no creo demasiado en el cielo, he visto una entidad que afirmaba ser un dios recientemente y no me apetece arruinar todas mis posibilidades en el último momento.

sábado, 4 de abril de 2009

Una vez Morris Gleitzman

Una vez no me costó nada leer un libro. Aunque más que un libro parece un cuento. Sin embargo si digo que el protagonista de la historia es un niño judío y que narra como es su vida en 1942 seguro que todo el mundo pensará que nadie en su sano juicio escribiría un cuento para niños con este tema. Entonces digamos que es un libro de fácil lectura. No es muy largo además, motivo por el cual no he tardado nada de tiempo en leerlo.

Félix es un niño que es llevado a un orfanato por sus padres. Sí, por sus padres. Le dicen que tiene que fingir ser huérfano y que pronto irán a buscarle. Sin embargo su amor por los libros le hace escapar del orfanato cuando ve como unos nazis queman los libros (judíos, por supuesto) que había en el orfanato y emprende una búsqueda que le llevará mucho más lejos de lo que a él realmente le habría gustado llegar.

Una vez nos enseña lo fácil que podría ser la vida si la mirásemos desde los ojos inocentes e ingenuos -a veces demasiado ingenuo quizá- de un niño pequeño. Ojala todo fuera tan tan fácil.

Con respecto a la frase que suelo poner, he decidido poner únicamente la que aparece en la portada del libro, ya que no quiero desvelar ningún punto que pueda resultar importante en un libro tan sumamente corto.

Todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida. Al menos UNA VEZ.

martes, 31 de marzo de 2009

Amanecer Stephenie Meyer

Sin duda el libro con más trama de los cuatro. Es verdad que es más gordo, pero aún sí pasan muchas más cosas que en el resto de la saga. Está narrado por dos de los personajes: Bella Swan ( Bella Cullen desde casi el principio del libro) y Jacob Black.

Bella: primera parte. Narra uno de los acontecimientos más felices de su vida a pesar de que al principio no le hacía ninguna gracia el motivo. Su boda con Edwrad. Después de la boda por supuesto llega la luna de miel y con el final de ésta llega el final de la primera parte del libro.

Jacob Black. Está completamente enamorado de Bella desde que la vio por primera vez y no es capaz de separarse de ella a pesar de que ella está felizmente casada. Trata por todos los medios de protegerla mientras ella no pueda hacerlo por sí misma ya que el bebé que lleva en sus entrañas es más fuerte que ella y es posible que la mate antes incluso de que nazca.

Por otro lado, teme el momento de que Bella se transforme en vampiro tanto como ella lo desea, pero antes de que eso ocurra ella tendrá que reponerse del parto. Al ver que no lo va a conseguir y que su cuerpo no aguantará más, Edward decide inyectarle su ponzoña en el centro del corazón… y ahí es donde comienza su transformación a una vida inmortal. Jacob es testigo directo de todo esto y cuando ve lo que ha ocurrido decide que ya ha pasado demasiado tiempo con ellos y que es hora de salir de su vida para siempre. Sin embargo habrá algo que le haga cambiar de idea. Algo que no le dejará abandonarles nunca.

Todo se vino al traste en mi interior cuando contemplé fijamente al bebé semihumano y semivampiro con rostro de porcelana. Vi cortadas de un único y veloz tajo todas las cuerdas que me ataban a mi existencia, y con la misma facilidad que si fueran dos cordeles de un manojo de globos. Todo lo que me había hecho ser como era, clac, clac, clac… se cortó y salió volando hacia el espacio.
Pero yo no flotaba a la deriva. Un nuevo cordel me ataba a mi posición.
Y no uno solo, sino un millón, y no eran cordeles, sino cables de acero. Sí, un millón de cables de acero me fijaban al mismísimo centro del universo.
Y podía ver perfectamente cómo el mundo entero giraba en torno a ese punto. Hasta el momento, nunca jamás había visto la simetría del cosmos, pero ahora me parecía evidente.
La gravedad de la Tierra ya no me ataba al suelo que pisaba.

Bella: segunda parte. La nueva vida con la que tanto había soñado ha llegado mucho antes de lo que ella se había planteado. Le habría gustado despedirse de sus padres. Haber decidido ella el momento. Pero aún así no le importa que haya llegado. Sólo le importa que lo ha conseguido y que su hija ha sobrevivido a todo, igual que ella. Ahora ya no habrá nada ni nadie que les impida pasar el resto de la eternidad juntos, o, ¿quizá si lo haya?

—No, yo me voy a quedar aquí —susurró Edward, contestando a una pregunta que no se había formulado—. Ya se las apañarán como puedan.
—Una situación muy interesante —replicó Carlisle—. Y yo que pensaba que lo había visto ya todo.
—Me ocuparé de eso más tarde. Nos ocuparemos —algo presionó suavemente mi palma abrasada.
—Estoy seguro que entre los cinco podemos evitar que esto desemboque en un derramamiento de sangre.
Edward suspiró.
—No sé de qué lado ponerme. Me dan ganas de azotarlos a los dos. Bueno, más tarde.
—Me pregunto qué pensará Bella de esto… de qué lado se pondrá —musitó Carlisle.
Se oyó una risita sorda, contenida.
—Estoy seguro de que va a sorprenderme. Siempre lo hace.

En Amanecer se dice adiós a algunos personajes que han acompañado a Bella durante toda la saga y también se dará la bienvenida a otros muchos que quieren ayudarla: unos a que salga a delante, y otros a que caiga y se lleve con ella a toda su nueva familia.

La unión entre vampiros y los licántropos otra vez será definitiva para la supervivencia de la esperanza tanto para unos como para otros.

Me sorprendió la facilidad con que los vampiros aceptaron a Jacob. No llegó a producirse ninguno de los problemas temidos por Edward. Los visitantes fingían no verle ni como persona ni como posible comida. Su trato con él se asemejaba al trato que la gente a la que no le gustan los animales dispensa a la mascota de sus amigos.