Lo primero que llama la atención de este libro es su portada, que ya de primeras da bastante yuyu. Si después eres de los que, como yo, hojea el libro, lo que llama la atención son las fotografías y dibujos que acompañan las historias del interior. El autor utiliza fragmentos de conversaciones de whatsapps, transcripciones de vídeos o cintas de cassette antiguos, e imágenes de cámaras de seguridad de mala calidad, pero suficientemente claras como para dejar un poso de incertidumbre y desasosiego, para dar más realismo a las historias que cuenta.
Pero antes de seguir con la opinión, creo que lo mejor es empezar por el principio porque...
¿Qué son las Creepypasta?
"Las Creepypastas son historias de terror que los usuarios comparten en diferentes redes en la web, con la intención de asustar o inquietar al lector.
Su nombre es una alteración del término Copy-paste (copiar y pegar) que alude a la forma en que estas historias viajan. Por eso es tan difícil comprender cómo o de dónde surge una nueva historia."
(Extraído de la BIOGUÍA)
Cuando era pequeña escuché alguna leyenda urbana que me quitó el sueño un par de días, pero en el fondo, muy en el fondo, sabía que esas cosas no podían ser verdad. Las creepypasta es lo mismo que yo escuchaba de pequeña, pero llevado a la era digital: archivos que reciben algunas personas volviéndolas locas al momento; personajes que aparecen en tu pantalla para obligarte a hacer algo que no quieres hacer; llamadas de teléfono desde un pueblo al que la policía es incapaz de llegar y que a día de hoy sigue desaparecido; muñecos con vida propia; personajes espeluznantes que se cuelan en videojuegos... Todo esto podemos encontrarlo dentro del libro que traigo hoy. Son historias muy cortas, algunas, incluso, parecen un poco tontas cuando las estás leyendo, pero cuando pasa el tiempo de repente te encuentras pensando en ellas y dejan de parecerte historias tontas y sin sentido porque han calado hondo.
Hay muchas creepy pasta dando vueltas por internet y pueden ser bastante desagradables, sobre todo cuando caen en manos de personas inocentes como son los niños. Ojo, esto no es lo normal, pero puede pasar. Por ejemplo, hace unos meses se habló mucho de Momo, un bicho feísimo (que resultó ser una escultura) que obligaba a los niños a hacer cosas terribles. A día de hoy mis sobrinos siguen teniéndole miedo y no importa la cantidad de veces que les expliquemos que no es real. El miedo que les provoca es irracional para ellos.
El terror psicológico no es lo que más me gusta, pero reconozco que el libro me ha gustado bastante. Decidí leerlo de día, por eso de que me daba yuyu, y la experiencia al final ha sido buena. Creepy Pasta me ha sacado de mi zona de confort, lo cual me parece algo positivo, y me ha dejado pensando si estas historias son de verdad o si son todo producto de la imaginación de alguna persona con la mente muy retorcida, lo que ya no me parece tan positivo.
Si me pedís que os recomiende algún libro para Halloween creo que sin duda os recomendaría este. Eso sí, no lo dejéis cerca de los niños si no queréis que tengan pesadillas. Yo lo voy a poner en los estantes superiores de mi librería para que mis sobrinos no lo encuentren...