Una tumba sin nombre, ni cruz, ni luz de luna Malena Teigeiro

Gané este libro en un sorteo que hizo Carmen en su blog y me puse con él tan pronto llegó a mis manos.

En tierra de las meigas los espíritus vagan inquietos y la misteriosa maldición de una familia parece no terminar...

¿Meigas? ¿Maldiciones? He de confesar que sólo con esas dos palabras ya me ganaron.

En la aldea de Miñarzo se encuentra el pazo de Sotiño, lugar en el que vive durante muchos años una misma familia. Sin embargo no se trata de una familia unida sino más bien de una familia rota por una maldición. Las mujeres tendrán un don especial que las hará dueñas de la vida de los hombres en cuanto las miren y provocarán los celos y las envidias en las mujeres en cuanto sus hombres empiecen a mirarlas.

En el libro se van intercalando leyendas y cuentos en los que hablan de marineros y mujeres que lloran y sufren por ellos mientras están en la mar. Uno especialmente bonito es el que habla de un beso pegado en una botella de cristal en la que va un mensaje de una mujer a su marido que busca donde posarse.

El libro cuenta la vida de Nena desde que es pequeña y vive en el pazo hasta que muere ya de mayor, pero también sabemos qué ocurrió con sus padres y qué pasa con su descendencia. Es un libro en el que se habla de varias generaciones de mujeres. Personalmente no es un tipo de lectura que me llame demasiado precisamente por eso, por hablar de distintas generaciones, pero aún así he disfrutado bastante de la historia.

Sin embargo he de confesar que me está costando mucho hacer esta reseña porque sé que en el fondo no puedo decir con rotundidad que me ha gustado el libro. Al hablar de meigas, maldiciones y espíritus me esperaba otra cosa y al final la maldición se me ha hecho un poco pesada. Quizás no era el momento de leerlo, no sé.