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lunes, 21 de marzo de 2022

Gorda y fea - Marie-Noëlle Hèbert

He leído este libro gracias a una amiga que me lo ha prestado. Lo vi en su cuenta de instagram y no pude resistirme porque sabía que me iba a gustar. 

Se trata de una historia corta aunque, aun así, cuenta casi toda la vida de la autora. Es en formato cómic y, excepto por una ilustración a todo color, todas las demás están en negros, grises y blancos. Esos tonos ayudan a empatizar con lo que siente la autora y es que, desde muy pequeña, vive acomplejada por su cuerpo y eso le hace caer en una espiral de autodestrucción. 

No recuerda cuándo fue, pero ya desde pequeña escuchaba comentarios sobre su cuerpo que no entendía a qué venían. Dejó sus clases de baile siendo niña porque los trajes no le cabían, y se acomplejó por ello; dejó de llevar pantalones cortos porque los muslos le rozaban y se hacía heridas. Sintió que sus piernas no eran dignas de ser mostradas y así, poco a poco, fue ocultando todo su cuerpo. Desde que era una niña. 

La sociedad marca unos cánones de belleza y, nos guste o no, todos, en mayor o menor medida, nos vemos afectados por ellos. Diría que el que los cumple se siente bien y afortunado, pero lo que para mí es un cuerpo perfecto, para el dueño o la dueña que lo posee es un cuerpo con defectos. Da igual lo perfecto que sea un cuerpo que su dueño siempre va a querer cambiar algo. El que es alto o el que es bajo, el guapo o el feo, el gordo o el flaco, el rubio o el moreno. Da igual. 

Marie-Noëlle cuenta cómo su vida gira en torno a lo que no tiene -un cuerpo "bonito" para la sociedad- y lo que sí tiene -hambre, culpa y ansiedad-. Ambos se retroalimentan y cuando la ansiedad por ser la más "fea" de algún lugar (según su criterio) aparece, el hambre llega con ella, lo que, inevitablemente, hace llamar a la culpa más tarde. Comprar en el supermercado le supone un trauma porque piensa que la gente la va a juzgar por comer chocolate o patatas fritas estando gorda. Se justifica delante de amigos y familia por comer lo que le apetece y todo eso la va sumiendo en una depresión. 

No voy a contar cómo acaba la historia, aunque en verdad, eso es lo de menos. Lo importante es que da a conocer su realidad, que resulta que es la realidad de muchas personas. Me he visto reflejada en tantas situaciones de las que habla que casi podría firmar yo el libro y, lo más triste de todo es que, ahora viendo fotos de los momentos en los que me creía gorda, veo que era completamente normal. Delgada, incluso. Recuerdo perfectamente uno de esos momentos: la boda de mi hermana mayor. Compré un vestido precioso (que sé que jamás volveré a ponerme) de la talla 38. La boda se retrasó varios meses por motivos personales y cuando llegó el momento, el vestido me apretaba. Nada exagerado, lo llevé toda la noche, pero yo me sentía gorda. Os recuerdo que era una 38. Compararme con otras chicas de naturaleza delgada me hacía sentir horrible y gorda, a pesar de que ni lo era ni lo estaba. Por eso sabía que iba a empatizar con este libro cuando lo vi. Por eso supe que tenía que leerlo. Porque pone voz a mis pensamientos de hace años. 

Hace tiempo que yo dejé de justificar lo que como, aunque por dentro pienso   (-sé-) que hay gente juzgándome. Ya me da igual lo que piensen. Casi a diario veo cómo amigas y amigos míos se justifican por comer lo que sea. Gente que está delgada y que después se va al gimnasio o a correr y que, aun así, sienten que tienen que justificarse por una guarnición de patatas fritas o por comer una pulga en el desayuno porque ya han desayunado en casa. De verdad que este tema es parte de mi día a día y me tiene agotada. 

Gorda y fea me parece un libro muy valiente. Marie-Noëlle se ha desnudado por completo en él y se merece todo el respeto y un aplauso enorme por lo que ha hecho. Aunque hubiera sido la única en sentirse así, y no hubiera hecho que miles de personas se identificaran con su historia, se habría merecido una ovación. 

martes, 15 de marzo de 2022

La edad de la ira - Nando López

Compré este libro en la última feria del libro de Madrid y, además, me lo llevé firmado por el autor. Hasta el año pasado no había leído ningún libro de Nando López, pero llegaron Ariadna, T. y compañía para meterme en su mundo y ya aproveché para quedarme cerca del autor y de su obra. Este libro me llamaba la atención bastante, pero reconozco que le di prioridad sobre otros que quería leer porque se acaba de estrenar la serie en Atresplayer y no quería comerme ningún spoiler

Para mí el prota de la historia es Marcos y, curiosamente, es el único personaje al que vemos nada más que una vez a través de un trabajo del instituto. Todo lo demás que vamos conociendo de él lo sabemos por lo que nos cuentan los amigos, compañeros o profesores.

Marcos escribe a máquina un trabajo para el nuevo profesor de literatura contando cómo es él y en qué entorno vive. Cuenta cómo su padre le maltrata verbal y físicamente, muchas veces jaleado por su hermano mayor, que es el perfecto estudiante e hijo modelo. Marcos odia a su padre, igual que parece que su padre le odia a él. 

Así empieza La edad de la ira, con un trabajo escrito a máquina porque tiene prohibido usar el ordenador. Después pasamos directamente al primer capítulo donde conocemos la noticia de que Marcos ha matado a su padre, golpeándolo con la Olivetti que usaba para hacer sus trabajos en el instituto, y que ha herido a uno de sus hermanos con unas tijeras.

Santi, un periodista que quiere escribir sobre el caso, pide permiso para entrevistar a profesores y a alumnos del instituto de Marcos. Al equipo docente les pide que le escriban sobre Marcos y sobre su relación con él; a los alumnos los reúne en una clase a la hora del recreo para charlar con ellos. Pasa un par de semanas allí y se da cuenta de que tiene mucha información, pero no demasiado relevante. Termina por conocer bastante bien a los propios entrevistados, pero de Marcos, bastante poco. Sabe que le están ocultando cosas, pero no sabe qué hacer para que le cuente lo que saben de verdad. 

Marcos es el segundo de cuatro hermanos, todos ellos chicos. Su padre es una persona muy estricta y su madre, que era su único refugio, ha muerto hace unos meses en un accidente de tráfico. Sus amigos, Sandra y Raúl, son las personas más cercanas a él y son de los más afectados por todo lo que ha ocurrido. Ellos son los únicos que realmente le conocen y no se pueden creer que su mejor amigo haya hecho algo así. 

Poco a poco van saliendo a la luz más cosas sobre Marcos, y Santi, el periodista que está investigando para su libro, no puede dejar de tirar del hilo. Quiere saber qué pasó por la cabeza de Marcos para hacer algo así, pero para ello tendrá que saber primero qué es lo que todo el mundo alrededor de Marcos se empeña en ocultar. En los últimos meses sus amistades cambiaron, le amonestaron varias veces en el instituto por mal comportamiento y en casa le quitaron acceso a toda la tecnología: móvil, ordenador... cualquier cosa que le permitiese contactar con el exterior. 

La trama me ha gustado y el formato incluye tanto la narración en primera persona de Santi mientras investiga, como emails, audios o narraciones en primera persona de personajes que no son el narrador de la obra. En este caso, tengo que decir que me ha chirriado un poco que algunas de las historias que los profes cuentan a través de escritos o emails, contengan tanta información personal sobre ellos mismos. Me resultó un poco raro, y más teniendo en cuenta que los profesores sabían que el periodista quería usar toda la información que le dieran para escribir un libro. Es el único pero que le puedo poner a la historia y, es algo que, de alguna manera, se va explicando según pasamos páginas, pero el caso es que se me hizo raro. 

Más allá del crimen que conocemos al comienzo y de la posterior investigación, La edad de la ira es una clara crítica al sistema educativo español. Nando es escritor, pero fue profesor también y entiendo que vio muchas cosas mejorables en ese tiempo. El tema de la educación es algo en lo que parece que es difícil ponerse de acuerdo y siempre habrá puntos de mejora en el horizonte. Sin embargo creo que es algo por lo que no debemos dejar de luchar. 

La historia me ha gustado, creo que da una lección muy importante que se puede resumir en que los problemas de los adolescentes no tienen por qué ser pequeños. Muchas veces tendemos a menospreciar los problemas de los niños y seguimos haciéndolo cuando estos crecen. No hay problemas ni preocupaciones pequeñas cuando algo está agobiando a una persona, da igual la edad que tenga. Tenemos que saber mirar en la dirección correcta y no escondernos o huir sin afrontar lo que no queremos ver. 

¿Veré la serie? Sí, la veré. Quiero ver cobrar vida a Marcos, a Sandra, a Raúl y al resto de personajes. 

¿Os llama la atención la serie? ¿La vais a ver o preferís el libro? 


domingo, 13 de marzo de 2022

Érase una vez... febrero

En febrero tuve unos días de vacaciones en los que aproveché para descansar, desconectar del trabajo y leer. 


Al final fueron nueve libros los que leí, aunque cinco de ellos eran mangas que se leen rapidito. Os dejo los títulos: 

La extraordinaria familia Appenzell de Sébastien Perez. A nivel visual es precioso, tiene ilustraciones de Lacombe en todas las páginas que nos ayudan a visualizar la historia. Es un libro corto que nos describe cómo es la familia Appenzel, dejándonos en cada página una descripción de cómo es cada uno de los personajes. 

Puedo oír el sol de Yuki Fumino. Es una serie manga de cinco tomos que cuenta cómo es la vida de un chico que tiene problemas de audición en el instituto. Me gustó mucho y leí los cinco tomos seguidos durante mis vacaciones. Es una historia entrañable y de la que he aprendido mucho sobre la sordera y cómo gestionar la pérdida de audición.  

El origen perdido de Matilde Asensi. Hacía años que no leía a la autora y no recordaba lo que era leerla. La trama me ha gustado mucho y me ha parecido muy original, pero reconozco que se me hizo bastante cuesta arriba la lectura, sobre todo al principio. Demasiada documentación para mi gusto. No es un mal libro, ni mucho menos, pero me costó un poco. Cuenta la aventura que corren unos amigos de Barcelona en Bolivia para salvar al hermano de uno de ellos que ha sido afectado por un hechizo aymara. 

La edad de la ira de Nando López. El libro entero es la investigación que un periodista hace en un instituto. Uno de los alumnos ha sido acusado de matar a su padre y el periodista quiere saber qué pasó en esa casa para que llegara a haber un asesinato. Su fin es escribir un libro y para ello contará con la ayuda de profesores, compañeros y padres de alumnos. Me gustó y, en algún momento, veré la serie que han hecho en Atresplayer, que tiene muy buena pinta. 

Gorda y fea de Marie-Noëlle Hébert. Esta es una historia valiente y muy íntima en la que la autora cuenta la relación de amor-odio que tiene con la comida, con su cuerpo y con los estándares de belleza que la sociedad ha marcado. Cuenta cómo la comida es a la vez su refugio y su cárcel y cómo su propio círculo fue el que la llevó hasta esa situación sin darse cuenta. Está contado en formato cómic, por lo que se lee muy muy rápido. Es una gran lectura. 


En cuanto a series vi reposiciones de Friends y The Big Bang Theory, que siempre me gusta tenerlas a mano para cuando estoy cocinando o no sé qué ver. Ya sabéis, la cena está en el plato ya y no sabes qué ver, así que en lugar de pasar horas buscando algo mientras se enfría la comida, pones algo que sabes seguro que te va a gustar. Esas apuestas seguras para mí son estas dos series. 

Por otro lado empecé a ver la serie antigua Gossip Girl. No la vi nunca y ahora me ha dado por ahí. Ya he terminado la primera temporada y no está mal, aunque no sé si no terminaré por abandonarla en algún momento futuro... A ver cómo sigue.