Terminé el año con "Dónde puedo alquilar
una primavera" de Silvia Laforet y la verdad es que fue toda una sorpresa.
Alicia es una mujer recién divorciada que llega
a un edificio del centro de Madrid con sus dos hijos pequeños. La ruptura está
muy reciente y solo quiere abrir las cajas de la mudanza, hacer de su piso de
alquiler un hogar y comenzar de nuevo. Con lo que no contaba era con la
comunidad de vecinos que le toca en suerte y con ser invitada, en su primer día
en el edificio, a una reunión de vecinos. De primeras no tiene intención de ir,
pero lo piensa mejor y baja a presentarse. Es una comunidad pequeña, así que
enseguida se queda con quién es cada uno: Arturo, un señor mayor con problemas
de movilidad al que todo el mundo ayuda; Rodrigo, un chico que se está echando
a perder después de la muerte de su madre; Fernando, un chico que vive en la
casa de su abuela después de que esta falleciera; Ángeles y Antonio, un
matrimonio con una hija adolescente que no pasa por su mejor momento económico
porque él está en paro y ella no trabaja. Luego está la propia Alicia, que vive
ella con sus dos hijos unas veces, y ella sola cuando estos se van con su
padre. Y por último el piso que está enfrente del suyo, que está vacío.
Todos se conocen desde hace años y son como una
pequeña familia, por eso cuando Arturo no pudo andar más, decidieron que entre
todos le ayudarían: Rodrigo le asea y le acuesta todas las noches, Angeles le
da de comer y le limpia la casa, Fernando le da el desayuno todas las mañanas y
pasea a sus perros tres veces al día y ahora Alicia baja por las noches a darle
conversación cuando no tiene niños y a hacerle compañía por las tardes cuando sí
los tiene.
Poco a poco vamos metiéndonos en esta sencilla
y, a la vez complicada, comunidad de vecinos y nos vamos encariñando con los
personajes y con sus historias. Es una novela de segundas oportunidades con una
carga dramática importante. Muchas veces ayudar a los demás es más fácil que
enfrentarse a los demonios de uno mismo, y en este libro encontraremos un poco
de eso también.
Compré “Dónde puedo alquilar una primavera” pensando
que sería una lectura ligera, pero en verdad tiene bastante más drama del que
había esperado. Me ha sorprendido gratamente lo que he encontrado y creo que
quien se asome a esta comunidad querrá quedarse a vivir allí una temporada.
- Tío, ¿quieres hablar?
- Sí, por favor.
Y hablaron.
Hablaron de las tres heridas: la de la vida, la del amor, la
de la muerte.
5 comentarios:
El título es muy bonito y evocador. Seguramente si me topara con él en alguna librería le echaría el ojo. Gracias por la reseña. Besos
A mí también me gusta mucho el título.
Y la historia, que es del estilo de La luz en casa de los demás, también me gusta porque son historias en las que hay un componente humano muy guay.
Me la llevo.
Besos
Pues no me sonaba de nada. Y me gusta mucho la historia, sus personajes... Total, que me lo llevo bien apuntado.
Besotes!!!
Oooohhh me lo apunto.
Leí su primer libro y me encantó! No sabía que había sacado otro.
Besotes
Pues no sabía nada de este libro y desde luego me parece muy apetecible.
Besos
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